El representante a la Cámara Gabriel Santos, del Centro Democrático, ha insistido en reducir el receso legislativo de 4 a 2 meses al año, y este martes se conoció que la Comisión Primera de la Cámara aprobó el proyecto en sexto debate. La votación para aprobarlo fue unánime: 27 congresistas votaron por el ‘sí'.
“Le mandan un mensaje contundente al país. Me llevo el compromiso indeclinable de que de manera absoluta esta comisión le manda ese mensaje al país y vamos a trabajar de manera incansable para que esto sea una realidad”, les dijo Santos a sus colegas de la Comisión Primera.
El proyecto ya ha sido ampliamente discutido, por lo que no hubo mayor debate. El problema con la iniciativa han sido los tiempos y esa era la preocupación de Santos, quien pedía que el articulado fuera puesto en el orden del día. En días pasados, el congresista del Centro Democrático había alertado que si no era debatido, se podía hundir.
Una de las razones por las que fue discutido es que otros representantes le ayudaron a Santos, pidiendo modificar el orden del día. Uno de ellos fue Jaime Rodríguez, quien antes de empezar la sesión de este martes pidió ese cambio. “Debemos concentrarnos y trabajar en lo importante y en lo que nos pide la ciudadanía”, dijo Rodríguez, de Cambio Radical. La iniciativa en principio quedaba en el punto 6 del orden del día y según Santos había riesgo de que se hundiera porque en cada sesión generalmente se discuten unos 3 proyectos, dependiendo de su amplitud.
Igualmente, el congresista del Centro Democrático venía solicitándole a su copartidaria, la presidenta de la Cámara Jennifer Arias, que firmara para que el proyecto pudiera ser agendado para continuar su discusión.
Santos acudió a varias estrategias para que así pasara, entre ellas pegar afiches que decían “se busca” con la foto de Arias. Esto generó disgustos en varios compañeros de su bancada, que salieron a respaldarla y pidieron respeto por la congresista, alegando que esas no eran las maneras de pedir el debate de un proyecto.
El proyecto de ley inicialmente proponía reducir de 4 a 2 meses el periodo de receso legislativo, muchas veces llamadas “vacaciones de los congresistas”. Sin embargo, quienes se han opuesto a la iniciativa de Santos argumentan que precisamente no son vacaciones, sino que es tiempo que tienen destinado para ir a las regiones, es decir, estar cerca de sus electores. Y esta ha sido la polémica que ha girado en torno al proyecto. Ahora tiene que pasar a la plenaria de la Cámara y posteriormente deberá ser discutido por el Senado.
Este ha sido un proyecto particularmente mediático y todos los ojos de la opinión pública están puestos encima. Los congresistas están en campaña y las elecciones están a la vuelta de la esquina, por lo que esto puede terminar jugándole a favor al proyecto para que esta vez sea aprobado.