En un breve comunicado leído por Ricardo Granda en La Habana, Joaquín Gómez, comandante de la segunda estructura militar más poderosa de las FARC, el Bloque Sur, que actúa en Putumayo y Caquetá, ratificó su “apoyo y total subordinación al jefe del Estado Mayor de las Farc-EP, Timoleón Jiménez”. “Por subordinación y por convicción, el Bloque Sur está de acuerdo con sus representantes en las actuales conversaciones de paz en La Habana. Acatará y cumplirá al pie de la letra con los acuerdos a que se llegare”. Así reza el lacónico comunicado. Joaquín Gómez, cuyo nombre es Milton Toncel Redondo, un veterano líder de las FARC y miembro de su Secretariado, niega que en esa organización haya “alas políticas ni alas militares” e insiste en la disciplina y el carácter colegiado de esta guerrilla, caracterizada por su vertical estructura stalinista. Este tipo de pronunciamiento es altamente inusual en las FARC y a todas luces busca salir al paso a los rumores de los últimos meses en el sentido de que ese bloque y la columna Teófilo Forero, que es parte del mismo, estarían en desacuerdo con las negociaciones en Cuba. Con esta declaración y con la llegada a La Habana de Pablo Catatumbo, el tercer miembro del Secretariado que se integra a la Mesa de conversaciones, las FARC están intentando mostrar cohesión en sus filas y decisión de avanzar en la negociación. Señales que, sin duda, son positivas para el proceso.