El paseo millonario del que fue víctima un militar israelí que llegó a Medellín para pasar una temporada de vacaciones, fue el quiebre para una temida organización que se dedicaba a secuestrar y a robar a extranjeros.

El Gaula de la Policía destinó un operativo especial para capturar a los presuntos integrantes de la red. | Foto: Policía

Sobre el caso del israelí, se conoció que esté logró una cita con una hermosa mujer a través de una aplicación. En medio del coqueteo, el militar accedió a verse con ella cuando llegara a Medellín. Estando en la ciudad de la eterna primavera, el extranjero le dijo a su enamorada virtual que se vieran, a lo que ella accedió.

Mientras que él creía que iba a pasar un momento agradable con la mujer que había conocido a través de internet, ella, por el contrario, sabía que el militar sería una víctima más de esta tenebrosa organización, conformada por jóvenes universitarios y de clase media alta.

El extranjero fue recogido por la mujer, quien le dijo que tenía un conductor de confianza que la transportaba a ella a todos los lados porque Medellín era inseguro. El militar no desconfió de la versión que le daba su aparente conquista.

Según la Policía, todos los integrantes de la red fueron enviados a prisión. | Foto: Policía

La mujer recogió al militar en el barrio El Poblado en el vehículo de confianza de ella. Lo que no sabía el hombre era que ese carro estaba siendo escoltado por otro en el que viajaban quienes después le harían pasar la peor pesadilla de su vida.

Luego de subirse en el vehículo y encontrarse con la mujer, los tres, conductor, extranjero y mujer iniciaron el recorrido. A pocas cuadras de haber iniciado la marcha, apareció el otro vehículo del que se bajaron tres sujetos y se montaron en el carro donde iba el extranjero.

Al militar lo mantuvieron secuestrado por al menos cuatro horas, llevándolo de cajero en cajero. Lograron retirar cerca de 20 millones de pesos. En un descuido de sus victimarios y al ver una patrulla de policía, el extranjero hizo que se estrellaran. Esta acción llamó la atención de los uniformados, quienes, luego de darse cuenta de que el extranjero estaba siendo atracado, capturaron a tres personas.

Hasta ese momento, todo parecía un caso aislado, hasta que los investigadores de la Policía conocieron que, meses antes, había ocurrido un hecho similar en Medellín. En este caso, la víctima, un ciudadano norteamericano, había muerto.

Dinero, tarjetas y otros elementos que serían de las víctimas extranjeras de peso millonario en Medellín. | Foto: Policía

Para el mes de febrero del 2023, en Medellín se había presentado el crimen del ciudadano Sueco Kyle Alexander Mackenzie, de 34 años. Al indagar sobre el caso, los investigadores que asumieron el proceso del israelí, encontraron que Mackenzie había conocido también a una mujer por internet, se había encontrado con ella y luego había sido víctima de paseo millonario.

La modalidad era la misma, golpear sin compasión a sus víctimas para que entregaran las claves de las tarjetas, para lo que usaban pistolas traumáticas. Con estas causaban lesiones a los extranjeros cuando se oponían a entregar el dinero y la información bancaria.3

En el caso del Sueco, la red, además de secuestrarlo, había enviado un mensaje a uno de sus amigos en Estados Unidos diciéndole que lo tenían secuestrado y que les tenían que pagar 2.000 grandes, haciendo alusión posiblemente a dólares.

Dinero que era retirado, al parecer, luego de cometer los paseos millonarios. | Foto: Policía

Al conocer lo que había pasado, los investigadores, tras obtener información sobre dónde se estaba quedando el sueco, revisaron las cámaras de seguridad de la zona y observaron que el sujeto salió de un edificio en el barrio Provenza y tomó un vehículo de color rojo (con placas falsas) que recorrió Sabaneta y Bello, Antioquia.

Igual que en el caso anterior, dos vehículos eran parte del plan criminal. En uno iba la víctima y los ladrones, y en otro quienes iban a los cajeros automáticos para retirar el dinero que se encontraba depositado. Pero en este, al parecer, por algún sistema de seguridad que tenía el sueco, los cajeros no entregaron dinero.

Como no le daban el dinero y el amigo tampoco depositó los 2.000 grandes, los criminales, luego de haberlo golpeado hasta la saciedad, lo dejaron tirado en el sector de Belén Alta Vista, por el cerro de las Tres Cruces. Mal herido, el extranjero fue trasladado a un hospital de la zona, donde falleció como consecuencia de las heridas.

Los delincuentes, según se demostró en la investigación, con las armas traumáticas le generaban las heridas a las víctimas y luego, en esos puntos, los chuzaban con destornilladores y otros elementos puntiagudos para que entregaran la información bancaria.

Con dos casos bajo la misma modalidad, los investigadores sabían que se trataba de una organización criminal por lo que decidieron profundizar en la investigación. La indagación le arrojó a los policías varios números de celular que fueron cotejados con el caso del militar israelí, generando coincidencia en uno de los abonados telefónicos, es decir, un mismo número coincidía con los dos casos.

