Tras cumplirse la extradición de Darío Antonio Úsuga, alias Otoniel, a los Estados Unidos para que responda por delitos relacionados con narcotráfico, las autoridades en Colombia se mantienen en alerta ante informaciones sobre posibles retaliaciones del Clan del Golfo.
Entre las informaciones que tiene el Ejército y la Policía se señala que se podría incrementar una ofensiva de dicha estructura en las zonas donde tienen injerencia, como en el Bajo Cauca antioqueño, en Chocó, Urabá, Cesar, Córdoba, entre otros departamentos.
En la noche de este miércoles 4 de mayo se presentaron las primeras acciones de la organización narcotraficante. Integrantes del Clan del Golfo retuvieron a un grupo de trabajadores de la empresa Mineros S.A. que se movilizaban en una embarcación en inmediaciones del corregimiento de Cargueros, Nechí.
Mientras tenían retenidos a los trabajadores, los integrantes del grupo ilegal les advirtieron que estaba prohibido navegar por el río y también pintaron el bote con las iniciales de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia – AGC. Los funcionarios fueros dejados en libertad tiempo después.
En el Bajo Cauca antioqueño, los dueños de los establecimientos comerciales recibieron mensajes de emisarios del Clan del Golfo, quienes les advirtieron que debían mantener cerrados los negocios durante cuatro días y que si incumplían la orden se tendrían que atener a las consecuencias.
Otro de los hechos se presentó en el municipio de Puerto Valdivia, Antioquia, en donde una tractomula fue atravesada en la vía, al parecer, por orden del Clan del Golfo. El vehículo no ha podido ser retirado mientras se hace la verificación de que no tenga explosivos.
Habitantes de esta región del país han asegurado que hay temor por las posibles acciones armadas que puedan desarrollar los integrantes del Clan del Golfo y que por eso ha sido baja la colaboración de la comunidad con las autoridades para evitar que los relacionen ellos.
Fuentes del Ejército y la Policía en la región de Antioquia y Chocó aseguraron que desde la captura de alias Otoniel, que se dio el año pasado, se han emitido varias alertas sobre las posibles retaliaciones del Clan del Golfo. Entre esas acciones se encuentran paros armados, plan pistola, intimidaciones a la población civil, entre otros.
Extradición de Otoniel
Bajo un gigantesco operativo de seguridad fue entregado a agentes de la DEA el máximo cabecilla del Clan del Golfo. El capo se encontraba detenido en las celdas de la Dirección de Investigación Criminal, Dijín. Desde allí y con una estrategia jurídica clara, la defensa de Otoniel trató de frenar su extradición interponiendo varios recursos ante las diferentes instancias judiciales.
Mientras esto ocurría, las autoridades de inteligencia obtenían información sobre un posible plan de fuga de Otoniel, por lo cual las medidas de seguridad se extremaron en la Dijín, al punto que la seguridad del capo se había convertido en un completo ‘chicharrón’ para la Policía.
Luego de sortear los traspiés jurídicos, el presidente Iván Duque firmó la extradición, con el fin de que responda ante las autoridades norteamericanas por delitos relacionados con narcotráfico. Y es que las autoridades aseguran que son al menos 400 las toneladas de cocaína enviadas por el Clan del Golfo bajo su mando.
En medio de todo el proceso, se generó controversia relacionada con los pronunciamientos de las víctimas del Clan del Golfo, que han asegurado que con su extradición a los Estados Unidos no se conocerá la verdad sobre sus crímenes.
Por esta situación, le habían pedido al Gobierno que frenara su envío a los Estados Unidos hasta que no contara los pormenores de desplazamientos, crimines de lideres sociales, violaciones, secuestros, entre otros.