Un nuevo cambio en el gabinete tiene lugar esta semana, tras la renuncia de la ministra de TIC, Sylvia Constaín, el pasado miércoles 29 de abril. El presidente nombró en su reemplazo a la barranquillera Karen Cecilia Abudinen, quien ejercía como Alta Consejera Presidencial para las Regiones y tendrá que afrontar varias tareas urgentes en su nuevo cargo. Entre ellas está solucionar la situación que se presenta con la licitación del dominio .co, sobre cuya adjudicación hay en curso una investigación de la Procuraduría y un fallo de tutela pendiente en un tribunal de Bogotá y, además, sacar adelante la tercera gran licitación del MinTIC, la de conectividad rural, en la que se invertirán 2 billones de pesos y con la que se espera llevar internet a casi 10.000 lugares que actualmente están desconectados. Esta constituye una de las principales banderas del Gobierno.
Sylvia Constaín deja la cartera tras casi dos años de gestión, durante los cuales tuvo que enfrentar retos complicados. El primero de ellos fue lograr la aprobación de la Ley de modernización del sector TIC, para lo cual fue necesario sortear duros debates en el Congreso. Esta ley es clave para estimular nuevas inversiones que permitan la ampliación de la conectividad en el país, y actualizar aspectos del marco normativo de las telecomunicaciones. Sin experiencia previa en el mundo político, Constaín logró convencer a los parlamentarios, tras dos intentos fallidos, uno realizado por el gobierno anterior y otro durante los primeros meses de la administración Duque. La Ley TIC abrió las puertas para la subasta de espectro, un tema que también estaba pendiente desde hace varios años y que se realizó en diciembre pasado. Los operadores de telecomunicaciones reclamaban la entrega de nuevo espectro electromagnético para mejorar su servicio, dado que las redes móviles actuales se encuentran saturadas. La subasta entregó licencias para que las telcos desplieguen nuevas redes y amplíen las existentes, y asegura la expansión de la telefonía 4G en el país. Queda pendiente una demanda en curso y una investigación de la Procuraduría debido a que MinTIC aceptó el retiro parcial de uno de los ganadores, la compañía Partners, en una decisión que fue protestada por los demás participantes de la subasta.
Además, Constaín deja avanzados los planes de conectividad que hacían parte de las promesas de campaña de Iván Duque. El nuevo marco regulatorio y dos de las tres licitaciones más importantes ya quedaron completadas, aunque estas últimas todavía con procesos jurídicos en contra haciendo curso en tribunales. La nueva ministra es una persona de la entraña del presidente, quien confía plenamente en ella, y además es considerada como parte de la casa Char, que logra con este nombramiento su primer ministerio en el gobierno de Iván Duque. Aunque carece de experiencia en el sector TIC, es ducha en política y se le reconoce un gran conocimiento del funcionamiento del Estado. En su hoja de vida se destaca su gestión como Secretaria de Educación de Barranquilla y como directora del Icbf. En su anterior función como Alta Consejera Presidencial para las Regiones tuvo contacto con los territorios y con los gobiernos locales, un elemento importante en los planes de inclusión digital que tiene el ministerio. Y en materia política se espera que mantenga una buena relación con el Congreso, dada la acogida que su nombre tiene entre las bancadas costeñas.
Entre los retos inmediatos que afrontará hay que mencionar la compleja licitación por valor de dos billones de pesos, suma que invertirá el Estado para llevar internet a 10.000 localidades rurales que se encuentran por fuera de la revolución digital, para lo que se requiere un cuidadoso diseño técnico que garantice conexiones de calidad y banda ancha para la ruralidad colombiana. También deberá atender los reclamos que están por presentar los empresarios del sector TIC, aquejados por el impacto de la crisis sanitaria generada por el coronavirus, entre otros asuntos urgentes.