El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) emitió un nuevo comunicado especial en el que señala que continúa la vigilancia de una onda tropical ubicada actualmente sobre el este del mar Caribe, y que se espera se desarrolle gradualmente para formar una amplia zona de baja presión hacia el final de la semana.

De acuerdo con la autoridad, por la formación de esta onda tropical en amplios sectores del mar Caribe colombiano se han registrado condiciones mayormente nubladas y las precipitaciones más intensas se han registrado en sectores como el golfo de Urabá y en San Andrés islas y sus alrededores, así como en el centro y occidente del área marítima nacional.

Con información del Centro Nacional de Huracanes, de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, el Ideam destacó que “se espera que el sistema se siga desplazando al oeste desde el noroeste del mar Caribe. Por lo anterior, seguiremos monitoreando e informando cualquier cambio que se suscite ya sea de fortalecimiento o debilitamiento, aunque destacamos que actualmente no existe posibilidad de afectación directa para el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina”.

Junto a esto, se precisó que la probabilidad de formación ciclónica es del 70 % para los próximos cinco días, “condiciones que podrán favorecer el aumento de la nubosidad y las lluvias con probables tormentas eléctricas y vientos localmente fuertes”.

Estas condiciones se presentarían principalmente en la región Caribe, incluidos los golfos de Morrosquillo y Urabá, norte de los departamentos andinos y áreas de la Orinoquia. En el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina son probables lluvias entre moderadas a fuertes.

Por su parte, la Dirección General Marítima (Dimar) señaló que el movimiento de esta onda tropical al oeste reporta una velocidad media de 10 nudos, es decir, 18,5 kilómetros por hora.

El paso de la onda, según esta autoridad, “se ubica al norte de Venezuela, fortaleciendo los vientos alisios producto de la interacción de un sistema de altas presiones ubicada al norte del océano Atlántico con el sistema de baja presión alta de Panamá, con vientos en 37 y 48 kilómetros por hora y una altura del oleaje de 2,5 metros afectando principalmente a Puerto Bolívar, Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, San Andrés y Providencia. Sin embargo, se espera que para las próximas 24 horas estas condiciones de viento y oleaje disminuyan progresivamente”.

Atención de la emergencia invernal en La Mojana

Desde el fin de semana esta zona del país se ha visto altamente afectada por las fuertes lluvias y el desbordamiento del río Cauca, dejando en situación de alerta a miles de familias, en especial en el municipio de Guaranda, Sucre, que tuvo inundaciones prolongadas tanto en la zona rural como en la urbana.

Este martes se realizó en San Marcos, Sucre, un Consejo de Gestión del Riesgo departamental ampliado en cabeza del gobernador Héctor Olimpo Espinosa, el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, la gerente del Fondo Adaptación, Raquel Garavito; los alcaldes de los municipios afectados por las inundaciones, las entidades del Sistema de Gestión del Riesgo y la comunidad.

El Consejo, según la UNGRD, tuvo como propósito evaluar las acciones implementadas para la respuesta y atención de las más de 6.500 familias afectadas por las inundaciones que deja el aumento del caudal de los ríos San Jorge y Cauca en esta zona conocida como La Mojana sucreña que impactó a los municipios de Majagual, Guaranda, San Marcos, Caimito, San Benito Abad, Sucre, La Unión y Achí en Bolívar.

“Quiero resaltar el principio de inmediatez por parte de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, la reacción inmediata con ayudas humanitarias, maquinaria amarilla, con disposición de albergues y recursos para los jornales de mano de obra y la disposición de nuestra fuerza pública dispuesta a ayudarnos para atender la emergencia”, señaló el gobernador del Sucre, Héctor Olimpo Espinosa.

Tras el Consejo, se decretó la extensión por tres meses más de la declaratoria de calamidad pública departamental, lo cual les permitirá a las autoridades actuar de manera más rápida en acciones puntuales y ejecución de recursos para responder a las familias.