El embajador de Estados Unidos en Colombia, Francisco Palmieri, habló extensamente con SEMANA. En dialogo con la directora, Vicky Dávila, el diplomático explicó la situación de Iván Márquez ante la justicia de ese país.

¿Todavía la justicia de Estados Unidos busca a Iván Márquez?, le preguntó la periodista. La repuesta del embajador fue contundente: Si. ¿Lo buscan por narcotráfico?, nuevamente un rotundo sí. Sobre si le parece correcto que después de firmar la paz en La Habana, hoy se esté planteando incluir a los desertores del proceso en la Paz Total, el embajador también dio una respuesta. “El Gobierno quiere una paz total, hay que hablar con la gente y los grupos que puedan llegar a ese acuerdo con el Gobierno”, agregó.

El embajador también se refirió a Jesús Santrich. “Es un caso viejo y ya no hay mucho para decir”, dijo el diplomático. Aseguró que al final “entiendo que la Corte Suprema autorizó su extradición y lo iban a extraditar, y logramos lo que queríamos lograr con él”.

Sobre la pregunta de si está muerto, el embajador dijo: “Sí, entiendo que sí... No tengo todos los datos porque eso pasó hace mucho tiempo. Me han informado que sí está muerto”

Palmieri aseguró que “queríamos extraditarlo para llevarlo a los tribunales de Estados Unidos”.

2109 | Foto: Semana

El embajador también habló de la controversia que se generó en su momento por la participación de la cooperación judicial de Estados Unidos en ese caso. “No fue en ningún momento un entrampamiento. Hay muchos miembros de las Farc armados que han reincidido en sus actividades ilícitas, y en este caso es bien claro: no hubo un entrampamiento”, dijo.

“Era un narco”, concluyó.

Lea la entrevista completa:

VICKY DÁVILA: El presidente Gustavo Petro dijo que Estados Unidos está “arruinando todas las economías del mundo”. ¿Es así?

FRANCISCO PALMIERI: El Gobierno de Estados Unidos está enfocado en fomentar el crecimiento económico mundial. También sabemos que en todos los países hay tiempos difíciles, económicamente hablando. No se trata de echarle la culpa a un país o a otro. Lo más importante es que estamos trabajando con la comunidad internacional para solucionar los retos económicos.

V.D.: O sea, ¿no es cierto lo que dijo el presidente Petro?

F.P.: No es cierto, por supuesto.

V.D.: Embajador, el dólar en Colombia se disparó. ¿Qué piensa?

F.P.: Cada país está enfrentando una crisis económica diferente. Aquí, por el alza del dólar, se está creando un ambiente que preocupa a mucha gente. Nos preocupa a nosotros también, como socios económicos de Colombia, y estamos viendo cómo podemos ayudar al país en este momento.

V.D.: El banco J. P. Morgan ha sido bastante crítico con el gobierno Petro y lo ha responsabilizado de lo que está pasando con el dólar. ¿Está de acuerdo?

F.P.: Todos los bancos tienen su perspectiva. Veo a un Gobierno y a un presidente que están planteando una transformación del país y trabajando a través de unas reformas, como la tributaria, para crear las condiciones necesarias. Veo al Gobierno trabajando duro en eso.

V.D.: ¿Pero qué creen? ¿Que, aparte de los factores externos, el presidente Petro sí es el responsable de lo que está pasando con el dólar o no?

F.P.: Bueno, estás hablando con un diplomático y no con un economista (risas). Esta situación económica bastante compleja tiene a un nuevo Gobierno que está planteando su proyecto. Debemos darles la oportunidad de hacer ese trabajo y ver a dónde llegamos.

V.D.: ¿El Gobierno de Estados Unidos confía plenamente en el presidente Petro?

F.P.: Yo confío en el presidente Petro, tiene una visión, está dedicado a mejorar el país, a crear un ambiente de mucha esperanza, pero hay que darle tiempo. No ha llegado a los 100 días. Confío en que van a trabajar duro en eso.

V.D.: El gobierno Petro anunció que pidió formalmente a Estados Unidos que se retire la visa de turista para los colombianos. Con toda sinceridad, ¿es posible?

F.P.: Todo es posible en este mundo. Comienza ahora un proceso en Washington para revisar las condiciones y los requisitos. Tardará un tiempo, pero todo es posible.

V.D.: ¿Se demorará mucho?

F.P.: No puedo saber con exactitud cuánto tiempo tardará, pero no es algo de meses. Será algo de años.

V.D.: Y si no es un imposible, es algo que puede ocurrir…

F.P.: Todo es posible en este mundo.

