La decisión del presidente de la República, Gustavo Petro, de insistir en la posibilidad de subterranizar parte del trazado de la primera línea del Metro de Bogotá sigue generando un sin número de reacciones y cuestionamientos en contra de lo que ha sido catalogado como un ‘capricho’ del jefe de Estado.
Este viernes, Bogotá Cómo Vamos se sumó a la larga lista de entidades y líderes políticos que han expuesto su inconformismo ante los anuncios hechos en torno al mega proyecto de movilidad. El director de la entidad, Felipe Mariño, aseguró que las propuestas que busquen mejorar el proyecto son bienvenidas siempre y cuando no afecten la obra por decisiones políticas unilaterales.
“Desde Bogotá Cómo Vamos apoyamos propuestas que busquen mejorar el proyecto del Metro, pero que no pongan en riesgo la realización de esta obra fundamental para la ciudad y que fue producto de un consenso y no debe ser afectado por decisiones políticas unilaterales”, precisó Mariño.
De acuerdo con el dirigente, “las cinco propuestas presentadas por el consorcio chino para hacer subterránea la primera línea del Metro, representan en el escenario más económico una cuarta parte de la reforma tributaria nacional, esto solo por extender 3,9 kilómetros desde la calle 72 hasta la calle 100″.
Y agregó: “definitivamente el costo es muy alto y no hay claridad sobre los beneficios. La incertidumbre reina en Bogotá y en el país y dicha incertidumbre afecta la ya deteriorada confianza institucional que por ejemplo en el 2021 evidenciaba que uno de cada dos bogotanos no confiaba en la Alcaldía y seis de cada diez desconfiaba de la Presidencia de la República”.
En ese orden de ideas, para el director de Bogotá Cómo Vamos, “poner en riesgo el esquema jurídico y contratación que tiene la actual obra del Metro, representa condenar a la ciudadanía a profundizar la segregación socio espacial propia de Bogotá, dado que los tiempos promedio de viaje entre 2020 y 2022 han aumentado de 64 a 71 minutos, afectando a los más pobres”.
Por otro lado, en materia ambiental, según lo explicó Mariño, también habría graves consecuencias. “Arriesgar la obra del Metro también tiene efectos negativos en la sostenibilidad ambiental de la ciudad. En el 2020, las emisiones de material particulado ocasionadas por el transporte de pasajeros privado representaron el 44,4 % de las emisiones, y el metro, al ser una de las alternativas más limpias, serviría como incentivo para que las personas se bajen de su carro”.
Veeduría Distrital advierte graves riesgos económicos y jurídicos ante un cambio en el Metro de Bogotá
Ante la posible modificación al proyecto de la primera línea del Metro de Bogotá (PLMB), la Veeduría Distrital alertó los graves riesgos económicos, jurídicos y técnicos que podrían traer para el proyecto los cambios del modelo contratado por la Empresa Metro de Bogotá con el consorcio chino APCA Transmetro.
La Veeduría Distrital instó a las autoridades nacionales y distritales a que las decisiones a tomar sobre el Proyecto no ocasionen detrimento patrimonial, aumento en el tiempo de construcción, incumplimiento del contrato, rechazo por parte de los financiadores del proyecto e incertidumbre en la seguridad jurídica en próximos contratos.
Para la Veeduría Distrital, en cabeza de Viviana Barberena Nisimblat, es fundamental que no exista pérdida de los recursos invertidos en los componentes de estructuración del proyecto; estudios y diseños; avalúo, compra y demolición de predios; traslado de redes de servicios públicos, así como en las obras tales como la adecuación del lote del patio-taller y el intercambiador vial de la calle 72 con Avenida Caracas.
De acuerdo con la Veeduría, el proyecto de la primera línea del Metro de Bogotá cuenta hoy con la disponibilidad de más del 90 % de los 1.427 predios requeridos. Se han demolido ya más de 1.100 predios.
En cuanto a la adecuación del terreno del patio-taller en la localidad de Bosa, la actividad alcanza un avance del 63 %, mientras estudios y diseños de detalle, tienen un avance superior al 85 %, y el traslado anticipado de redes de servicios públicos está por encima del 90 % de lo requerido para la totalidad del proyecto.
Todas las inversiones de la fase previa del proyecto, que tiene proyectada su finalización el 30 de marzo del año en curso, sobrepasan los 1,4 billones de pesos.
Es pertinente recordar que la Veeduría Distrital en el mes de diciembre de 2022 emitió una alerta preventiva por la variación en la TRM y su impacto en la contratación en el contexto macroeconómico para el año 2023, en el que se alerta que no es favorable realizar modificaciones a este tipo de obras civiles.