El presidente Iván Duque ratificó que alias Matamba se fugó de la cárcel La Picota en Bogotá y se mostró indignado por estos hechos que ocurren en los centros penitenciarios de Colombia.

El mandatario indicó que ya se comunicó con el fiscal Francisco Barbosa para que “inmediatamente se abran las investigaciones necesarias” con la finalidad de capturas a todas las personas que participaron y ayudaron en la fuga al exjefe del Clan del Golfo. Agregó que deben hacerse los procedimientos necesarios para detectar a los cómplices de estos hechos.

“No más paños de agua tibia frente al Inpec. Vamos a proponer una reforma integral al sistema penitenciario y trabajaremos en ese sentido con el equipo de Gobierno en esa dirección”.

Además de ese anuncio de reforma al Inpec, el presidente Iván Duque dio instrucciones claras a la fuerza pública para tengan como prioridad dar con la ubicación de alias Matamba. “Ordené a la DIjín, a la Dipol y a todas las estructuras de investigación criminal, un plan para recapturar a este bandido”.

Duque agregó que el sistema carcelario no puede permitir ese tipo de actuaciones en donde hay fugas de presos, por lo que pidió sanciones para quienes hayan participado en ese escape. “Esas conductas merecen sanciones ejemplarizantes e iremos detrás de ello”.

En la mañana de este viernes, 18 de febrero, la Fiscalía General de la Nación confirmó la fuga de Juan Larrinson Castro Estupiñán, alias Matamba, el mismo narcotraficante que a punta de millones logró torcer a algunos integrantes del Ejército en el sur del país para que lo dejaran delinquir a sus anchas.

Matamba había sido trasladado en mayo de 2021 del pabellón de los extraditables a uno de mediana seguridad, en la época en que el anterior director del Inpec era el general Mariano de la Cruz Botero.

Las autoridades venían dando información contradictoria sobre el paradero de Matamba. Según la información oficial, Matamba salió en la madrugada de este jueves, al parecer, vestido de dragoneante y en complicidad con la guardia de La Picota.

Juan Castro, alias Matamba, cabecilla de la Cordillera, se convirtió en un jefe alterno de militares, a quienes les pagaba millonarios sobornos en el sur del país. | Foto: .

Juan Larrinson Castro Estupiñán era el principal cabecilla de la estructura conocida como Cordillera, del Clan del Golfo. Fue capturado en Floridablanca, Santander, mientras celebraba su cumpleaños. Le encontraron elementos de valor en oro, relojes y dinero en efectivo. Es pedido en extradición por narcotráfico por Estados Unidos. Alias Matamba es señalado de enviar toneladas de cocaína desde El Rosario, Leyva, Policarpa y Cumbitara (Nariño), a través del Pacífico nariñense y caucano. Lo relacionan con el cartel de Sinaloa Nueva Generación.

Las autoridades identificaron que tenía pactos con las disidencias de las Farc y el ELN, en el suroccidente del país, y tenía bajo su mando a por lo menos 200 hombres.

Hace pocos días, la Procuraduría General abrió investigación para establecer los nexos entre varios oficiales activos y en retiro del Ejército con la banda de Juan Larrinson Castro Estupiñán, conocido como Matamba. En su más reciente edición, SEMANA reveló varios testimonios que demarcan una fuga de información para beneficiar a Matamba y sus hombres, así como acciones para bajar la intensidad de los operativos en su contra en el sur del país, al mismo tiempo que se fortalecían los operativos en contra de los enemigos del narcotraficante.

A Matamba lo salpican varios testimonios: “Claro que había fuga de información, en el último momento las operaciones militares se caían porque los de Matamba ya sabían que íbamos por ellos”. “Uno no entendía en ese momento por qué los jefes archivaban la información de inteligencia que se les entregaba con coordenadas de movimientos del grupo de Matamba, horas específicas y objetivos. Ahora ya lo sabemos, porque eran unos vendidos”.

En este tipo de relatos coinciden en que militares de inteligencia y hasta de un exjefe de comisión del ELN con los que habló SEMANA y destaparon cómo era la olla podrida de corrupción, tráfico de armas y hasta malversación de dineros públicos que operaba en el Ejército, en el Batallón Boyacá, sur del país, la zona con más hectáreas de coca cultivada, en donde cientos de militares han perdido su vida, mientras otros uniformados estaban filtrando información a los ilegales a cambio de dinero.

La organización del narco conocido como Juan Larrinson Castro, alias Matamba, infiltró una de las unidades militares más importantes en la lucha contra el narcotráfico y la criminalidad, en lo que se convirtió en un contubernio criminal, que regresó a la época de las relaciones entre paramilitares y militares para acabar con las Farc. Esta vez era contra el ELN.