V.D.: ¿Cuáles son los requisitos para que un colombiano pueda ir a hacer turismo a Estados Unidos sin visa?

F.P.: Uno de los requisitos más importantes es la cantidad de personas que han tenido visa, viajan al país y regresan. También hay una cantidad de colombianos que llega a Estados Unidos y se queda. Todo eso es parte de un proceso de revisión de este tipo de pedidos.

V.D.: ¿Podría no darse durante este Gobierno en Colombia?

F.P.: No sé cuándo vamos a lograr una evaluación final sobre este tipo de pedidos, porque requiere tiempo, expertos en Washington revisando cifras y números. Pero también hay pasos que podemos tomar juntos, que no es exactamente la eliminación de la visa, pero sí crear condiciones de confianza del movimiento de personas.

V.D.: Esta petición se hace en un momento en el que la ONU dice que hay 204.00 hectáreas de coca sembradas. ¿Les preocupa eso?

F.P.: Creo que compartimos la misma visión: el cultivo de coca a largo plazo no es bueno para cualquier país. Poco a poco, estamos teniendo buenas conversaciones con el Gobierno sobre cómo podemos diseñar una política antinarcóticos que combata el problema de una manera más efectiva.

V.D.: ¿Comparten lo que dijo el presidente Petro en la ONU, en el sentido de que la lucha antidrogas fracasó?

F.P.: Su perspectiva es que fracasó y se ha dicho mucho sobre el porqué. En Estados Unidos hay algunas cosas que estamos haciendo para reducir la demanda y pensar en una manera más creativa e innovadora que restrinja ese flagelo mundial que es el narcotráfico. Aquí estamos escuchando y buscando la manera sobre cómo podemos trabajar con el nuevo Gobierno.

V.D.: Esa es la perspectiva del presidente Petro, que ha fracasado esa lucha antinarcóticos. ¿Pero cuál es la de Estados Unidos? ¿Fracasó o no?

F.P.: Con más de 100.000 personas muriendo en Estados Unidos por narcotráfico, no puede ser que sea exitoso. Pero la administración del presidente Biden está revisando e implementando mejores programas para controlar ese problema. Entendemos lo que ha dicho el presidente del fracaso, pero creemos también que con él y el nuevo Gobierno podemos trabajar juntos para atacar este problema.

V.D.: ¿Están tranquilos con que el presidente haya anunciado un cambio en el modelo de extradición?

F.P.: En las conversaciones privadas que hemos tenido con el presidente y varias delegaciones del Ejecutivo y del Congreso hemos discutido eso. Están claras las diferentes decisiones que va a tomar el Gobierno frente a diferentes grupos para la extradición y es algo con lo cual podemos trabajar.

V.D. ¿O sea que se sienten cómodos?

F.P.: Estamos trabajando con el Gobierno, tenemos muy buenos diálogos con ellos y hay un entendimiento, tenemos que seguir hablando de cómo va a funcionar eso. No es si estamos cómodos o incómodos. Somos dos países amigos.

V.D.: Entonces, ¿negocian o conversan?

F.P.: Trabajamos juntos.

V.D.: ¿Pero hay líneas rojas o no?

F.P.: Bueno, un paro total de la extradición perjudicaría las relaciones, la cooperación, la aplicación de la ley, pero no creo que estemos en ese camino.

V.D.: Es decir, si no hay más extradiciones, habría un problema.

F.P.: Un inconveniente donde tendríamos que discutir más a profundidad y entender por qué estamos parando todas las extradiciones. Hasta el momento, siguen las extradiciones y el gobierno del presidente Petro está trabajando en eso con nosotros.

V.D.: ¿Fumigación con glifosato: sí o no?

F.P.: Por decisión de la Corte Constitucional, no. Respetamos la dirección que ha tomado Colombia en ese asunto. El glifosato es algo que se puede utilizar en el control de los cultivos de coca. Pero en este momento no es una oportunidad.

V.D.: En las épocas en las que se usó el glifosato en la lucha antidrogas en Colombia realmente hubo una reducción de los cultivos.

F.P.: Hubo una reducción muy significativa. En 2012 estábamos por debajo de 50.000 hectáreas. El uso del glifosato en aquel momento ayudó a eso. Pero después, por razones de salud, por preocupaciones de cómo se está administrando el problema, las cortes tomaron aquí una decisión.

V.D.: Ustedes respetan la decisión interna, ¿pero para Estados Unidos el glifosato es malo?

F.P.: Nosotros lo utilizamos.

