El nivel de crueldad y de descaro en Bogotá aplica a los delincuentes dedicados a esopolaminar a sus víctimas, secuestrar, torturar y hasta asesinar. La Fiscalía obtuvo varios audios con la prueba de esa barbarie miserable: criminales que planean y se burlan de las futuras víctimas. El cabecilla fue capturado, pero el resto de la banda sigue libre.
En Bogotá fue secuestrado un mayor retirado de la Policía y aun, en esa condición, no recibió la atención de la institución a la que tanto le entregó. Tuvo que ser la Fiscalía y el Cuerpo Técnico de Investigaciones - CTI, los encargados de adelantar un proceso, recibir la denuncia y capturar a los responsables.
El caso ocurrió en el quinto mes del año y 15 días después la banda ya estaba identificada. Incluso en las conversaciones que tenían por celular los criminales celebraban sus fechorías. Lo hacían mientras planeaban nuevos atracos, mediante la misma modalidad: escopolamina.
En un primer audio, alias Payaso, cabecilla de la banda, interpreta el papel de una recepcionista y juega con su cómplice. Le ofrece “dormir por tres días” en una clara burla a las víctimas de la escopolamina. El otro delincuente, de una forma vil y descarada, lo invita a “tomasiar”, en otras palabras, a escopolaminar personas.
- Payaso: Aló buenas noches, con quién tengo el gusto
- NN: Con Miami.
- Payaso: ¿Qué más amigo, qué necesita?… ¿Qué servicio está interesado?… ¿te quieres dormir tres días?
- NN: Jajajajajaja
- Payaso: ¿Qué pasó?…. Alo muy buenas noches… ¿con quién tengo el gusto?
- NN: Un favorcito para irnos a tomasiar un ratico.
- Payaso: Ay qué lindo… siga hablando de eso.
- NN: Jajajajaja Triple hijodeputa qué anda haciendo.. vamos a alquilar el otro carro, un Spark GT.
- Payaso: ¿Y por qué el otro qué pasó?
- NN: Pues para irnos en dos latas socio.
En la misma conversación, alias Payaso le pregunta a su cómplice sobre el número de delincuentes que estarán en el siguiente robo. Es ahí donde queda clara la dinámica criminal: más de seis personas participan de un sólo hecho criminal, tres carros, armas, mujeres, escopolamina. Todo para una víctima.
- Payaso: Es que cuánta gente va.
- NN: pues vamos nosotros
- Payaso: vamos seis, vamos cinco.
- NN: Que lleváramos a alguien más
- Payaso: A quién más va a llevar.
- NN: Vamos a llevar a otro socio
- Payaso: ¿Cuál?
- NN: Fredy o si no al Valentín.
- Payaso: Hágale… venga, usted cuánto se demora pirobo o si no la madre me voy a tomar un cubetazo en el búnker
- NN: Coma mierda, madure que ya salimos de acá… Vamos en camino para allá.
- Alias Payaso: Hágalo ya le hago videollamada.
La Fiscalía logró hacerles seguimiento y capturaron a Payaso, el hombre que, con una víctima reducida, escopolaminada y bajo amenaza, posaba de capo barato. Golpea a las víctimas para que entreguen las claves bancarias y luego las abandonan en parajes desolados en localidades como Suba.
Ahora y capturado, alias Payaso, que se veía tan peligroso, pide a la Fiscalía una oportunidad de delatar a sus cómplices con tal de salvar algo de responsabilidad. Se sumerge en un grito desesperado por evitar su reclusión en una cárcel, a la que claramente le tiene pánico.
Los audios se convirtieron en la prueba de un entramado criminal que en ese momento era un juego para los delincuentes y que ahora, la evidencia que los acaba. La Fiscalía logrará la captura del resto de la banda, gracias a que, su cabecilla, entrega la información para detenerlos.