A las bandas Los Espartanos y Los Shottas, facciones de La Local de Buenaventura que se enfrentan por el control del territorio, le abrieron las puertas de la paz esta semana. El propio presidente Gustavo Petro instó a los integrantes de estas estructuras dedicadas al narcotráfico, el tráfico de armas y la extorsión, a dialogar y abandonar la criminalidad.

“Shottas y Espartanos son bienvenidos a la paz”, dijo el mandatario. Tras la invitación de Petro, empezaron a conocerse atisbos de voluntad de las dos bandas, las cuales se habrían comunicado con el representante de la Iglesia católica en Buenaventura, monseñor Rubén Darío Jaramillo, para expresar las condiciones que tienen para dialogar con el Gobierno.

“Quieren tener otras oportunidades, están preguntándose qué les va a ofrecer el Gobierno nacional para dejar esa vida delincuencial y reincorporarse a la sociedad. Me habló sobre las inconformidades sociales, la falta de hospitales, las vías sin pavimentar. Ellos no están reclamando cosas extravagantes, sino el desarrollo de su comunidad”, aseguró Jaramillo, quien dice que un cabecilla de Los Espartanos lo contactó y le contó estas peticiones.

De acuerdo con lo dicho por este cabecilla al monseñor, más de mil miembros de Los Espartanos, al igual que unos 200 de Los Shottas, estarían dispuestos a dialogar. “Quieren jugar en el barrio, quieren mejores campos deportivos, no están pidiendo nada extraordinario”, añade el vocero de la Iglesia católica.

Las peticiones de estas bandas delincuenciales no se detienen en los aspectos sociales y de infraestructura, pues aseguran sumarse a la voluntad de paz siempre y cuando les garanticen beneficios jurídicos. “Buscan que la normatividad en cierta medida los beneficie, nadie va a entregar armas y hombres con un prontuario tan delictivo a cambio de nada. Son conscientes de que han delinquido, que merecen un castigo en la cárcel, pero desean un tratamiento especial”, expuso.

“Ellos saben que solo les quedan tres vías: la tumba, la cárcel o reincorporarse a la comunidad”, reflexionó el monseñor. Según lo conversado por Jaramillo con el cabecilla de Los Espartanos, muchos de los integrantes de estas bandas delincuenciales tienen en sus planes estudiar si abandonan la criminalidad.

Así las cosas, considera esta como una oportunidad única para aliviar la violencia que azota al distrito portuario por cuenta de los enfrentamientos entre estas estructuras: “Tenemos que aprovecharla porque antes estas bandas no manifestaban esto, por seguiré en mi papel de facilitador entre el Gobierno nacional y estos grupos”.

El presidente Gustavo Petro les manifestó su voluntad de paz esta semana, cuando estuvo en Buenaventura instalando lo que denominó un Puesto de Mando Unificado por la Vida, luego del cruento enfrentamiento urbano que Los Espartanos y Los Shottas libraron en los barrios San Francisco y Juan XXIII y que después se transformó en un combate con la fuerza pública.

“A los Shottas y a Los Espartanos, les digo: no se maten, qué pendejada, un negro matando a otro negro, un joven negro matando a otro joven negro, extorsionando a personas negras en medio todos de la pobreza. Ese no es el camino”, aseveró el mandatario en el distrito portuario.

Las ideas de paz de Petro han sido bien recibidas por la gobernadora del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán: “Ya lo dijo el presidente, todos los que quieran dialogar y todos los que quieran que entremos a hacer acuerdos para que bajemos estos índices de violencia, para no ver a más madres llorando ni ver más jóvenes acribillados, pues lamentablemente en los últimos días hemos visto enfrentamientos entre estas bandas, son bienvenidos al diálogo y bienvenidos a lo que el Gobierno nacional manifiesta. Hay que abrir las puertas a que hagamos unos acuerdos y a que trabajemos conjuntamente”, puntualizó.