Luego de conocerse que el deslizamiento de tierra en Rosas, Cauca, arrasó con ocho viviendas y mató a 32 personas el pasado domingo, ahora las autoridades orientan sus esfuerzos a tratar de establecer quiénes son los responsables de una tragedia que al parecer estaba anunciada. Y el primer paso en ese sentido lo acaba de dar la Contraloría General de la República a través de su delegado para la Participación Ciudadana, Luis Carlos Pineda Téllez. Durante una entrevista radial explicó que esa entidad estará pendiente de todo el proceso de liquidación por incumplimiento que se adelanta contra la firma constructora Codiseño Ltda. “El contrato tenía un término inicial de 10 meses, pero aun así no se ha entregado ni una sola vivienda a las 92 familias elegibles. El proyecto ha tenido dos suspensiones, tres prórrogas, una modificación y una adición”, reveló Pineda Téllez. “El contrato tenía un término inicial de 10 meses, pero, aun así, no se ha entregado ni una sola vivienda a las 92 familias elegibles, el proyecto ha tenido dos suspensiones, tres prórrogas, una modificación y una adición”, reveló el contralor delegado para la Participación Ciudadana, Luis Carlos Pineda Téllez. Cabe destacar que ese contratista hoy se encuentra en el ojo del huracán luego de que el propio presidente Iván Duque sugiriera durante una rueda de prensa que la tragedia de Rosas se pudo evitar si hubieran entregado a tiempo el proyecto de construcción de 92 viviendas donde serían reubicadas las familias de la vereda Portachuelo. Puede leer: Por tragedia en Rosas, Cauca, murieron 32 personas “Como parte de las acciones para atender a los damnificados por deslizamiento en Rosas, Cauca, corregiremos las fallas inaceptables, que nuestro Gobierno denunció, al proyecto del Fondo de Adaptación del año 2015, para la construcción de 92 viviendas en esta población”, dijo el mandatario. Sumado a ello, el alcalde de Rosas, Jesús Eduardo Díaz, confirmó a medios locales que de esas casas, al menos 20 sería destinadas para las familias de Portachuelo, identificadas en alto riesgo por amenaza de deslizamientos. En contexto: “Era una tragedia anunciada”: afectados por deslizamiento en Rosas, Cauca Esta revista investigó el caso y en efecto encontró que desde 2015 el Fondo de Adaptación le adjudicó a Codiseño la construcción de las 92 casas dentro de un proyecto habitacional que se llamó Los Rosales, por un valor inicial de 4.279 millones de pesos; posteriormente el contrato tuvo una adición y aumentó a 5.289 millones de pesos.
Sin embargo, luego de tres años y de haber recibido un anticipo de 1.030 millones de pesos, la obra apenas registraba un avance del 9,7 por ciento; esa situación hizo que el Fondo de Adaptación alegara la liquidación del contrato por incumplimiento, proceso en el que se encuentran actualmente en los estrados judiciales. Le puede interesar: 19 muertos y 13 desaparecidos: lo que está confirmado del deslizamiento en Rosas, Cauca Otra irregularidad que reveló este portal luego de una rápida verificación de documentos, es que solo hasta julio de 2017 el proyecto habitacional contó con la respectiva licencia de urbanismo y construcción.
De acuerdo con registros de la Cámara de Comercio de Cali, la firma constructora Codiseño Ltda se matriculó desde 2003 y tiene como sede principal la capital del Valle. De acuerdo a esos registros funciona en una oficina del edificio Centenario, al norte de la ciudad. Esta revista logró hablar con uno de los ingenieros que dirigió la construcción de Los Rosales, pero éste aclaró que ya no trabaja con la firma y mucho menos con ese proyecto. “Estuve como director de la obra, pero me retiré porque no había plata”, puntualizó sin dar más detalles y pedir que habláramos con el representante legal de Codiseño, el ingeniero Jairo Vergara Torres. Un video realizado por Carlos Cerón, corresponsal de La W en Cauca y que subió a redes sociales, revela que en efecto ese proyecto habitacional está en aparente abandono. Si bien se observan algunas casas a medio construir, es evidente que la obra está inconclusa.
A esa situación se suma que, en medio de la tragedia, se supo que desde marzo del año pasado ese municipio ya contaba con un estudio que alertaba del riesgo inminente por deslizamientos a los que se exponían las familias que habitan en 50 viviendas aledañas a la misma montaña que el pasado domingo 21 de abril de derrumbó. También se conoció que ese mismo año ya había ocurrido otro deslizamiento de tierra en el mismo sector, que por fortuna no causó víctimas, pero si obligó que el municipio se declarara en calamidad pública.