La Organización de las Naciones Unidas (ONU) presentó el reporte ‘Fronteras 2022: cuestiones emergentes de preocupación ambiental’, en el marco de la celebración del día mundial de la audición. En este informe señaló que la contaminación auditiva es uno de los principales riesgos ambientales que perjudican la salud de los seres humanos.

En este sentido, el informe destacó que la contaminación auditiva es causante de generar afectaciones en la salud humana causando efectos a nivel cardiovascular, metabólico, deficiencia en el sueño, auditiva y tinnitus. También indicó que tiene un impacto directo en la calidad de vida, la salud mental y el bienestar.

En el estudio revelado por la ONU, en el que recopila información del índice de contaminación auditiva en varias ciudades principales del mundo, Bogotá se destaca y genera una alerta en la salud de los capitalinos, ya que los niveles de ruido causados por el tráfico aéreo y vehicular están por encima de los estándares establecidos en 2018 por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Estas pautas de la OMS señalan que el ruido máximo alcanzado por el tráfico y las áreas comerciales debe ser de 53 decibeles (dB) durante el día y de 45 durante la noche.

No obstante, la capital colombiana tiene un rango de contaminación auditiva muy superior a los topes establecidos por la OMS, que oscilan entre los 70 a 83 decibeles en el transcurso de las 24 horas que tiene un día. En este sentido, los bogotanos se están exponiendo constantemente a una cantidad de ruido que se compara al que hace una aspiradora doméstica.

Cabe destacar que al presentarse ese índice tan alto, los bogotanos pueden estar expuestos más fácilmente a sufrir las consecuencias de salud nombradas anteriormente.

Recomendaciones para limitar el riesgo de pérdida de audición

En la nueva norma mundial para la escucha segura en lugares y eventos de entretenimiento, que empezó desde este martes, se destacan seis recomendaciones para velar porque dichos lugares y eventos limiten el riesgo de pérdida de audición entre sus clientes sin perder por ello la alta calidad del sonido y que la experiencia deje de ser agradable. Cada consejo se sustenta de la siguiente forma:

  • Mantener un nivel sonoro medio de máximo 100 decibelios.
  • Realizar un seguimiento y registro constante de los niveles sonoros con equipos calibrados por personal designado para tal efecto.
  • Optimizar la acústica y los sistemas de sonido de la sala para garantizar una calidad de sonido agradable y una escucha segura.
  • Dar acceso a zonas silenciosas para que los oídos descansen y disminuir el riesgo de daño auditivo.
  • Impartir formación a los trabajadores y distribución de información entre ellos.

La nueva norma se ha elaborado en el marco de la iniciativa de la OMS Escuchar sin riesgos, tiene como propósito mejorar las prácticas de escucha, especialmente entre los jóvenes, apoyándose en las últimas evidencias y en consultas con diferentes partes interesadas, como expertos de la OMS, los gobiernos, la industria, los consumidores y la sociedad civil, comparte la entidad mundial a través de un comunicado.

Conjuntamente, el organismo especializado dice que esta afección de escucha puede prevenirse. La pérdida de escucha tiende a ser permanente o pasajera, según los expertos. Sea cual sea el caso, antes de enfrentar consecuencias graves de tinnitus –pérdida temporal de audición–, cada sujeto debería adoptar una serie de prácticas que, desde la OMS, son compartidas:

  • Utilizar auriculares/cascos bien ajustados y, de ser posible, con cancelación de ruido.
  • Utilizar tapones para los oídos en lugares ruidosos.
  • Efectuar con regularidad reconocimientos de la audición.