El Consejo de Estado le acaba de dar un duro golpe a la política caldense. En una reciente decisión el alto tribunal suspendió al gobernador Guido Echeverry. La decisión se toma como una medida cautelar mientras se decide de fondo el asunto. Así, el departamento queda sin líder político hasta nuevo aviso.La razón que saca al gobernador de su cargo no tiene que ver con líos de corrupción. Se trata de una presunta inhabilidad que habría impedido que Echeverry se lanzará a la campaña electoral el año pasado. A juicio de los demandantes, Rafael Calixto Toncel Gaviria y Miguel Antonio Cuesta Monroy, el político caldense habría violado la prohibición constitucional de la reelección inmediata.El problema de Echeverry en el alto tribunal será sobre todo de interpretación. En términos prácticos él no fue gobernador. Aunque había ganado la anterior elección, esta también había sido anulada por el Consejo de Estado. La razón en su momento fue que su esposa, Ana María Jaramillo, había sido la Secretaria de Hacienda encargada en la Alcaldía de Manizales en el año anterior a la elección. Aunque la funcionaria solo estuvo allí por unos días y nunca tuvo el cargo en propiedad, en ese momento el alto tribunal consideró que eso constituía una violación al régimen de inhabilidades.Apenas se conoció el contenido del fallo, Echeverry se pronunció desde Manizales. Explicó que antes definir su postulación se hicieron las consultas respectivas ante las autoridades jurídicas competentes, que consideraron que no existe inhabilidad alguna. La razón es que, al darse el reemplazo en el periodo restante de su gobierno, cuando fue retirado del cargo por el Consejo de Estado en el periodo 2012- 2015.El gobernador indicó que tiene la conciencia tranquila, que ha actuado con rectitud y que no es un irresponsable, al haberse presentado como candidato, como lo dicen sus demandantes y críticos. Agregó que su votación de 197.520 ciudadanos es histórica y la más alta en el departamento, desde que existe la elección popular de alcaldes. Asegura que las demandas son producto de una estrategia de sus opositores en el partido conservador que no respaldaron su candidatura.Guido Echeverry nunca se rindió en su sueño por alcanzar la gobernación de su departamento. El mandatario aspiró el año pasado por segunda vez, luego de que el Consejo de Estado le anulara su elección en el periodo anterior. En ese momento le ganó al hoy ministro del Medio Ambiente, el caldense, Gabriel Vallejo López. El año pasado el triunfo de Echeverry parecía el premio a esa persistencia: 40 años en el partido liberal, varios periodos en el congreso, cargos regionales y la rectoría de universidades públicas y privadas.El senador Mauricio Lizcano del partido de La U y de la coalición que apoyo al mandatario, defiende la postulación de Echeverry y destaca su hoja de vida y trabajo en las entidades públicas y privadas, en las que ha ejercido cargos. Según él, el caso es más una persecución política.Lo que viene para Caldas es que la presidencia nombrará un funcionario para que esté encargado de ese puesto mientras el Consejo de Estado define la situación de Echeverry.