¿Cumplieron o no cumplieron las FARC el cese de hostilidades que anunciaron hace un mes y que llegó a su término este miércoles? Aunque difieren en los datos, tres organizaciones distintas sostienen que sí lo hicieron. Y los guerrilleros, desde La Habana, también. “Cumplimiento cabal” fue el parte oficial que dieron desde Cuba los delegados de las FARC sobre el cese al fuego que esa guerrilla decretó entre el pasado 15 de diciembre y este miércoles 15 de enero. Esta es la segunda suspensión de sus acciones que decreta unilateralmente la guerrilla en el marco de las negociaciones con el Gobierno. La anterior tuvo lugar entre el 20 de noviembre del 2012 y el 20 de enero del 2013. Las FARC, que han venido insistiendo en un cese bilateral de hostilidades, aprovecharon el fin de su tregua unilateral para criticar los bombardeos y otras acciones que las Fuerzas Militares continuaron adelantando, en cumplimiento de la orden presidencial de no aflojar la presión militar mientras se negocia. La política del Gobierno ha sido no pactar ceses de hostilidades parciales, sino avanzar en la negociación del fin del conflicto armado. En todo caso, aun en medio de la ofensiva oficial, quienes siguieron este mes de tregua coincidieron en que las violaciones al mismo por parte de la guerrilla fueron contadas. El Centro de Recursos de Análisis del Conflicto (CERAC), que hizo monitoreos semanales, contó un total de 12 acciones violatorias. La ONG Fundación Paz y Reconciliación, que lidera León Valencia, columnista de SEMANA, detalló cuatro. Y la Defensoría del Pueblo habló de siete acciones contra los militares y la población civil durante el mes de tregua. La organización que registró un mayor número de infracciones al cese al fuego fue el CERAC, con 12. Aunque su balance es el más matizado, asevera que el mes de tregua demuestra la cohesión interna de las FARC. Habla de “limitaciones de la comandancia de las FARC para controlar el comportamiento de todos sus frentes y columnas”, pero concluye que no hay divisiones “que ponga en peligro la cohesión del grupo” y que “si hay disidencias, son marginales”. Su director, Jorge Restrepo, fue más categórico: “La gran noticia de la tregua es que por segunda vez las FARC demuestran que tienen una capacidad casi completa de reducir a sus frentes”, dijo en entrevista con Semana.com. La Fundación Paz y Reconciliación, por su parte, sostiene que, mientras a lo largo del 2013 se presentaron en promedio 182 acciones militares mensuales que involucran a las FARC y a las fuerzas oficiales, en el mes de tregua tuvieron lugar sólo 20, y de estas apenas cuatro serían violatorias de la misma. Lo cual, a juicio de esta ONG, desmiente los argumentos de quienes han venido sosteniendo que las FARC no controlan a sus frentes. El Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría, por su parte, registró tres rupturas de las hostilidades en contra de la fuerza pública y cuatro casos en los que acciones de las FARC afectaron a civiles, tres de los cuales produjeron desplazamientos forzosos. En cualquier caso, y más allá de las diferencias en las evaluaciones, parece claro que el conjunto de las FARC respetó el cese de fuego unilateral, que fue observado por todos sus frentes y bloques. Algunos, como el 36 y el 18, en Antioquia, el 57 en Chocó y el 16 en Vichada, muestran que le ‘copian’ menos a la dirección que el resto de formaciones. Pero es elocuente que otros, como el Bloque Sur y la columna móvil Teófilo Forero, que ciertos críticos dicen que estarían en ‘disidencia’, hayan observado este cese de fuego, al igual que el decretado en el 2012. Más allá de otros hechos que les han atribuido algunos, como el expresidente Uribe, si de algo es reveladora esta tregua unilateral es de la cohesión de las FARC. Aunque probablemente hay divergencias en su seno, todo indica que, hasta ahora, el Secretariado mantiene el control del conjunto de la organización. Una constatación de crucial importancia en medio de unas negociaciones de paz como las que se adelantan en La Habana.