En Piedecuesta la vida todavía no ha regresado a la normalidad. La gruesa capa de lodo y las piedras que se llevaron todo a su paso en la madrugada del miércoles tienen a la zona rural del municipio muy afectada. Tres personas fueron encontradas sin signos vitales, seis más continúan desaparecidas y nueve fueron rescatadas, entre ellas el pequeño Dilan Matías, de nueve meses, quien sobrevivió pese a estar por horas atrapado en el barro.

A las 8:00 de la mañana de este jueves los organismos de socorro tenían planeado iniciar las labores, sin embargo, tuvieron que esperar un poco porque las condiciones climáticas les impedían continuar. En la zona ha seguido lloviendo.

Foto: Policía. La avenida torrencial, como consecuencia de las crecientes súbitas en la quebrada El Grande y el Río Manco, afectó cuatro veredas: El Boquerón, El Guamo, Barroblanco y Las Vueltas. Así que los rescatistas se dividieron el área en tres bloques cubriendo desde el Boquerón hasta Las Vueltas, que es la vereda más lejana. En total participaron 12 equipos en la intervención, que sumaron 71 personas de la Defensa Civil, los Bomberos de Piedecuesta y Los Santos y el Ejército.

Los equipos de rescate hacen inicialmente un búsqueda visual en la primera capa de arena. Esto porque el material de arrastre del río puede llegar a cubrir hasta 100 metros y allí hay posibilidades de encontrar los cuerpos. Hay zonas muy complejas, son zonas húmedas donde el nivel del barro les llega a los rescatistas hasta el hombro, así que deben moverse apoyados de cuerdas y utilizar una bara para intruducirla en el lodo antes de avanzar. Deben evitar accidentarse.

Las actividades de rescate cesaron a las 4:00 de la tarde, no encontraron a ninguno de los desaparecidos. Tres de ellos son familiares del pequeño Dilan, se trata de su mamá Ingrid Hernández y sus dos hijos de 5 y 9 años. También se reportaron dos hombres y una mujer desaparecidos. Todavía no hay un consolidado del número de viviendas, vías y acueductos afectados por la emergencia. El alcalde de Piedecuesta, Marío José Carvajal, decretó calamidad pública, y activaron un Plan Padrino para atender a los damnificados, que consiste en que estas personas se refugien en casas de familiares o amigos mientras el Estado da la ayuda humanitaria. En la tarde de este jueves la ayuda empezó a llegar. La Unidad de Gestión del Riesgo y Desastres informó que la primera vereda beneficiada fue El Pajonal.

Tras la tragedia se han sumado voces de apoyo. El ciclista Rigoberto Urán les envió un saludo de solidaridad a los damnificados por la avalancha. "Lamentamos mucho todo lo que ocurrió esta semana, a todas las familias que sufrieron pérdidas les quiero enviar un saludito muy especial, un abrazo muy grande. Fuerzas en estos momentos tan difíciles, cuentan con todo nuestro apoyo", dijo Rigo a través de un video.

La vía continúa cerrada Una larga fila de vehículos, en su mayoría de carga pesada, se aglomera en la vía que conduce por San Gil hacia Bogotá. La tragedia causó serias afectaciones en la vía, y tanto Invías como el gobernador Mauricio Aguilar aseguraron que las reparaciones tardarán al menos dos semanas, dada la gravedad de lo ocurrido. “Estamos en contacto con el director del Invías y el Ministerio de Transporte para que se dé un comunicado en el que se diga que la vía estará cerrada hasta que se atiendan los puntos críticos. Estamos incomunicados y se está trabajando en habilitar el paso de esta red terciaria para estas personas que tienen urgencia de llegar a la capital del departamento”, aseguró el gobernador. Pese a la advertencia de las condiciones de la vía y su cierre continúan llegando carros. Algunos conductores están resignados a dormir allí. El cierre de la vía nacional ha afectado a los pasajeros. Una familia prefirió caminar con sus maletas al hombro desde San Gil hasta Piedecuesta, unos 81 kilómetros, para poder llegar a su destino: Barranquilla. Este viernes continuarán las labores de rescate y los trabajos en la vía.