Los trinos y declaraciones de los últimos días del senador Armando Benedetti en contra del expresidente Juan Manuel Santos han generado una tormenta política. En Vicky en Semana, el congresista aseguró que la paz “se jodió desde la era Santos”.

El congresista afirmó que el expresidente Juan Manuel Santos no se merecía el Premio Nobel de Paz que le fue entregado en Oslo el 10 de noviembre de 2016, porque según indicó, él no estuvo en el tema de las conversaciones de paz de su gobierno con las Farc en La Habana. El senador Benedetti también afirmó que “el proceso de paz sirvió para un carajo”.

“Santos lo único que pretendió o hizo fue acabar con las Farc. Quien acaba literalmente en las mesas de negociaciones es Santos con las Farc. Vea en lo que han quedado las Farc; no son alternativa de poder, ni siquiera alternativa para absolutamente ningún rincón de este país”, agregó.

Además, aseguró que Santos se llevó dicho premio para darle una "bocanada de aire y meter a la paz en UCI”, y ver en su momento si podía salvarse lo que se había perdido en el plebiscito por la paz, en el que ganó el No.

“Recuerden que nos dijeron que si se perdía el plebiscito, no había entonces acuerdos de paz, y para esa época era inverosímil que vinieran periodistas de Alemania, Francia y preguntaran: ¿bueno, usted por qué no quiere la paz? y uno no podía explicarles por qué. Pero ya estábamos metidos en el laberinto en el que Santos se metió por su vanidad, que se metió porque quería acabar con el uribismo, porque se quería proclamar”, afirmó Benedetti.

Insistió en que el día que llegó la firma de la paz con las Farc, Santos metió a muchas personas en algo que él llamó “un laberinto”. Un día al que Benedetti se atrevió a llamar “maldito”, porque según indicó, a partir de ese momento el país se fracturó en dos y “se acabó literalmente la paz”.

No obstante, Benedetti aclaró que no cree que haya habido algo detrás para que el presidente Juan Manuel Santos se llevara el Premio Nobel de Paz o, que si algo sucedió, él no lo podría afirmar. “Lo que sí sé, es que él sabía uno o dos días antes que se iba a ganar el Nobel (...) Porque estaba contento y optimista y la situación no era para estar optimista”.

El senador Armando Benedetti insistió en que el Premio Nobel de Paz le dio un nuevo aire al proceso de paz en ese momento, que estaba “fregado”. “El Nobel actúa como una especie de UCI, donde venía ya una paz moribunda, muerta, y que estábamos en un laberinto, que la salida que fuera, ya no era buena. Y no fue buena, porque tuvimos que hacer una cosita chiquita ahí en el Teatro Colón, después el Congreso aprobó unas vainas ahí, después de que habían quedado mal ante la opinión, después de que medio país había expresado que no quería el proceso de paz”, agregó el congresista.

Sobre el plebiscito, Benedetti también aseveró que le hicieron “conejo” a quienes votaron por el No. Un proceso, donde él mismo reconoció que participó. “Yo volvería otra vez a luchar, a votar por la paz, y esa expresión popular que era solo un plebiscito, era una consulta, yo no estaba haciendo nada ilegal, ni irreglamentario, ni ilegal, ni ilícito, para volver a apoyar otra vez una salida a un proceso de paz que ya se había firmado y que teníamos que buscar la salida”. Así mismo, recalcó que la “vanidad del señor Santos” llevó a que muchas personas terminaran involucradas en “el laberinto” del proceso de paz, donde el plebiscito no tenía nada vinculante e importante.

Así mismo, recalcó que la “vanidad del señor Santos” llevó a que muchas personas terminaran involucradas en “el laberinto” del proceso de paz, donde el plebiscito no tenía nada vinculante e importante.

Benedetti también señaló que Santos despreció al Congreso de la República, y que se sentía “Juan, Juan berraco”. Dijo que si el expresidente hubiera firmado la paz, sin haber hecho un plebiscito, al día de hoy hubiera podido ser “rey”.

“La cosa era tan vehemente que el mismo uribismo dudó bastante en que si aceptaba o no la presentación del No. Hasta ellos mismos se sentían liquidados. Y ese señor Santos arrancó, porque dijo me voy a proclamar y no se proclamó, revivió el uribismo y hoy, desde ese día al día de hoy, es un día maldito, el 2 de octubre, el día de las elecciones, porque ese día, el país queda partido en dos y desde ahí vienen todas la vicisitudes, las tensiones”.

Por lo tanto, no dudó en decir que el culpable de la división política que vive Colombia, es el expresidente Santos, lo que ha llevado a que se pierda la confianza de las instituciones: “Todo se reventó” y “la paz empezó a decaer”.