Aunque el 95 por ciento de la población colombiana cuenta con aseguramiento en salud, los expertos que participaron en el panel ‘Sistema de salud y leucemia linfocítica crónica, una mirada de aliados estratégicos’ afirmaron que entre la atención de pacientes del régimen contributivo y del régimen subsidiado existen grandes inequidades. La falta de innovación en los tratamientos y la fragmentación en la atención de la enfermedad son algunas de las problemáticas expuestas.
Yolima Méndez, presidenta de la Fundación Colombiana de Leucemia y Linfoma, señaló que “son preocupantes las inequidades de los pacientes con cáncer a la hora de recibir atención y, desafortunadamente, influyen en el desenlace de la enfermedad”. Méndez también advirtió que buena parte de los pacientes no tienen una integralidad en la atención, es decir, no reciben de manera idónea y oportuna tratamiento.
Esta afirmación la respaldan cifras como la revelada por el Observatorio Interinstitucional de Cáncer de Adultos (Oica). En su sexto estudio de barreras de acceso en cáncer, 24,3 por ciento de los pacientes no reciben un tratamiento integral. Un porcentaje que, incluso, puede ser mayor debido a la evidente reducción de acciones de prevención, exámenes de diagnóstico y tratamientos durante la pandemia.
Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud, explicó que antes de la pandemia Colombia presentaba mejoras en la detección temprana de las enfermedades oncológicas debido a las pruebas de tamización poblacional. Sin embargo, debido a la emergencia sanitaria, el inicio del tratamiento se ha visto detenido o entorpecido. “Tenemos un indicador en la dificultad de acceso continuo y de calidad a los servicios de salud, de brechas importantes en ese acceso, que tiene que ver con la suficiencia de las redes y con la disponibilidad y las capacidades del talento humano”. Y, añadió, es fundamental mejorar en todo el sistema de incentivos para el pago de servicios en cánceres.
Una premisa que compartió Juan Gonzalo López, presidente de Salud Total, quien llamó la atención sobre la necesidad de “aplicar los incentivos de la manera correcta. El papel de los aseguradores es clave para gestionar el riesgo de la enfermedad”.
Durante el evento, también se reflexionó sobre los resultados en el futuro si no se toman las medidas oportunas para solucionar este problema de salud pública. Sin duda, explicaron los participantes de este encuentro organizado por Foros Semana, tendrá un efecto en la supervivencia de las personas a la enfermedad.
Por otro lado, se destacó la innovación tecnológica en los tratamientos oncológicos. Humberto Martínez, hematólogo-fellow del Centro de Cáncer Princess Margaret de la Universidad de Toronto, puntualizó en que la innovación del tratamiento del cáncer en Colombia debe estar orientada hacia la búsqueda de una organización clínica sobre lo administrativo. Es decir que los grupos clínicos sean quienes lideren los procesos en patologías específicas, en los que los especialistas definan los medicamentos que deben tener regulación en las distintas fases de la enfermedad. “Con esto se logra un gran avance en aras de invertir bien los recursos y que estén orientados por expertos clínicos en cada patología, y no solamente respondan al tratamiento del cáncer como si fuera una sola enfermedad”.
Asimismo, López lo enfatizó como un deber de los aseguradores para mejorar la detección y la atención de la enfermedad. “Hay que hacer el análisis de lo que realmente es una innovación. Es importante saber cuál es el resultado de esa tecnología para saber si al final esa inversión es significativa”. Además, insistió en la necesidad de mejorar el acceso para que esas tecnologías puedan beneficiar a los pacientes de manera igualitaria.
El panel concluyó con la necesidad de avanzar en un sistema de salud sociosanitario que permita combatir la inequidad y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.