La División de Aviación y Asalto Aéreo del Ejército Nacional celebra su aniversario 17 convertida en una unidad clave de las Fuerzas Militares en las operaciones contra la guerrilla. En la base militar de Tolemaida, en Nilo (Cundinamarca), este viernes el comandante de la división, el general Alberto José Mejía, encabezó una ceremonia de conmemoración en la que se condecoró a varios uniformados y civiles, así como a oficiales estadounidenses que asesoran a la fuerza pública colombiana. El general Mejía resaltó el papel de la aviación del Ejército en varios golpes contra la guerrilla y explicó que se está trabajando en su fortalecimiento técnico. La aviación del Ejército ha pasado de ser un destacamento de apoyo a una división dotada de fuerzas especiales y con la capacidad de hacer operaciones de inteligencia. "Hacemos parte de la transformación que ha diseñado el comandante del Ejército, de tal forma que vamos a seguir marchando hacia avances tecnológicos que incluyen una aviación más ágil, más flexible, una aviación con mayor velocidad, dueña de la noche", dijo el general Mejía. "Buscamos una aviación con acceso a nuevas tecnologías que nos permitan una mejor capacidad en inteligencia y en todo lo que tiene que ver con el reconocimiento, la vigilancia y una mayor capacidad en aviones no tripulados", agregó el oficial. La división aérea del Ejército cuenta en este momento con cuatro brigadas y un batallón de fuerzas especiales que han participado en operaciones clave contra la guerrilla de las FARC, como lo han sido 'Camaleón', 'Jaque' y 'Sodoma', entre otras, en las que se han dado de baja a altos comandantes de esa guerrilla, así como la liberación de secuestrados. Por esta razón, la aviación del Ejército ha adquirido el papel de "punta de lanza" en los operativos contrainsurgentes, dada su capacidad técnica y de inteligencia, que se ha reforzado con la asesoría de las Fuerzas Militares de los Estados Unidos a través de programas de asistencia y asesoría enmarcados en el Plan Colombia. El general Mejía también afirmó que a pesar de los diálogos de paz con las FARC, la orden presidencial es "continuar con las acciones ofensivas", que se adelantan en varias regiones del país en contra de los altos mandos de esa guerrilla.