La difícil situación que viven los niños con cáncer en el Valle del Cauca, que han denunciado la falta de atención médica por parte de Cafesalud, tiene a la Gobernación de ese departamento y a la EPS en una puja cada vez más complicada. Le puede interesar: Niños con cáncer le escriben al presidente Santos y claman por ayuda El clamor de los niños por tener acceso a los tratamientos y medicamentos para el cáncer ha hecho que la gobernadora Dilian Francisca Toro pida a las autoridades que la EPS deje de operar en el departamento, pues -según dijo- la entidad se había comprometido a presentar un informe este primero de agosto, en el que expondría soluciones a las inquietudes de varios alcaldes del departamento. Pero, según Toro, no lo hicieron. “Ninguna entidad quiere prestarle servicios a Cafesalud y los más perjudicados son los pacientes”, escribió la gobernadora esta semana en su cuenta de Twitter. Las advertencias estaban cantadas, por eso la Gobernadora y algunos alcaldes municipales enviaron este martes una misiva al ministro de Salud, Alejandro Gaviria, y al superintendente de Salud, Norman Julio Muñoz, pidiéndoles la salida de la EPS del departamento. Pero Cafesalud no guardó silencio. En una carta abierta dirigida a los vallecaucanos, la entidad asegura que no es cierto que no tuvieran radicado un plan de trabajo para mejorar sus servicios del régimen subsidiado en esa región. “Este quedó radicado según documento No. DNE0393-2016 en la fecha acordada con la Gobernación y prevista para el primero de agosto del 2016 según radicado No. 54575”, dice la misiva. Distinto a lo dicho por la Gobernación, algunos alcaldes y unos pequeños que han contados sus testimonios a los medios de comunicación, la EPS manifiesta que ha garantizado “el acceso a los niños enfermos de cáncer a través del Centro Médico Imbanaco y desde el primero de julio del 2016 con la Fundación Clínica Valle de Lili, las cuales están prestando un servicio integral para el manejo completo de esta población, incluida la entrega de medicamentos ambulatorios”, dice. Así mismo, dicen prestar los servicios de salud a los 201.269 afiliados del régimen subsidiado del departamento. Lo hacen, según manifiestan, a través de una red activa conformada por 48 prestadores públicos y más de 100 privados en los 26 municipios donde opera. Pero allí no termina, la EPS se fue lanza en ristre contra la Gobernación. En la carta aseguran que, según la normativa, es obligación de la administración departamental pagar directamente a los proveedores de medicamentos no incluidos en el Plan Obligatorio de Salud (POS). Afirman que durante el 2016 han pagado más de 80.000 millones de pesos a la red de prestadores, pese a que el departamento le “adeuda a Cafesalud más de 15.000 millones de pesos y 24 municipios más de 1.000 millones de pesos por servicios prestados a sus afiliados, durante el período 2011-2016, de los cuales 11 promueven el retiro de Cafesalud del departamento”, se lee en la misiva. Ahora, mientras sigue la puja entre Cafesalud y la Gobiernación, el Ministerio de Salud y la Superintendencia deben definir qué pasará con la EPS en el Valle del Cauca.