La endometriosis es una enfermedad que podría decirse huérfana, no porque sea escasa y con muy pocos pacientes, sino por el silencio absoluto del Estado. Es una enfermedad que estigmatiza a quienes la padecen, pues solo esas mujeres que conocen su diagnóstico saben lo que es enfrentarse a los síntomas y las complicaciones que conlleva para su salud física y emocional.
Este trastorno puede explicarse como el crecimiento del tejido que recubre el interior del útero, donde no debería crecer, generalmente en superficies como la de la pelvis y el abdomen, lo que puede generar fuertes dolores y sangrados abundantes que pueden tornarse incapacitantes para quienes la padecen.
Desafortunadamente en Colombia no se cuenta aún con una legislación que facilite la atención de las pacientes con endometriosis.
Las cifras disponibles para en el país, a través de la Asociación Colombiana de Endometriosis e Infertilidad, hablan de 3,5 millones de mujeres diagnosticadas con esta alteración, que cada vez es más frecuente que se diagnostique en mujeres menores de 25 años, quienes fuera de enfrentarse a los malestares y las estigmatización de la sociedad por decir abiertamente que no se encuentran en condiciones para laborar, estudiar o realizar actividades físicas en los periodos en los que los síntomas se presentan; este diagnóstico podría entrar a engrosar el número de 85 millones que son infértiles por cuenta de la enfermedad.
Ante este panorama, el representante por el Partido Verde Mauricio Toro, junto con la Asociación Colombiana de Endometriosis e Infertilidad, trabajaron de la mano en la construcción de un proyecto de ley que pretende promover el diagnóstico oportuno de la endometriosis, la creación de protocolos de abordaje adecuado, poder contar con tratamientos al alcance de todos y la inclusión de un eje transversal de educación y pedagogía, frente a lo que significa padecer esta alteración.
La iniciativa fue aprobada en segundo debate por la Plenaria de la Cámara, con lo que supera ya dos de los cuatro debates requeridos para convertirse en ley.
“Esta es una enfermedad huérfana, porque el Estado no le ha dado la importancia que merece, son millones de mujeres y personas menstruantes quienes la sufren, por lo que debería ser una de las enfermedades más prioritarias del sistema de salud, pero el desconocimiento es su peor enemigo, por ello celebramos que el Congreso reconozca la urgencia para legislar a favor de miles de mujeres’': enfatiza su autor, Mauricio Toro.
Para Luz Marina Araque, fundadora de Asocoen, “fue algo muy satisfactorio la aprobación en segundo debate de la iniciativa, pues es la esperanza que tenemos para poder acceder a tratamientos médicos de alta complejidad y para que se preste más atención cuando una niña llegue a indicar a su médico tratante que tiene dolores menstruales y dejen de decirle que es algo normal. Hay que prestar mayor atención a lo que dicen las pacientes desde edades tempranas”.
Por su parte, el congresista Toro señaló que “en el trabajo que realizamos con ASOCOEN aprendimos que las oportunidades de niñas, mujeres y personas menstruantes se limitan cuando carecen de información acerca de la salud menstrual, de los servicios para tratar las patologías relacionadas con la menstruación e incluso cómo pierden sus trabajos por falta de una incapacidad médica. Así, dada la diversidad social en Colombia, este proyecto de ley fue construido desde las bases, escuchando las necesidades de las pacientes y reconociendo aspectos diferenciales según sus condiciones socioeconómicas, edad, procedencia territorial, pacientes crónicos complejos, reconocimiento étnico, cultural, de diversidad sexual y de género, aspectos que contribuyen a reducir de manera gradual las situaciones de vulnerabilidad”.
El proyecto pasa a tercer debate en la Comisión Séptima de Senado y su autor, espera que se convierta en Ley, antes del 20 de junio de este año.