Un estudio sectorial realizado por la Contraloría General de la República ha puesto en evidencia la preocupante situación del servicio de agua potable en Colombia. Según el informe, basado en datos proporcionados por el Ministerio de Vivienda sobre el Índice de Riesgo de la Calidad del Agua (IRCA) del año 2020, 70 municipios del país se encuentran en la categoría de alto riesgo, mientras que 8 más son clasificados como casos críticos y son considerados inviables sanitariamente.
El estudio, llevado a cabo por la Dirección de Estudios Sectoriales de la Contraloría Delegada para el Sector de Vivienda y Saneamiento Básico, tuvo como objetivo evaluar la cobertura, calidad y continuidad del servicio público de agua en zonas urbanas y rurales del territorio nacional. Los resultados arrojaron una problemática alarmante en cuanto a la falta de acceso a agua potable en muchas partes del país, especialmente en áreas rurales.
El informe reveló que, aunque se asignaron más de 4 billones de pesos para proyectos de acueducto, la gestión desplegada para ampliar la cobertura del servicio de agua potable no ha logrado beneficiar a una población significativa, y la brecha entre zonas urbanas y rurales supera el 20 por ciento.
La Contraloría afirmó que Colombia enfrenta serios desafíos en este aspecto, incluyendo la baja cobertura en áreas urbanas y rurales, los altos niveles de riesgo en la calidad del agua para consumo humano y los problemas de continuidad en la prestación del servicio.
“Colombia tiene una problemática en el servicio público de agua potable, representada por los bajos niveles de cobertura en la zona urbana y sobre todo en la rural, la brecha urbano-rural que está por encima del 20 por ciento, los altos niveles de riesgo en la calidad del agua para consumo humano, y los problemas en continuidad en la prestación del servicio que se presentan en muchas partes del país”, aseguró la entidad.
El informe también analizó la contribución de la política pública al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y señaló que, aunque más de 570 municipios están clasificados como “sin riesgo” en términos de calidad del agua, la situación no permite afirmar que se esté cumpliendo completamente con el ODS Salud y Bienestar, ya que las cifras reportadas presentan variaciones significativas y vacíos de información que dificultan evaluar el verdadero grado de avance en el mejoramiento de la calidad del agua.
En cuanto al Índice de Riesgo de la Calidad del Agua para Consumo Humano (IRCA) del año 2020, el estudio identificó ocho municipios con un puntaje superior a 80,1, lo que los clasifica como “inviables sanitariamente”. Estos municipios incluyen a Clemencia, en Antioquia; San Juan Nepomuceno, en Bolívar; San Sebastián, en Cauca; Gamarra, en Cesar; Francisco Pizarro, en Nariño; Sucre, en Santander; Sucre, en Sucre; y Villarrica, en Tolima.
Además, ocho municipios obtuvieron un IRCA (2020) superior a 80,1, por lo que son clasificados en la categoría de Inviables Sanitariamente:
- Clemencia (Antioquia) 81,6.
- San Juan Nepomuceno (Bolívar) 100,0.
- San Sebastián (Cauca) 88,9.
- Gamarra (Cesar) 83,8.
- Francisco Pizarro (Nariño) 87,1.
- Sucre (Santander) 97,0.
- Sucre (Sucre) 84,4.
- Villarrica (Tolima) 8,2.
La Contraloría alertó sobre la necesidad de tomar medidas urgentes para abordar esta problemática y garantizar el acceso a agua potable de calidad en todo el país, cumpliendo así con los compromisos internacionales y mejorando la calidad de vida de los ciudadanos.
“Se encontró que, pese a una relevante destinación de recursos durante el período 2018-2022, no se logró satisfacer la imperiosa y vital necesidad básica de provisión de agua potable a una proporción muy significativa de la población, que carece de la prestación de un servicio adecuado de acueducto, sobre todo en las zonas rurales”, enfatizó la Contraloría.