Setenta y dos horas de horror fueron las que vivió una joven comerciante de Bogotá que se dejó convencer en su momento de un ‘amable’ sujeto para que hicieran negocios. Para concretar la transacción, el sujeto convenció a la comerciante que viajará a Tumaco, Nariño, para entregarle el dinero que estaba dispuesto a invertir en el negocio.
Ilusionada porque impulsaría su negocio, la mujer emprendió vuelo hacía el pacífico colombiano, llegando al municipio de Tumaco, en donde fue recibía en el aeropuerto por uno de los supuestos socios del hombre con el que ella había entablado la negociación.
A partir de ese momento inició la peor pesadilla para esta mujer. Según el Gaula de la Policía, “los hechos se presentaron el pasado 23 de septiembre del año en curso, cuando la comerciante se desplazó desde la capital del país hasta el departamento de Nariño, donde llevaría a cabo varias diligencias personales, pero que, tras su llegada al aeropuerto de Tumaco, su familia perdió contacto con ella, situación que los alertó, pues no era costumbre que dejara pasar tanto tiempo sin comunicación”.
Agregó la autoridad antisecuestro que luego de la inusual desaparición de la comerciante, su hija comenzó a recibir las llamadas atemorizantes de los secuestradores de su mamá. “La hija de la víctima, quien se encontraba en Bogotá, recibió una llamada en la que le manifestaron que su progenitora había sido secuestrada por el frente 30 residual de las Farc, y que necesitaban 300 millones de pesos para dejarla en libertad o atentarían contra su vida”, explicó el Gaula.
Lo aterrador del caso estaba por venir. La hija de la comerciante además de las llamadas intimidatorias que le hacían los criminales, recibió videos en donde aparecía su mamá amarrada de pies y manos, donde era golpeada con un machete por un sujeto, quien además amenazaba con cortarle las manos sino pagaban el rescate.
El coronel Giovanni Cristancho, director del Gaula de la Policía, dijo que, “la joven se dirigió hasta las instalaciones del Gaula para interponer la denuncia, dando inicio a todo un despliegue operacional donde los uniformados Nariño se desplazaron hasta el aeropuerto de Tumaco para revisar varias horas de grabación, identificando que la comerciante había llegado a eso de las 7:17 de la mañana y tomó una motocicleta que la llevó hasta un almacén ubicado en el centro del municipio”.
Acto seguido explicó el oficial que, “a través de videos y audios donde se veía como la amenazaban con un machete, los delincuentes presionaban a la familia para que consignaran el dinero, manifestando que le cortarían sus brazos o pasarían a hechos mayores si se negaban a pagar por su liberación”.
Con el tiempo corriendo en su contra, el Gaula durante 72 horas desplegó sus capacidades técnicas a través de labores de campo, entrevistas y seguimientos para dar con el paradero de la secuestrada y los criminales. “Fue así como lograron establecer que, parte de los recursos consignados para su rescate serían retirados por la propia víctima en una sucursal de giros en Tumaco, razón por la cual se dispuso una vigilancia permanente a cada una de sus sedes”, dijo el Coronel Cristancho.
Añadió el oficial que, “para día lunes 23 de septiembre, la mujer llegó hasta la sucursal de giros ubicada en el sector conocido como el Pindo, estaba acompañada por uno de sus captores quien la vigilaba de cerca, de inmediato los uniformados reaccionaron logrando su captura y el rescate de la mujer sana y salva”.
Sobre terminó ella en Tumaco, dijo el Coronel que, “se pudo establecer que la mujer había mantenido contacto con una persona a través de mensajes, quien se ofreció a prestarle dinero con el que haría compras para surtir su negocio en Bogotá; el sujeto le manifestó que enviaría hasta el centro a una persona para recogerla con el supuesto de llevarla hasta donde él se encontraba”.
Por este grave caso de secuestro una persona fue captura y la policía se encuentra tras la pista de los otros partícipes del hecho.