El que mucho abarca poco aprieta. Esa parece ser la moraleja que deja la prestación del servicio de Cafesalud en el país. La EPS tenía presencia en todos los departamentos y sus afiliados activos superaban los 5,7 millones, pero no tenía la capacidad de atenderlos a todos con eficiencia.Ese hecho era irrefutable y, por eso, desde hace un par de semanas la Superintendencia de Salud y el Ministerio de Salud le habían pedido a la entidad retirarse de manera voluntaria de los departamentos donde no cumplía y no tenía, siquiera, contratos con clínicas y hospitales. ¿El objetivo? Concentrarse en los lugares donde tiene mayor demanda.Cafesalud accedió y, este martes, el superintendente Norman Julio Muñoz anunció el retiro voluntario de la EPS de cuatro departamentos (Amazonas, Córdoba, San Andrés y Vichada) y de 558 municipios del país donde, en cada uno, no tenía más de 500 afiliados. “Esperamos que este retiro le permita a Cafesalud concentrar su operación en aquellos departamentos donde tiene mayor participación de usuarios, y seguir resolviendo progresivamente los temas a los que hemos venido haciendo seguimiento: suficiencia de la red; atención de los casos urgentes, especialmente de enfermedades como cáncer, VIH y enfermedad renal crónica, y suministro de medicamento”, afirmó Muñoz.Con esta decisión, 195.000 usuarios pasarán a manos de otras entidades prestadoras de este servicio desde el primero de octubre. El proceso de desvinculación se iniciará en 15 días con el acompañamiento de la Supersalud y aunque el traspaso de los afiliados será de manera automática a EPS que operen en esos departamentos, después de 90 días las personas podrán decidir a qué entidad quieren afiliarse. Lo más importante, según la Superintendencia, es que nadie quedará sin atención.Eso hace parte de una serie de medidas que el Gobierno empezará a tomar para estabilizar aún más la operación de Cafesalud. Entre estas se avecinan restringir el ingreso de nuevos afiliados a la EPS. También se dividirán el régimen subsidiado y el contributivo, pues la idea es que Cafesalud se quede solamente con los del contributivo y no tenga más de cuatro millones de usuarios. El objetivo es lograr que la entidad sea atractiva para la puja de los eventuales compradores de la EPS.La última medida del Gobierno será ayudarle a Cafesalud a agilizar los recobros al Fosyga, que serían unos 180.000 millones de pesos. Con esos recursos se lograría una estabilización financiera para la operación.Este retiro marca el final del proyecto que encabezó Carlos Palacino. Como se recuerda, la liquidada Saludcoop creció, llegó a zonas rurales y se enfocó en el régimen subsidiado, donde el Gobierno le pagaba por cada beneficiario. Con ese modelo llenó sus arcas, lo que le permitió construir un imperio que está terminando de desmoronarse.Le puede interesar: La crisis de las EPS que está dejando a miles de colombianos sin servicios de salud