La intervención del Bronx en el pasado mes de mayo le ha traído muchas críticas a la administración del alcalde Enrique Peñalosa. Algunos, a favor, aplaudieron y resaltaron que se acabara con ese macroexpendio de droga que, además, se convirtió en un epicentro del crimen en Bogotá: había casas de pique, redes de prostitución infantil, desapariciones.Otros han cuestionado la medida y aseguran que Peñalosa no tuvo un plan de atención integral para los habitantes de calle que salieron del Bronx, lo que ha hecho que se desplacen a varios lugares de la ciudad y la inseguridad aumente. Para estos críticos, el Bronx se expandió.Podría leer: Habitantes de calle tendrán nueva ruta de atención integralUno de ellos es el concejal del Movimiento Progresistas Hollman Morris, que ha dicho que entre 400 y 600 habitantes de calle en Bogotá merodean por localidades como Los Mártires y Santa Fe, desde la intervención del Bronx. Según él, esto llevó a que se disparara la inseguridad y aumentaran las muertes de estas personas.Este martes la concejal del Mira Gloria Stella Díaz se sumó a las críticas. Aseguró que tras días de seguimiento, pudo comprobar que en la calle sexta con Carrera 30 se creó un “nuevo centro de expendio y consumo de drogas” que está “sin control alguno por parte de las autoridades”.Podría leer: Decenas de habitantes de calle fueron arrastrados por una creciente en BogotáSegún la cabildante, de 25 “ganchos” y 14 macroexpendios, la capital pasó a tener 1.372 puntos críticos. “Un nuevo gancho al parecer surge entre el caño (de la sexta con 30), esta (red) marca las papeletas de bazuco con un sombrero verde como logo”, dice la información de Díaz.Además de esto, asegura que los habitantes de calle siguen siendo usados como correos humanos para vender la droga (entre 2.000 y 4.000 pesos) en ese sector. “Sólo ha cambiado de lugar la crisis humanitaria y el estado delictivo”. Todo esto ocurre, dice, con la Policía al lado.“El caño y sus alrededores, a pesar de la presencia policial y de autoridades del Distrito, es una república independiente donde se distribuye droga en las esquinas de la calle sexta con carreras 30, 31, 31ª y 32, al interior del mismo caño e incluso nuevos ganchos están surgiendo y tomando poder”, dijo.¿Es así de alarmante?Aunque el panorama parece alarmante, las autoridades creen que las cosas no son así. Un investigador de la Policía que ha trabajado el tema del microtráfico en Bogotá explicó a Semana.com qué está ocurriendo en la capital.Para él, la situación actual no se compara en nada a lo que ocurría con el Bronx. En relación con el tema de la seguridad, dice que los grandes jefes que coordinaban estas estructuras ya no están y la Policía se ha encargado de acorralarlos.“Ahora estos grupos de microtráfico están intentando acomodarse y hacer una reestructuración, pero no han podido. Desde el 28 de mayo cuando terminó la intervención del Bronx se han hecho nueve actividades operacionales contra ellos”, aseguró.Consulte: De las basuras de Petro al Bronx de PeñalosaSegún él, la concejal Díaz está generando confusión, pues no se puede comparar un “gancho” o un macroexpendio (como era el Bronx) con los puntos críticos en Bogotá.“Cuando Daniel Mejía llegó a la Secretaría de Seguridad se identificaron 750 puntos críticos en Bogotá para combatir, son lugares donde se concentra todo tipo de delitos, como hurto, homicidio, no sólo expendio de drogas”, recalcó.Esos lugares neurálgicos fueron determinados por las autoridades el pasado febrero, después de un análisis a las estadísticas de criminalidad de los últimos tres años. Allí se comprobó, por ejemplo, que las localidades con más puntos críticos eran Suba (101 puntos), Kennedy (77) y Ciudad Bolívar (55).Le recomendamos: Arrancó la intervención de los 750 puntos más peligrosos de BogotáEl investigador también se refirió al tema de los habitantes de calle. “Con los operativos hemos logrado, en dos meses, sacar a más de 2.000 de estas personas de las calles y arrebatárselos a los expendedores de droga. Ellos ahora están en los centros de atención integral que adecuó la Alcaldía. (…) En el caño de la sexta con 30 no hay más de 100, eso es seguro. Esto no se compara con la situación como estaba”, dijo.Esta también ha sido la posición del secretario de Seguridad de Bogotá, Daniel Mejía. “Pongamos las cosas en perspectiva. ¿Cuántos habitantes de calle salieron del Bronx? Entre 1.700 y 1.800. ¿Y cuánta es la población flotante hoy? Entre 220 y 240. ¿Era mejor que esos 1.700 permanecieran en el Bronx? Tenerlos confinados en medio de torturas, explotación sexual, descuartizamientos… Yo no creo”, dijo recientemente a Semana.com.A esto se le suman varias cosas. Aunque la Administración acondicionó centros de atención y aumentó el presupuesto destinado para estas personas de 80.000 millones a 162.000 en los próximos cuatro años, un fallo de la Corte Constitucional prohíbe que se someta a los habitantes de calle a tratamientos en contra de su voluntad. Justamente esta semana el secretario de Salud, Luis Gonzalo Morales, hizo un llamado al gobierno nacional para que reglamente una ley que permita a las autoridades distritales tener más herramientas para tratar a los habitantes de calle que por su estado de adicción representan un peligro para la sociedad y que voluntariamente no quieren someterse a tratamientos.