V.D.: ¿O sea, para ustedes es bueno?

F.P.: Sí, y se utiliza en la agricultura en mi país y en Colombia también.

V.D.: ¿La posibilidad de legalizar la marihuana para adultos con fines recreativos en Colombia le preocupa al gobierno Biden?

F.P.: Sí, nos importa mucho. Pero como han visto, en Estados Unidos están evolucionando las políticas de la legalización del cannabis y se abren ciertas polémicas. No puedo sentarme a decir que Estados Unidos está prohibiendo esa legalización, está ocurriendo en el ámbito de los estados, mientras a nivel federal y a nivel ejecutivo todavía está prohibido.

V.D.: En este caso, ¿qué rige para las relaciones internacionales? ¿Lo que pasa a nivel federal o lo que pasa en cada estado?

F.P.: La decisión que tomará Colombia es una decisión soberana de sus órganos de Gobierno. Lo que es federal o estatal en Estados Unidos realmente no aplica aquí en Colombia.

V.D.: ¿Legalizar la marihuana podría afectar las relaciones entre los dos países?

F.P.: Todo puede afectar las relaciones con Estados Unidos. Pero en ese sentido estamos escuchando y evaluando lo que va a hacer el Gobierno, el Congreso y el camino que van a tomar.

V.D.: Hablemos de la cocaína. ¿Es un sueño pensar que Estados Unidos apoye la legalización?

F.P.: No. Eso no va a pasar.

V.D.: ¿Nunca?

F.P.: En este momento hay tratados internacionales, de los que hacemos parte, que prohíben la legalización. Se requiere un esfuerzo internacional para revisar esa legalización. Por el momento no estamos dispuestos a seguir esa línea.

V.D.: ¿Por qué?

F.P.: Porque es una crisis de salud. El impacto en los servicios de salud es profundo. La evidencia y los datos todavía no indican que es algo bueno para un país.

V.D.: Los expresidentes de Colombia, siempre que estuvieron en el cargo, mayoritariamente se opusieron a la legalización. Pero cuando dejaron el poder, algunos empezaron a defenderla. En este caso, Petro ha sido más proclive a la legalización.

F.P.: Él está planteando la idea de que debemos tener una discusión regional e internacional sobre el tema. Él cree que hay una mejor manera de enfrentar el problema del narcotráfico, pero no está tomando una línea para la legalización. Al contrario, el Gobierno y sus funcionarios han dicho que la legalización de cocaína no es una decisión que Colombia pueda tomar por sí sola.

V.D.: Me queda claro que Estados Unidos jamás apoyaría legalizar la cocaína. ¿Verdad?

F.P.: Sí, no estamos en eso.

V.D. Siempre a Estados Unidos le sacan en cara el consumo. ¿Por qué ese país se convierte en consumidor? ¿Qué dicen los estudios y análisis? ¿Por qué ocurre eso entre la población?

F.P.: La administración del presidente Biden ha hecho un tremendo esfuerzo para reducir la demanda y tratar la adicción. Creo que hay que enfocarnos en la respuesta de nuestro Gobierno a ese reto. El presidente Biden ha hecho esfuerzos y ha destinado recursos para combatir ese problema del consumo de drogas.

V.D.: Es algo que lleva décadas...

F.P.: No es una solución fácil, pero todos tenemos que trabajar en eso.

V.D. No quiero que vea esta pregunta como moralista, pero es interesante saber qué piensa el embajador de Estados Unidos en Colombia. ¿La droga es mala?

F.P.: La droga tiene un muy mal impacto en la salud de la gente, en su desarrollo humano. No veo algo bueno en las drogas. Para mucha gente es muy mala.

V.D.: Hay una corriente que ve la droga con otros ojos, como algo recreativo, pasajero y que no es tan trágico. ¿Esto es preocupante para el mundo?

F.P.: Por eso el planteamiento del presidente Petro es tan importante. No es diciendo sí o no. Lo que está proponiendo y planteando es que la droga en el mundo es un problema global. Debemos unirnos y conversar para ver si podemos buscar mejores caminos para enfrentar ese problema. En ese sentido, estamos muy dispuestos a escuchar las ideas y las nuevas perspectivas. Pero con la experiencia que hemos tenido, sabemos que no hay cosas buenas que vengan con las drogas.

V.D.: Como es natural, el Gobierno de su país apoya la búsqueda de una paz total en Colombia. ¿Cómo ven ustedes esa paz total desde la perspectiva del narcotráfico? ¿Qué inquietudes tienen?

