El paso por la vía al Llano fue habilitado pasado el mediodía de este miércoles 28 de septiembre, luego de que estuviera cerrada durante la mañana por el volcamiento e incendio de un camión que transportaba combustibles.

Los bomberos de Chipaque, Une y Cáqueza, Cundinamarca, atendieron la emergencia que ocurrió en el kilómetro 18 y obligó a detener el paso de vehículos en ambos sentidos. El capitán Álvaro Farfán, delegado del Cuerpo de Bomberos de Cundinamarca, confirmó que el conductor, de quien hasta el momento no se ha podido corroborar su identidad, falleció producto del accidente; las causas que originaron el volcamiento del tractocamión son motivo de investigación.

El incendio preocupó a las autoridades ambientales, pues las llamas consumieron parte de la vegetación del sector en donde se ocasionó la emergencia. La columna de humo negro fue tan amplia que se lograba ver desde lugares alejados al sitio del accidente.

Así mismo, durante el volcamiento, el líquido inflamable que transportaba el camión se dispersó en la zona a través de los resumideros de agua, por lo que las llamas ganaron terreno mucho más fácil.

Farfán también explicó que el accidente se presentó sobre las 8:40 a. m., provocando, inicialmente, un incendio vehicular. A la emergencia reaccionaron los socorristas de tres municipios aledaños a la zona del accidente.

Desde julio opera el tramo Chirajara-Fundadores

Por otro lado, seis meses antes de lo previsto entró en operación el tramo Chirajara-Fundadores, una vía moderna y segura de 32 kilómetros que incluye retornos y lazos de empalme, por la que transitarán carros particulares, buses y vehículos de carga.

“Llevamos medio siglo esperando este momento. La vía Bogotá-Villavicencio es la carretera más importante de la Orinoquia colombiana. Esa es la vía del pasado, del presente y del futuro. A través de ella, todos los productos de un departamento rico en agroindustria llegarán más rápido y fácil al resto del país y habrá más turismo. Los beneficios son grandes”, aseguró el gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga.

La obra estuvo a cargo de Coviandina, filial de Corficolombiana y el Grupo Aval, la cual llevó a cabo la construcción de este proyecto desde 2010 mediante la figura de asociación público-privada (APP). Es uno de los corredores modelo de Latinoamérica, que consiste en 25 kilómetros origen-destino, seis túneles que equivalen a 10,5 kilómetros, 27 puentes que suman 5 kilómetros de longitud y 9,5 kilómetros de vías a cielo abierto.

Este tercer tramo, que comienza en Chirajara y termina en Los Fundadores, en Villavicencio, fue un desafío de ingeniería, precisa Ricardo Postarini, gerente general de Coviandina. Y no es para menos: la vía se construyó entre dos cordilleras y comienza a una altura y termina en una menor. Por eso, los ingenieros debieron enfrentarse a dificultades topográficas, geológicas, de accesibilidad a las obras en la calzada existente y en la nueva, así como a la ejecución de los trabajos sin afectar la movilidad. Finalizadas las obras, la concesión tendrá a su cargo el mantenimiento del corredor.

“Si en la vía algo llegara a fallar, un puente, un alud o cualquier otro problema, de día o de noche, debemos atenderlo. Es nuestra responsabilidad construir o reconstruir lo que sea necesario, a nuestro costo”, puntualizó Postarini.

Para Corficolombiana, esta vía es ejemplo de que las cosas se pueden hacer bien y de que el país tiene la capacidad de construir vías que son un referente. La inversión fue cercana a los dos billones de pesos, de los cuales la nación no comprometió vigencias presentes ni futuras. Todos los recursos fueron financiados ciento por ciento por Corficolombiana, una empresa del Grupo Aval.