El 10 de febrero de 2013, el abogado Arcadio Martínez, capturado dentro de un proceso que se le seguía a la exrectora de la Universidad Autónoma del Caribe, Silvia Gette, pidió a la Fiscalía permiso para ir al baño. Martínez escondió un celular en el cielo raso y un agente que lo custodiaba se dio cuenta.

“Al solicitarle la entrega del celular observa que no tenía la tapa de atrás y no tenía la SimCard, ya que la había botado en el inodoro del baño, al ser descubierto, le ofreció al servidor de Policía Judicial que lo custodiaba la suma de cien millones de pesos para que guardara silencio y lo dejara destruir el teléfono móvil. Ante esta situación, el servidor de policía judicial da a conocer estos hechos a sus compañeros y superiores”, señala el escrito de acusación conocido por SEMANA. Varios años después, Martínez tiene que afrontar juicio por estos hechos, puntualmente cohecho por dar u ofrecer.

La situación rebosó la copa del juez de control de garantías que lo volvió a citar rápidamente para otra fecha, con una advertencia de por medio: “Citar para esa fecha a un abogado de la Defensoría del Pueblo para que lo represente en caso de ausentarse injustificadamente y a su vez dio el ultimátum de proceder a declararlo en contumacia”, le dijo en ese momento la juez a Martínez.

Juez | Foto: Getty Images

La razón por la que apenas se está arrancando el juicio tiene mucho que ver con el incumplimiento del abogado Arcadio Martínez Pumarejo, defensor de la exrectora de la Universidad Autónoma del Caribe Silvia Gette, a las audiencias. Por ejemplo, en septiembre, Martínez justificó su ausencia a la comparecencia programada en el Centro de Servicios Judiciales de Barranquilla.

Cabe recordar que fue en 2015 que el Juzgado 34 Penal de Bogotá con funciones de conocimiento condenó a Martínez Pumarejo a seis años y cinco meses de prisión, específicamente por el delito de soborno en actuación penal en calidad de autor.

Esa fue la razón por la que la sala disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, ahora la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, le retiró la tarjeta profesional.

Aunque la protagonista principal de esta historia es la exrectora Silvia Gette, el caso de su abogado Martínez Pumarejo es derivado del de su defendida, pues los dos fueron condenados por sobornar, con $500 millones, al exjefe paramilitar Édgar Ignacio Fierro, alias Don Antonio, con el objeto de que cambiara su testimonio dentro del proceso por la muerte del ganadero Fernando Cepeda, esposo de la hijastra de Silvia Gette, María Paulina Ceballos.

En este caso, aunque Gette y Martínez Pumarejo ya fueron condenados por este hecho, el proceso por el que es requerido en el Centro de Servicios Judiciales de Barranquilla sería porque la Fiscalía 29 seccional de Administración Pública pide que responda por otro acto de soborno e intento de destrucción de material probatorio.