La Fiscalía General de la Nación informó este fin de semana que fueron capturados 12 presuntos integrantes de una red criminal señalada del desvío de sustancias químicas que serían utilizadas para el procesamiento de narcóticos en laboratorios clandestinos.
El ente acusador indicó que en diligencias de registro y allanamiento realizadas de manera simultánea en Bogotá, Florencia (Caquetá), Soacha y Sibaté (Cundinamarca) se logró la captura de 11 de los hombres y la imputación de otro posible integrante que ya se encontraba privado de la libertad.
Entre los detenidos se encuentra Luis Eduardo Ramírez, señalado cabecilla de la red criminal y quien presuntamente era el enlace principal entre las empresas legalmente constituidas y las estructuras al servicio del narcotráfico. La Fiscalía señaló que pruebas obtenidas permiten inferir que este sujeto sería el principal proveedor de sustancias para un laboratorio que fue descubierto y destruido en una finca ubicada en Guasca (Cundinamarca).
La finca a la que se hace referencia es Haras de San Fernando, propiedad del exembajador de Colombia en Uruguay Fernando Sanclemente. En febrero de 2020, la Fiscalía mediante un allanamiento encontró que en la en la propiedad operaban tres laboratorios para el procesamiento de cocaína.
El exembajador Sanclemente ha negado cualquier relación con la organización criminal y los laboratorios de coca encontrados en su propiedad. Sin embargo, en febrero pasado SEMANA conoció la declaración de un mayordomo de la finca en la que señala que el exembajador sería la persona que habría autorizado arrendar los lotes para la construcción de los laboratorios, habría definido el canon de arrendamiento y habría recibido los pagos en efectivo de quienes vigilaban el complejo cocalero.
La estructura criminal
La Fiscalía señaló que una investigación permitió determinar que uno de los eslabones de la red criminal era la elaboración de permanganato de potasio, “utilizando complejos rústicos ubicados en Cundinamarca y la región de los Llanos Orientales”. Posteriormente, los insumos químicos que procesaban eran enviados vía terrestre en vehículos “con carga ilícita hacia diversos municipios de Cundinamarca, Boyacá, Magdalena Medio y Caquetá, donde era comercializada a otras estructuras narcotraficantes”.
Asimismo, el ente acusador manifestó que se descubrió la presunta utilización de empresas legalmente constituidas en Florencia (Caquetá), “donde aparentemente contaban con la complicidad de representantes legales que facilitaban el desvío de la sustancia química controlada”.
Los demás procesados, quienes al parecer trabajaban en la logística o fungían como transportistas e incluso químicos empíricos, son: Diego Fernando Astudillo Trujillo, Francisco Javier López, Jimmy Alexander Fajardo Ávila, Edinson Fernando López Yanguma, Nicolás González López, César Augusto Cuaspud Castaño, Rosel Bonilla Triviño, Gerson Fabian Torres, John Dairo Torres Torres, Rodrigo Bedoya García, Aurelio de Jesús Ramírez Valencia.
En las diligencias fueron incautados 2.090 galones de manganato de potasio, 1.000 kilogramos de cloruro de calcio, 120 kilogramos de permanganato de potasio y 54 galones de ácido clorhídrico y se logró la destrucción de un laboratorio clandestino utilizado en la producción de permanganato de potasio en Sibaté (Cundinamarca).
Un fiscal de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico imputó a los detenidos, los delitos de tráfico de sustancias para el procesamiento de narcóticos y concierto para delinquir agravado.
“En el curso de esta investigación se han realizado nueve acciones contra esta organización criminal, que permitieron la captura en flagrancia de cuatro personas, la incautación de 8.602 galones de sustancia química controlada, 11.958 kilogramos de insumos químicos sólidos y cuatro vehículos”, subrayó la Fiscalía.