Un habitante de la calle se llevó una gran sorpresa al encontrar los restos de un cuerpo humano junto al río Arzobispo, en la diagonal 42a con carrera 22 en la localidad de Teusaquillo, el pasado 26 de enero.
Ahora, las autoridades analizan todo el material de investigación para dar con el paradero de los autores del crimen y ya hay varias pistas claves en el caso.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad de Bogotá, una camioneta negra fue vista junto al canal del río y, al parecer, dejó unas lonas con escombros en el lugar donde fue encontrado el cuerpo desmembrado. Al parecer, estuvo detenida allí por algunos minutos y luego se marchó por la calle 45 al oriente.
Las cámaras de seguridad fueron las encargadas de documentar el momento en el que el vehículo sospechoso se parqueó en el lugar y probablemente habría abandonado el cuerpo de la víctima de la cual se desconoce su identidad pero que sería un hombre de cerca de 35 años de edad.
Sobre el hallazgo, el coronel Jorge Pinzón, comandante de la Policía de Teusaquillo, indicó que: “Mediante la llamada de un ciudadano a la línea de emergencia 123, este manifiesta que en un sector de Teusaquillo, al parecer, al lado de unos escombros hay partes de un cuerpo. Inmediatamente una de las patrullas del cuadrante llega y verifica que efectivamente se trata de la parte de un cuerpo, se acordona el área, llega criminalística y se encuentran con una pierna y un tronco. Se investigan las causas de este hecho”.
Hasta el momento, las autoridades no han encontrado las otras partes del cuerpo de la víctima.
Obra inconclusa
Tras el hallazgo del cuerpo, se pudo determinar que el canal río Arzobispo debería ser un corredor ambiental y no un sinónimo de basuras, escombros en inseguridad.
Desde 2019 la Empresa Acueducto de Bogotá firmó un millonario contrato para adelantar la preservación de esta zona, pero hasta ahora la obra está inconclusa.
El Corredor Ambiental río Arzobispo se localiza en la Zona de Manejo y Preservación Ambiental a lo largo del canal del río, entre la carrera séptima y la carrera 30, abarcando las localidades de Santa Fe y Teusaquillo y colindando con los barrios de Sagrado Corazón, Sucre, Santa Teresita, La Magdalena, La Soledad, Palermo, Belalcázar y Alfonso López.
El proyecto es una intervención a lo largo de tres kilómetros con vocación de espacio público con una infraestructura de senderos, ciclorrutas y estancias, pero a la fecha las obras están abandonadas, como lo denunció el concejal de Bogotá por el partido Nuevo Liberalismo, Juan Baena.
El contrato por $5.123 millones entre la Empresa de Acueducto de Bogotá y el Consorcio Arzobispo se firmó en diciembre de 2019 con una duración de 8 meses a partir de la firma del acta de inicio, firma que se dio el 16 de junio de 2020, por lo que las obras debían ser entregadas inicialmente el 15 de febrero de 2021, pero el contrato tuvo que ser suspendido en dos ocasiones, una por la solicitud de aprovechamiento silvicultural para podas radiculares ante la Secretaría de Ambiente, lo que ocasionó tiempos muertos en el contrato y reprogramación de actividades de obra, y la otra por la situación de orden público en el marco del paro nacional, además de las restricciones por la covid-19.
De esta manera, como lo denuncia el concejal Baena, con estas dos suspensiones que recibió el contrato, inicialmente la fecha de entrega se modificó para mayo de 2021 y luego se aplazó para noviembre de 2021.
Sin embargo, a la fecha las obras no han avanzado. “El 22 de julio de 2021 Acueducto de Bogotá nos respondió un derecho de petición en el que nos dan como fecha de entrega de la obra: noviembre de 2021. A la fecha las obras del canal se ven en el mismo estado que cuando hicimos la primera denuncia”, indicó el concejal.
En la respuesta de ese derecho de petición, Acueducto de Bogotá reconoció el foco de inseguridad en que se convirtieron las obras inconclusas. “Una vez dotados y habilitados los senderos y ciclorrutas en sectores recuperados de la zona de manejo y preservación ambiental del río Arzobispo, se espera mitigar las condiciones de inseguridad actuales, esperando que la actividad generada en estos espacios dinamice el sector y promueva las actividades lúdicas para el disfrute de la ciudadanía”.
Ahora, 6 meses después de esa respuesta del Acueducto de Bogotá y a dos meses de la fecha que se había estipulado para entregar el corredor ambiental, el concejal Baena denunció que las obras siguen abandonadas, por lo que radicó una denuncia ante la Personería y Contraloría de Bogotá.
“A la fecha, el proyecto se encuentra sin concluir y continúa generando los impactos negativos en temas como inseguridad, habitabilidad en calle, ocupación informal del espacio público, venta de estupefacientes y daño de infraestructura”, además de disposición incorrecta de residuos y escombros, denunció Baena.