El senador Armando Benedetti, hoy en el Pacto Histórico, se refirió a la presunta injerencia de Guido Nule y Mauricio Galofre, ambos condenados por el carrusel de la contratación en Bogotá, en el escándalo del contrato de Centros Poblados con el Ministerio de las TIC.
En entrevista con SEMANA, Benedetti, refiriéndose a versiones que empiezan a circular en medio de la investigación, sostuvo: “Los Nule, los cuñados de Álex Char, ahí los están nombrando, que están en eso. Guido Nule es cuñado de Álex Char, jefe de la señora (Karen Abudinen, exministra TIC). Se ganan la licitación, y Benedetti es el malo porque hizo una llamada. ¿No te parece que están distrayendo?”, se preguntó el congresista.
“Y Mauricio Galofre, que también está preso por el carrusel de la contratación (...) los que estaban presos se ganaron eso, yo qué tengo que ver con ellos. Yo no soy parte del clan Char”, dijo Benedetti.
De esa forma, el congresista le respondió a la exministra Abudinen, quien en la mañana de este lunes reveló que él la llamó para sugerirle la cesión del contrato a una firma estadounidense. Benedetti negó dicho señalamiento.
Las autoridades investigan todos los tentáculos en el escándalo del contrato de Centros Poblados, cuyo anticipo por 70.000 millones de pesos fue malversado, tal como lo confesaron varios de los involucrados. Juan Carlos Cáceres, de Novotics, dijo en la Fiscalía que Emilio Tapia puso tres firmas para la unión temporal, y admitió que le giró recursos a cuentas de Tapia en el extranjero.
En su portada, SEMANA reveló este fin de semana que, según Cáceres, en la casa de Tapia en Barranquilla, en la carrera 47 con calle 92, al lado de un jardín infantil, se estructuró gran parte del torcido. Cáceres relató un encuentro en esa vivienda al que habría asistido Alfredo Jesús Amín Yaber, un contratista de la costa que hoy también está en la mira de la justicia por el caso. En una reunión, Cáceres se impresionó por la cantidad de gente que visitaba a Tapia.
“Estaba él, había varias personas que no conozco para hablar de otros temas; cuando uno va a la casa de él, le toca hacer antesala, porque a él lo visita mucha gente. Ese día llegó Robert. Ahí fue cuando nos presentaron al muchacho Amín, que él le dice Alfredito”, sostuvo Cáceres.
En una declaración, el propio Amín Yaber le reconoció a la Fiscalía que fue contactado para que revisara toda la documentación técnica que la unión temporal iba a presentar ante el Ministerio de las TIC. Llama la atención que, insistentemente, a la hora de la estructuración del negocio, hablan de un hombre llamado “Mauricio”. Las autoridades tratan de establecer si esa persona es Mauricio Galofre, uno de los socios de los Nule.
Los 70.000 millones de pesos del anticipo del contrato con Centros Poblados terminaron siendo malversados y manejados como plata de bolsillo. La confesión de Cáceres a la Fiscalía da cuenta de ello, pues reveló que se compraron carros, apartamentos, se hicieron préstamos familiares y además Emilio Tapia dio órdenes de consignaciones a cuentas por fuera del país, concretamente a Dubái. La plata tenía que haberse destinado exclusivamente a la compra de los equipos para llevarles internet a los niños más humildes de Colombia.