Momentos de angustia se vivieron este domingo 6 de diciembre en el Salto del Tequendama, luego de que una mujer de aproximadamente 25 años pretendiera quitarse la vida y la de su hijo de seis años, por razones que son investigadas por las autoridades correspondientes.
Por lo tanto, una vez los organismos de socorro fueron informados sobre esa situación, inmediatamente acudieron al lugar para tratar de tranquilizar a la mujer y evitar que se quitara la vida en compañía de su pequeño.
“Luego de ser notificados de un posible intento de suicidio por parte del Centro Regulador de Emergencias, nuestro comandante subteniente Christian Quiroga, se puso al frente del complejo caso”, se informó en un comunicado citado por el portal regional NotiBogotá.
Además, se indicó que los organismos de socorro contaron con la ayuda de los familiares de la mujer a través de una videollamada, para convencer a esta persona de que desistiera de llevar a cabo dicha acción. Una vez la mujer desistió, fue trasladada al Hospital de Bosa, donde le realizaron una evaluación médica y psicológica, mientras que el menor fue entregado sano y salvo a sus familiares.
Cabe recordar que el pasado 11 de noviembre un hombre también habría intentando acabar con su vida en el Salto del Tequendama, pero gracias a la reacción de algunos habitantes de la zona que llamaron a las autoridades, finalmente esta persona desistió de lanzarse al vacío.
Al parecer, el hombre se iba a suicidar debido a que estaba atravesando por una situación amorosa que lo atormentaba. Luego fue trasladado hasta un centro médico en el municipio de Soacha, donde también le brindaron ayuda médica y psicológica.
Cada 40 segundos alguien, en algún lugar del mundo, se quita la vida. Casi 800.000 personas mueren por suicidio cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y es la segunda causa de muerte de jóvenes de entre 15 y 29 años, superada solo por accidentes de carretera.
En el continente americano, tomado como región, se registran 65.000 casos al año, según un informe de 2014 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la oficina regional de la OMS. Son estadísticas alarmantes. No obstante, es un tema que la OMS dice que no se aborda lo suficiente.
Además, afecta a los hijos, padres, parejas, amigos y colegas de las víctimas. Un estudio publicado en Estados Unidos sostenía que por cada persona que se quita la vida, las consecuencias las sufren otras 135 personas.
La doctora Julie Cerel, de la Universidad de Kentucky, en EE. UU., también encontró que el impacto psiquiátrico sobre aquellos expuestos al suicidio era más fuerte cuanto más cerca se sentían de las víctimas, sin importar los vínculos familiares.
Consejos de la organización Samaritans para hablar con alguien que piensa en el suicidio:
- Busque un lugar callado donde la otra persona se sienta cómoda.
- Asegúrese de que ambos tengan suficiente tiempo para hablar.
- Si dice algo equivocado, no entre en pánico, no se culpe tanto.
- Concéntrese en la otra persona, mírela a los ojos, guarde su teléfono. Préstele toda su atención.
- Tenga paciencia. Podría tomarse tiempo y varios intentos antes de que una persona esté preparada para abrirse.
- Haga preguntas abiertas que necesiten ser contestadas con algo más que un “sí” o “no”. Asegúrese de que entendió las respuestas.
- No interrumpa ni ofrezca soluciones; no interfiera con sus propias ideas de cómo la otra persona pueda estar sintiéndose.
- Asegúrese de que su interlocutor sepa dónde buscar asistencia profesional.