Este lunes se encontró la avioneta que fue reportada como desaparecida en Guaviare con los cuerpos sin vida de tres de los siete pasajeros. Los socorristas no pierden la fe en que haya sobrevivientes y revelaron las pistas que siguen para hallarlos en la extensa selva.
Lo primero que vieron fue un tetero y una fruta mordida recientemente que dio indicios sobre la posible ubicación de los ciudadanos y la aeronave. Esa sospecha llevó a los uniformados de las Fuerzas Militares al lugar donde estaban el avión y tres cadáveres.
Entre las latas observaron a Hernando Murcia Morales sin signos vitales, el piloto de la compañía Avianline Charter’s que alcanzó a reportar fallas en el motor y se declaró en emergencia ante la torre de control. Se desconoce la identidad de las otras dos víctimas.
En circunstancias que están siendo investigadas por expertos de la Aeronáutica Civil, cayó a una zona boscosa de la vereda Palma Rosa del municipio de Solano, Caquetá. En las inmediaciones de la avioneta aparecieron otras huellas que dan esperanza de vida.
“Los comandos de las fuerzas especiales encontraron en los alrededores un bolso abierto, cosméticos, calzado y elementos que darían pistas y esperanzas para continuar tras el rastro” de las otras cuatro personas que son los menores de edad, entre ellos un bebé.
La búsqueda ha sido compleja porque el mal tiempo ha predominado en el sector con fuertes lluvias y tormentas eléctricas.
Sin embargo, se tomó la decisión de multiplicar los esfuerzos con más tropas y varios perros expertos en labores de búsqueda.
Se conoció que el presidente Gustavo Petro dio la orden de desplegar los recursos que sean necesarios para dar con el paradero de los otros desaparecidos. Hay dos hipótesis: fallecieron en medio del colapso o están caminando sin rumbo por las montañas.
El mandatario aseguró que “por aire y tierra debe buscarse los niños desaparecidos en el accidente de la avioneta en el río Apaporis”.
En la jurisdicción de este afluente, se persiguen los pasos porque fue la última coordenada que emitió la aeronave antes de caer.
La pesadilla empezó el primero de mayo. El piloto recibió el visto bueno para despegar desde el aeropuerto de Araracuara hacia San José del Guaviare a las 6:03 a. m. En medio del trayecto, notificó que tenía una aparente falla en el motor y las alarmas se encendieron.
A las 7:34 a. m., se declaró en emergencia y se perdió del radar. Aunque los Servicios de Búsqueda y Salvamento de la Aerocivil recibieron una señal electrónica que daba cuenta de la ubicación: “175 kilómetros al sur de San José del Guaviare”. Al parecer, sobre el río.
Se conoció que el avión tipo C206 de matrícula HK 2803 comenzó a volar desde el 30 de abril entre la ciudad de Villavicencio y San José del Guaviare. El despegue fue a las 8:03 a. m. y el aterrizaje a las 9:20 a. m.
Luego se dirigió hacia Caruru y más tarde retornó a la capital del departamento; también salió hacia la Chorrera y Araracuara, allí permaneció toda la noche y a las 6:30 a. m. del primero de mayo inició el retorno hacia San José del Guaviare.
En este último viaje iban Magdalena Mucutui Valencia, Lesly Jacobo Bonbaire, Solecni Ranoque Mucutui, Tiene Noriel Ronoque Mucutui, Cristian Neryman Ranoque Mucutui, Mendoza Hernández y Hernando Murcia, quien tenía a cargo el recorrido de la aeronave.