La senadora María Fernanda Cabal es una de las dirigentes de derecha que más controvierte con el senador y precandidato presidencial Gustavo Petro.

Cabal, por ejemplo, no desaprovecha oportunidad para llamar a los simpatizantes de la izquierda como “mamertos” y para recordarle a la opinión pública que Petro formó parte de la guerrilla del M-19.

Las diferencias entre ambos son evidentes. Este fin de semana, Petro señaló a Cabal de intentar sabotear el cierre de su campaña política en Cali, donde la senadora uribista se mueve como pez en el agua porque es su tierra. “Pobrecita, vino a sabotearme con 15 personas”, afirmó Petro.

Cabal, en su gira por el país, llegó hasta Neiva y en el programa El ventilador de la política, que dirige el periodista Jorge Enrique Medina, aprovechó para responder los señalamientos de Petro. “Ay, pero Petro por qué me pobretea, eso es muy feo. Por qué se obsesiona conmigo. Yo jamás le sabotearía algo”, respondió.

Cabal aseguró que las multitudes de Petro en las plazas públicas “no son tan ciertas”.

“Si uno abre la cámara, no llegaron los que él dice que llegaron, pero donde uno se atreva a meterse ahí sale trabado por la marihuana que fuman y con una puñalada, seguramente”, dijo Cabal.

Reiteró que Petro nunca ha vendido un chicle ni ha pagado una nómina. “Preguntémosle de dónde ha sacado su plata para comprar su mansión en Chía”, aseguró la candidata al Senado del Centro Democrático.

Aseguró, además, que Petro es un hombre “alucinado”, que inventa falsas realidades. “Todo el tiempo está construyendo imaginarios, es parte de la enfermedad mental del ‘izquierdópata’. Es mitómano, megalómano, vanidoso, narcisista”.

Pidió que el candidato de izquierda responda por qué en Cali, al cierre de su campaña, “tenía tantos buses que traían de todo lado y cuánto les costó llenar toda esa plaza”.

En la entrevista reconoció que en el uribismo hay caudillismo. “Y no lo digo por mal sino como fenómeno político, existe a lo largo de la historia política de las sociedades. Uribe fue el mejor presidente de los últimos 100 años, creó no uno sino dos partidos, se reeligió, puso a Santos y a Duque, ¡un fenómeno! El día que Uribe deje de reinar seguramente el Centro Democrático no tendrá el mismo norte. Ese es el desafío. El legado de Uribe es para la historia. Los tres huevitos es lo máximo de la doctrina: seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social. ¿Qué pasó con el Centro Democrático?”, se preguntó. Sin embargo, guardó silencio y no respondió.