Uno de los escándalos recientes de la política colombiana fue la forma como la Cámara de Representantes aprobó, en el año 2004, la reelección presidencial. En uno de los debates decisivos, la entonces representante santandereana Yidis Medina decidió cambiar su voto a última hora, y de oponerse a que el presidente Álvaro Uribe pudiera aspirar a un segundo período presidencial, su decisión abrió las puertas a la reelección.Cuatro años después, en el 2008, Medina le confesó al periodista Daniel Coronell que cambiado su voto por puestos. Colombia conoció ese capítulo como la ‘yidispolítica’, por el cual fueron condenados dos exministros de Uribe, Sabas Pretelt y Diego Palacio, y un exsecretario de presidencia, Alberto Velásquez, a quienes la Corte Suprema de Justicia responsabilizó por el delito de cohecho.Para el excandidato a la alcaldía de Bogotá y dirigente del Polo Democrático, Aurelio Suárez, el episodio de la ‘yidispolítica’ se habría repetido en el Concejo de Bogotá. El protagonista, en este caso, sería el concejal Venus Albeiro Silva, también integrante del Polo. Por eso decidió denunciarlo ante la Fiscalía, a quien pidió investigar al cabildante que fue decisivo para que el Plan de Desarrollo del alcalde Enrique Peñalosa fuera aprobado el pasado martes, 31 de mayo.En efecto, al concejal Venus Albeiro, por sorteo, le correspondió rendir ponencia al proyecto que fue aprobado en la Comisión Primera el 26 de mayo. Según el reglamento del cabildo, había plazo de tres días para presentar ponencias para el debate de la plenaria. Pero si los ponentes se lo tomaban, precipitarían el hundimiento del plan de Desarrollo de la administración Peñalosa, comoquiera que fue radicado el 29 de abril y se debía aprobar antes de terminar el mes de mayo, cumpliendo así el mes consagrado en el reglamento.Se creía que el concejal Venus Albeiro, por ser del Polo Democrático, partido que se declaró en oposición a la administración distrital, utilizaría el máximo del término señalado en la ley para así poder frustrar las intenciones del gobierno de Peñalosa.Pero sucedió lo contrario. El concejal radicó ponencia el 27 de mayo, decisión con la cual, prácticamente, habilitó la aprobación del Plan de Desarrollo. “No queremos ser el Nicolás Maduro de Bogotá, queremos que haya un debate democrático”, dijo Venus al justificar su decisión.Salvado el Plan de Peñalosa, por lo menos en su trámite, y durante la aprobación del mismo, varios medios de comunicación se refirieron a presuntas dádivas a favor del concejal Venus Albeiro. Las informaciones se convirtieron en sospechas y por eso Aurelio Suárez pidió a la Fiscalía investigarlas.En contra del partidoEn la denuncia, Suárez asegura que en la bancada del Polo el 26 de mayo, Venus Albeiro aseguró que la Administración Distrital había incluido la realización de algunas obras públicas en la localidad de Bosa –donde tiene su votación mayoritaria– y por eso él se aseguraría de radicar la ponencia a tiempo para que pudiese ser aprobada dentro de los términos señalados por la ley. La versión ha sido respaldada por el también concejal del Polo Álvaro Argote.“Al parecer, en esa misma reunión, el concejal Silva argumentó que tenía preocupación por lograr una buena votación en las próximas elecciones, y comoquiera que sus electores no son parte de sindicatos o del llamado voto de opinión, era necesario tener algunas obras públicas que justificasen su gestión y así poder garantizar su curul, razón que consideró suficiente para presentar su ponencia en el tiempo que necesitaba la administración distrital”, dice la denuncia.Y agrega: “tales denuncias podrían encontrar asidero en la realidad, comoquiera que el aludido concejal mantiene una estrecha relación política y laboral con la localidad de Bosa, y además está altamente vinculado con la realización y la promoción de actividades artísticas y culturales por toda la ciudad, situación que además se concatena con su inobservancia de la decisión adoptada por la bancada de concejales del Polo Democrático Alternativo”.Una carretera y $1.500 millones En concreto, hay dos disposiciones aprobadas a última hora en el Plan de Desarrollo, con las que se relaciona a Venus Albeiro Silva.El artículo 166, sobre “Obras Complementarias al Subsistema vial en Bosa”, el que se aprueba la obra de la Avenida San Bernardino, desde Av. Ciudad de Cali hasta Av. Tintal. Y el artículo 168, “Fortalecimiento del Arte y la Cultura en el Distrito Capital”, en el que se consagra una adición presupuestal por $1.500 millones “con el fin de fortalecer las actividades y festivales artísticos y culturales, prioritariamente aquellos que han sido reconocidos y/o declarados de interés cultural, y para fortalecer el programa de Salas de Concertación”.Venus Albeiro Silva obtuvo en las últimas elecciones un total de 11.548 votos, de los cuales 5.744 fueron en la localidad de Bosa. Es decir, el 49,7% del total de su votación corresponde a esta zona, por lo que parece evidente la importancia que tiene este territorio para sus intereses políticos. Sin embargo, su interés no resulta ser simplemente electoral, pues en la localidad de Bosa se ubican varios predios en donde residen el propio concejal, su familia y allegados, y además, donde se ubican las fundaciones o sociedades con las que tiene o ha tenido algún vínculo.Concejal y BosaEn la denuncia, Suárez documenta los cuatro predios que el concejal Silva tiene en Bosa, a su nombre o de sus hijas: Carrera 80 C No. 65-20 sur o Carrera 80 N #70A-48 Sur), como la dirección de su hija DEISY KATHERIN SILVA (Carrera 80 K No. 72-45 Sur); el domicilio de KMARMIR S. A., (Transversal 88 A No. 69 B-28 Sur y Calle 59 C No. 87 K-43 Sur); y el de la Fundación Cultural Chiminigagua (Carrera 80 K No. 72-45 Sur), donde también funciona La Corporación para el Desarrollo y la Difusión del Arte y la Cultura Popular (CODDIARCUPOP), y asegura que todas ellas son cercanas al lugar por donde se construiría la obra que fue incluida en el Plan Distrital de Desarrollo 2016-2020.