En medio de operaciones de desminado que realizaban este sábado, 19 de agosto, tropas del Ejército Nacional en el departamento de Cauca, exactamente en el corregimiento de Puerto Rico, en el municipio de Argelia, tres soldados resultaron heridos.
Se trató de un hecho que, aunque no fue de gravedad, afectó a los uniformados que hacen parte de las operaciones, quienes buscan proteger a la población con el desminado de artefactos instalados por las disidencias de las Farc.
De acuerdo con una fuente extraoficial consultada por SEMANA en esas labores, los tres soldados resultaron heridos con afectaciones por esquirlas. Tras el accidente, fueron evacuados vía aérea de la zona minada para llevarlos a un sitio donde pudieran recibir atención médica.
Según un informe conocido de los avances en las investigaciones, la tarea de los soldados en esa zona del departamento de Cauca ya ha dejado como resultado 400 minas destruidas en el sur del departamento.
En la misma mañana de este sábado, en los municipios de Morales y Suárez, el Ejército Nacional lanzó una ofensiva contra la disidencia Jaime Martínez de las Farc.
SEMANA conoció que en dicha operación estuvieron participando las unidades adscritas a la brigada contra el narcotráfico, así como uniformados pertenecientes a la jurisdicción del Cauca.
Desmantelan lucrativo negocio al servicio de las disidencias de Iván Mordisco
Todo arrancó con la información suministrada por inteligencia militar, la cual llevó al hallazgo y destrucción del complejo artesanal, donde se encontró droga, insumos líquidos, sólidos y elementos para su funcionamiento. Fueron hallados 1253,5 kilogramos de clorhidrato de cocaína, 161,2 kilogramos de pasta base de coca, 1165 kilogramos de insumos sólidos, 389 galones de insumos líquidos, 1265 galones de hidrocarburos y abundante material utilizado para el procesamiento del narcótico.
La información que tenían los investigadores arrojaba que el principal beneficiario era el Grupo residual de las disidencias de las Farc al servicio de Iván Mordisco. Con las ganancias que obtenían, que eran superiores a los $ 7.000 millones, financiaban homicidios, actos delictivos y enfrentamientos con otras estructuras dedicadas al narcotráfico en esta región del país, sobre todo la lucha por el control territorial en las rutas del sur del país que colindan con la frontera colombo ecuatoriana.
Desde las Fuerzas Militares indican que los residuos de estas sustancias químicas que se generaban en este laboratorio artesanal eran arrojados sin control y de forma indiscriminada a los suelos y fuentes hídricas del páramo Azufral, contaminando de forma considerable e irreparable el medio ambiente.
La operación se dio en medio del Plan Ayacucho, en una operación desarrollada por tropas del Batallón Contra el Narcotráfico N.º 4 del Ejército Nacional, de manera coordinada e interinstitucional con la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, se logró la ubicación y destrucción de un laboratorio ilegal empleado para la producción de clorhidrato de cocaína en la vereda El Paraíso, municipio de Mallama, departamento de Nariño, donde fueron hallados los más de 1250 kilogramos de este alcaloide, del cual las organizaciones narcotraficantes podrían extraer cerca de dos millones de dosis.
Por su parte, el Ejército Nacional manifestó a través de un comunicado que “continuará desplegando todas sus capacidades operacionales para combatir el flagelo del narcotráfico que tanto daño le ha hecho al país, ratificando su compromiso con la protección del territorio nacional y el bienestar de todos los colombianos”.
Cabe recordar que las disidencias de Iván Mordisco y la Segunda Marquetalia dialogan con el Gobierno Petro mientras se adueñan de territorios en todo el país. Este es el mapa:
“Aquí quienes mandan son los muchachos (disidencias de las Farc)”. Esta es la contundente afirmación de Raúl —nombre ficticio por seguridad—, presidente de una junta de acción comunal en Caquetá. La frase refleja la ausencia de control de la fuerza pública en regiones conflictivas del país, donde está disparada la extorsión.
Quienes imponen las normas de convivencia son las mafiosas disidencias de las Farc de Iván Mordisco e Iván Márquez, hoy en negociaciones de paz. Documentos de inteligencia muestran cómo las disidencias, con cerca de 4.000 hombres, son las que mandan en zonas del Meta, Caquetá, Huila, Cauca y Valle del Cauca; ordenan acciones criminales, cobran vacunas y dictan su ley.