Tras cumplirse un año de la detención de los exmilitares colombianos en Haití, acusados del asesinato del presidente de ese país, Jovenel Moïse, a los connacionales aún no se les ha legalizado la captura, ni siquiera hay un expediente para iniciar su proceso y, según su abogada, Sandra Macollins Garvin, fueron torturados y están en riesgo de ser asesinados.

Esta situación llevó a que los familiares de los 18 connacionales detenidos se reunieran la semana pasada con la vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez que, consciente de la situación, programó una visita al país centroamericano para verificar por cuenta propia la situación.

El viaje estaba programado para este martes 12 de julio, sin embargo, según conoció SEMANA, se vio frustrado debido a que no estaban dadas las condiciones para que Ramírez se acercara a una cárcel que es controlada en sus alrededores por bandas criminales. No había garantías.

La difícil situación política y social que se vive en Haití ha llevado a que tanto al interior como al exterior de las cárceles sea controlado por los grupos criminales, sin que el Gobierno de ese país pueda garantizar mayores condiciones de seguridad.

Antes de dejar su cargo, la vicepresidenta tiene la intención de reunirse con los exmilitares colombianos detenidos, pero la posibilidad es cada vez más remota, pues la administración de Iván Duque está a menos de un mes de finalizar y en Haití las condiciones no permiten este tipo de visitas.

Según le dijo a esta revista la abogada Macollins, justamente esta precaria situación es la que genera mayor preocupación en los familiares de los detenidos, quienes estarían en riesgo de ser asesinados.

“Están en una cárcel que tiene medidas cautelares de la Comisión Internacional de Derechos Humanos por su peligrosidad. Los marshall de la cárcel están cerrando las celdas de a tres días y luego, cuando van a abrir las puertas y van a ingresar a otros los patios, los sacan a ellos, los ponen de escudo humano para poder ingresar a los patios, los ponen ahí como para ver si los matan o si se arma un motín; ellos son como los más visibles en toda la cárcel. Se han dado cuenta, según información que les ha llegado, de que la idea es que se arme el motín y que ellos sean asesinados”, manifestó la abogada.

La canciller calificó lo sucedido con estos connacionales como una situación “totalmente irregular”.

“Es totalmente irregular que haya unas personas detenidas por tanto tiempo sin que tengamos la garantía de que hay un proceso que está avanzando, de que haya alguna claridad sobre qué otras responsabilidades se están buscando por parte de las autoridades haitianas, quiénes son las personas haitianas involucradas, todo lo que se debería conocer a estas alturas cuando ha transcurrido un año de la muerte del presidente de Haití”, señaló la alta funcionaria.

Ramírez explicó que el cónsul colombiano en Haití ha estado visitando periódicamente a los detenidos, verificando cuáles sus condiciones de reclusión, asegurándose de que tengan el respeto debido a sus derechos humanos. Igualmente, dijo que los exmilitares están en un sitio de reclusión distinto al que tenían inicialmente porque aparentemente allí habían recibido amenazas.

Por su parte, la directora de Asuntos Consulares, Fulvia Benavides Cotés, aseguró que desde el momento en que se conocieron los hechos, la Cancillería se ha realizado un acompañamiento a las familias y a los connacionales detenidos en Haití: “De manera que seguimos atentos a la situación que se presenta para brindarles toda la asistencia consular establecida también en nuestra Convención de Viena sobre relaciones consulares y que estén acompañados con nuestros representantes consulares y diplomáticos en el exterior”.