“Esta situación también confirmaría las hipótesis de los medios de comunicación, en cuanto dicho articulado se introdujo, al parecer, con la firme intención de favorecer los intereses particulares de Venus Albeiro Silva”, dice Suárez.También relaciona a Venus con la Fundación Cultural Chiminigagua, la sociedad Kmarmir S. A. y Sociedad Cultural Educativa Los Muiscas S.A.S, en las que el concejal aparece como accionista, o que funcionan en un predio propiedad del cabildante y su familia en Bosa.“Es evidente que Venus Albeiro Silva ha mantenido, de tiempo atrás, una relación constante y cercana con fundaciones, instituciones y sociedades dedicadas a la realización de actividades artísticas y culturales, circunstancia que ratifica el dicho de los medios de comunicación en cuanto los artículos incluidos en el Plan Distrital de Desarrollo benefician enormemente al concejal, pues su relación directa e indirecta con este tipo de actividades es ampliamente reconocida”, señala Suárez.Venus, favorecidoPero además, en la denuncia se advierte de presuntas irregularidades a la hora de aprobar esas dos disposiciones. Suárez advierte con sorpresa que un plan de desarrollo dirigido a toda la ciudad, que en su texto original establecía un cúmulo de proyectos sin distinción de la localidad, incluya a última hora un aparte dedicado exclusivamente a la localidad de Bosa.También advierte que en el debate se negó la totalidad de propuestas presentadas por el resto de concejales del Polo Democrático, pero demuestra con un video que el propio secretario de Planeación, Andrés Ortiz Gómez, quien realiza la lectura del artículo propuesto por el concejal Silva, anuncia el apoyo del gobierno distrital a dicha proposición, por lo cual lo somete a votación y finalmente aprobación. “Resulta extraño, es al único concejal que, a última hora, le admiten sus propuestas aditivas”.Y por si fuera poco, indica Suárez, la adición al presupuesto para temas de fomento cultural propuesta por el concejal Silva se hubiese debatido el jueves 26 de mayo, quedando incluido en un aparte del proyecto totalmente distinto.“Es posible indicar que si bien el trámite del proyecto, visto en términos generales, pareciese apegado a la ley, lo cierto es que verificados sus detalles se observan elementos fuera de lo común, característica propia de los actos de corrupción, en los cuales se intenta esconder la afectación de la administración pública tras un velo de legalidad”, señala Suárez.Por eso asegura que “en este evento se pudieron presentar hechos delictivos consistentes en el otorgamiento de unas prebendas, dádivas o beneficios en favor del concejal Venus Albeiro Silva Gómez, para lograr que este realizase una acción propia de sus funciones en los términos que requería la administración distrital; así como la utilización indebida de su cargo, para obtener un beneficio de los funcionarios de la Alcaldía Mayor de Bogotá; e incluso la asociación del cabildante con otros funcionarios con el único propósito de cometer un delito contra la administración pública”.Para Suárez, el concejal Silva “comprendió la posición privilegiada que le daba su condición de ponente y a partir de allí, presuntamente, buscó obtener beneficios de la administración distrital, misma que, finalmente, aprobó la inclusión de artículos que lo beneficiaban directamente, en particular la construcción de vías en la localidad de Bosa, zona de la ciudad en la que tiene enormes intereses políticos electorales y personales, y la destinación de nuevos presupuestos para proyectos de promoción de la cultura los cuales favorecerían las distintas organizaciones culturales con las cuales tiene nexos desde hace tiempo”.¿Como Yidis?En la denuncia Suárez le dice a la Fiscalía que este tipo de actuaciones “se han popularizado en la vida política de este país, causando bochornosos antecedentes como la condena impuesta contra los excongresistas Yidis Medina, Teodolindo Avendaño e Iván Díaz Mateus por un suceso similar en el que obtuvieron dádivas, ganancias o beneficios de todo tipo, a cambio de votar a favor el proyecto con el que se permitió la reelección presidencial en el año 2006. Y recuerda que por ese mismo hecho ya fueron sentenciados los exministros Sabas Pretelt y Diego Palacios.Germán Navas Talero, representante a la Cámara, también del Polo, fue quien denunció la Yidispolítica. Y dice que con el concejal Venus parece repetirse la historia “Yo detecté lo de Yidis (Medina) porque ella en unas declaraciones a unos medios de comunicación dijo que había cambiado su voto porque le habían ofrecido que le ayudarían a su región. En ese entonces dije, aquí no hay un acto espontáneo, hay un ofrecimiento. En el caso del concejal Silva, él se había opuesto siempre al Plan de Desarrollo y termina votando un día para favorecerlo”.La Fiscalía tendrá la palabra y determinará si el caso de Venus Albeiro Silva con el Plan de Desarrollo en Bogotá es similar al de Yidis Medina con la reelección presidencial. Por el momento, en el Polo Democrático creen que así fue.