F.P.: Respecto de la paz total, le digo que hay mucho mérito del Gobierno en la manera en que se está tratando eso. Está entendiendo que hay diferentes grupos y que hay que tratarlos de una manera diferente, y particularmente cuando se habla de grupos criminales multilaterales, ¿verdad? Que no tienen nada que ver con Colombia, que vienen de otros lados. Hay que evaluar cómo se negociará con ellos. Para nosotros, el Gobierno, cuando habla de paz total, está hablando que el país necesita una paz total y eso requiere que se trate con todos los diferentes grupos. Hay muchos que van a tratar de negociar. Pero con los grupos del narcotráfico, los grupos criminales, hay que tener en cuenta la impunidad, los derechos de las víctimas y pensar en cómo llegar a un sometimiento de ellos. Hay que tener en cuenta que hay muchos grupos que están detrás de ellos o esperando su oportunidad, y eso también es otro reto para el Gobierno.

V.D.: ¿Les preocupa entonces el tema de la impunidad en materia de narcotráfico en la paz total?

F.P.: Sí, claro, por supuesto.

V.D.: ¿No es conveniente?

F.P.: No, es algo preocupante.

V.D.: Embajador, ¿para Estados Unidos el ELN qué es?

F.P.: ¿El ELN? Está muy claro: es un grupo terrorista, está en la lista de terroristas.

V.D.: ¿Y qué piensan ustedes de que este Gobierno esté negociando con un grupo terrorista?

F.P.: El Gobierno tiene que manejar eso bajo su sistema legal y seguir un proceso si quiere llegar a la paz con un grupo como el ELN. Vamos a estar pendientes de cómo se desarrolla ese esfuerzo. Gobiernos colombianos han hablado con otros grupos muy parecidos al ELN.

V.D.: Con las Farc...

F.P.: Sí, y vamos a estar pendientes de cómo se desarrollan esos diálogos.

V.D.: ¿Ustedes están satisfechos con lo que ha pasado con las Farc después del proceso de paz?

F.P.: La implementación del acuerdo de paz es una de las prioridades aquí en el país. Recuerda que, durante la visita del secretario Blinken, firmamos un acompañamiento del capítulo étnico del acuerdo. Hemos invertido mucho dinero, casi un billón de dólares, en la implementación de ese acuerdo. Vamos a continuar con nuestro apoyo a la implementación. Estamos de acuerdo.

V.D.: El hecho de que no se conozcan condenas por parte de la Justicia Especial para la Paz (JEP), y sanciones efectivas contra los que fueron comandantes de las Farc, ¿qué opinión le merece?

F.P.: La JEP es bastante importante para concretar las metas del acuerdo, y creo que ha tomado muy en serio su responsabilidad y la hemos apoyado y vamos a continuar apoyando su trabajo.

V.D.: ¿Todavía la justicia de Estados Unidos busca a Iván Márquez?

F.P.: Sí.

V.D.: Y lo buscan por narcotráfico…

F.P.: Sí.

V.D.: Es decir, es un narcotraficante. En este caso, él firmó el acuerdo de La Habana y volvió a traficar drogas. Está en Venezuela y lo quieren integrar el proyecto de paz total. ¿Le parece correcto?

F.P.: El Gobierno quiere una paz total, hay que hablar con la gente y los grupos que puedan llegar a ese acuerdo con el Gobierno.

V.D.: ¿Quedaron frustrados en Estados Unidos porque no pudieron llevarse extraditado a Jesús Santrich?

F.P.: Es un caso viejo y ya no hay mucho para decir.

V.D.: ¿Pero les generó frustraciones o no?

F.P.: Al final del día, entiendo que la Corte Suprema autorizó su extradición y lo iban a extraditar, y logramos lo que queríamos lograr con él.

V.D.: Pero está muerto…

F.P.: Sí, entiendo que sí.

V.D.: ¿Y qué saben de esa muerte?

F.P.: No tengo todos los datos porque eso pasó hace mucho tiempo. Me han informado que sí está muerto.

V.D.: ¿Él debería estar en Estados Unidos en una cárcel?

F.P.: Queríamos extraditarlo para llevarlo a los tribunales de Estados Unidos.

V.D.: Embajador, le insisto mucho en el tema porque, aún hoy, incluso el presidente Petro es muy enfático en que a Santrich lo entramparon entre Estados Unidos y la Fiscalía de Colombia. ¿Eso es así?

F.P.: No fue en ningún momento un entrampamiento. Hay muchos miembros de las Farc armados que han reincidido en sus actividades ilícitas, y en este caso es bien claro: no hubo un entrampamiento.