Los presuntos integrantes de una de las más tenebrosas redes de paseo millonario de Medellín. | Foto: Policía

Como en el caso del militar israelí habían sido capturadas tres personas, el trabajo era ahora establecer de quién era el número que coincidía en los dos atracos a los extranjeros. De manera paralela, la Fiscalía había ordenado que se le hiciera una prueba biológica al carro que había sido inmovilizado en el caso del militar israelí, encontrado nueve rastros de sangre diferente.

Con estas pistas y el reconocimiento facial que hizo el israelí de sus agresores, uno de los capturadores decidió colaborar con las autoridades y abrió la caja de pandora del crimen. El informante le dijo a los investigadores cómo estaba conformada la banda y cuál era el modus operandi.

Les explicó como seleccionaban a sus víctimas en las aplicaciones de citas. Les dijo a los investigadores que las víctimas tenían que ser personas extranjeras, que lucieran cadenas de oro o fotos con animales exóticos, es decir, que demostraran poder adquisitivo.

El soplón también les dijo a los policías que los integrantes de esta red eran jóvenes acomodados económicamente o, como se dice popularmente, hijos de papi y mami. Estudiaban en reconocidas universidades carreras como derecho y administración de empresas.

Los cerebros de la red, reclutaban a mujeres de sectores de escasos recursos, algunas menores de edad, para que sirvieran de gancho con los extranjeros y ellas abrieran los perfiles con sus fotos en las aplicaciones de citas. Como uno de los integrantes de la red era DJ, según la investigación, aprovechaba las fiestas electrónicas para reclutar jóvenes, hombres y mujeres para los paseos millonarios a los extranjeros.

También tenían diseñada una estrategia para usar el dinero que le robaban a los extranjeros, con el que compraban oro y electrodomésticos de alto valor. El informante le reveló a las autoridades que eran 19 personas las que conformaban la red de crimen.

SEMANA conoció un audio en el que, en mensaje cifrado, hablan de un secuestro. “Tenemos al man del evento (paseo millonario), lo tenemos en una finca en Copacabana. Compramos 13 millones de pesos en tecnología (...) estoy en este momento con una tarjeta en el bolsillo que tiene como 70 palos para gastar. (...) Me fui a comprar oro, pero me pidieron la cédula del man y el rut y yo no se qué”, dice la conversación entre integrantes de la banda criminal.

Para poder consolidar el caso, los investigadores recopilaron las denuncias que se encontraban engavetadas en la Fiscalía con hechos similares, llevándose una gran sorpresa. Diez extranjeros de Canadá, Chile, Japón, China, Irán, Reino Unido y Estados Unidos había reportado que habían sido víctimas de paseo millonario bajo la misma modalidad.

Con información más concreta, los investigadores lograron obtener otra interceptación en donde uno de los integrantes de la red dice: “Esos maricas tan huevones, cómo se van a dejar caer así”. Dentro del expediente al que tuvo acceso SEMANA, el delator les reveló a las autoridades que el modus operandi era usar mujeres bonitas y menores de edad para seducir a los extranjeros; luego los recogían en un vehículo escoltado por otro en el que iban quienes golpeaban a las víctimas y luego los dejaban tirados en potreros.

El nuevo informante de las autoridades les dio los nombres de cuatro de los principales integrantes de la red. En medio de la investigación, el Gaula de la Policía, que lideró el caso, encontró que estos sujetos usaron 16 carros para los paseos millonarios y tenían datáfonos electrónicos.

Coronel Giovanni Cristancho, director del Gaula, lideró el caso en el que fueron capturados los jóvenes universitarios que, al parecer, conformaban una temida red de paseo millonario en Medellín. | Foto: Policía Metropolitana de Villavicencio

Para reclutar nuevos integrantes para la red, según el informante, ellos acostumbraban a hacer fiestas en yates en Cartagena, en donde consumían estupefacientes y licor, y mostraban una vida llamativa para los jóvenes con los que se reunían.

Con la información consolidada, las pruebas dentro del proceso, y el testimonio del informante y de algunas de las víctimas, el Gaula de la Policía le pidió a la Fiscalía que expidiera las ordenes de captura para detener a los señalados del terrible crimen que tenía azotado a Medellín.

Al final, las autoridades capturaron a 14 personas entre los 16 y 30 años de edad, entre ellas, un colombo americano, quienes tendrán que responder por los delitos de homicidio, secuestro, concierto para delinquir, hurto e instrumentalización de menores de edad. Esto les podría suponer penas superiores a los 40 años de prisión.

El coronel Giovanni Cristancho, director del Gaula de la Policía, dijo que los delincuentes ”obtuvieron rentas ilícitas producto del secuestro en un año por un valor de mil millones de pesos, aproximadamente. Utilizaban armas de fuego y armas blancas para atacar a las víctimas y doblegarlas, obligándolas a entregar sus pertenencias, las claves de cuentas bancarias y tarjetas para realizar retiros, transferencias y compras”.