V.D.: Era un narco.

F.P. Era un narco.

V.D.: Embajador, ¿cómo ve el restablecimiento de las relaciones entre el gobierno Petro y Nicolás Maduro?

F.P.: El Gobierno toma decisiones soberanas y, en este caso, con el régimen de Nicolás Maduro. Venezuela y Colombia comparten una larga frontera y hay mucha actividad económica que se espera por la reapertura. Pero, al mismo tiempo, esperamos que puedan señalar que la salida para Venezuela es democrática. Como Colombia está viendo los frutos de la democracia, pueden jugar un papel constructivo en Venezuela.

V.D.: Entonces, ¿ven con buenos ojos esa relación?

F.P.: (Risas). Vemos que el Gobierno tiene su planteamiento con Venezuela, está enfocado mucho en la economía y para los colombianos eso puede dar resultados, pero al mismo tiempo tienen una responsabilidad de proteger la democracia.

V.D.: Para Estados Unidos, ¿quién es Nicolás Maduro?

F.P.: Nicolás Maduro es el líder de un régimen que ha dejado atrás la democracia. Ha creado una situación que ha obligado a salir a millones de personas.

V.D.: ¿Es un dictador?

F.P.: ¿Nicolás Maduro? Por supuesto, sí.

V.D.: Y en ese caso, la justicia de Estados Unidos también lo busca.

F.P.: Sí.

V.D.: ¿O sea que es un criminal?

F.P.: Es perseguido por nuestro sistema de justicia.

V.D.: O sea, es un criminal…

F.P.: Está bajo algunos cargos en Estados Unidos y queremos llevarlo a la justicia.

V.D.: ¿Y algún día veremos preso a Nicolás Maduro en Estados Unidos respondiendo en las cortes?

F.P.: Es una buena pregunta, buena pregunta.

V.D.: ¿Qué ha pasado con Álex Saab?

F.P.: Está pendiente de cargos en Estados Unidos. Fue extraditado.

V.D.: ¿Y Piedad Córdoba?

F.P.: Yo no veo pendiente una extradición de ella.

V.D.: Embajador, ¿Estados Unidos estuvo enterado de lo que ocurrió en la campaña presidencial?

F.P.: ¿Cómo?

V.D.: Sí. Piedad estuvo visitando a los extraditables en las cárceles, ofreciéndoles la no extradición.

F.P.: No estuve aquí durante esa parte de la campaña (risas).

V.D.: Se salvó (risas).

F.P.: Estamos manejando la situación actual. Sobre lo que han dicho antes, vamos a evaluar las decisiones que tome el Gobierno ahora.

V.D.: ¿Está contento en Colombia?

F.P.: Estoy muy contento aquí.

V.D.: ¿Qué es lo que más le gusta de Colombia?

F.P.: Me encantan tantas cosas, la comida, el pueblo, la diversidad de la naturaleza. He estado en Santa Marta, el Tayrona, Tumaco, Necoclí, el Meta, conociendo todo el país. Uno de mis momentos favoritos fue el desfile de silleteros en Medellín. Hay mucho que hacer.

V.D.: ¿Comió bandeja paisa en Medellín?

F.P.: Ah, claro, por supuesto.

V.D.: ¿Ajiaco en Bogotá?

F.P.: Ajiaco, sí.

V.D.: ¿Y ha comido morcilla, chorizo, todo eso?

F.P.: Todo. No quiero entrar en pleitos con mucha gente, pero para mí la arepa de Bogotá es la mejor.

V.D.: Deliciosa, con queso, esa es como paisa.

F.P.: Sí.

V.D.: Embajador, ¿es cierto que su mamá es colombiana?

F.P.: Sí, ella es rola.

V.D.: ¡Qué maravilla!

F.P.: Salió del país en los años cincuenta y llegó a Connecticut, y está muy contenta de estar aquí visitándome, porque la casa de su familia era en la 77 con novena, solo a cuatro cuadras de aquí.

V.D. ¿O sea que usted tiene medio corazón colombiano?

F.P. Sí, claro, por supuesto.

V.D.: Y habla muy bien el español.

F.P.: Me defiendo.

V.D.: Antes de terminar, tengo que preguntarle por la Policía. ¿El Gobierno Biden estuvo de acuerdo con la salida de tantos generales?

F.P.: Confío en el director Sanabria y su capacidad de dirigir la Policía efectivamente.

V.D.: Bueno, me quedo ahí. Embajador, gracias, usted es muy amable.