Desde la clandestinidad en Brasil y con una condena encima de 46 años en primera instancia por haber desaparecido y asesinado a Helena Laserna, Camilo Pinzón contó descarnadamente, en entrevista con SEMANA, qué ocurrió con la joven después de muerta.

SEMANA: Usted admite que la niña murió en manos de su hermana. Y hay un hecho doloroso. ¿Por qué incineraron el cuerpo dos veces?

C. P. G.: Estoy en Cartagena, en el edificio Portofino. La señora Laserna Jaramillo me envía un giro, el 15 de noviembre del año 2016, y lo reclamo en Cartagena. Eso que estoy diciendo está soportado por Efecty. Ella me giró para devolverme, porque estaba enterada del fallecimiento de Helena. Ella me dijo: ‘me hace el favor y me trae el cuerpo’. Eso fue una omisión de denuncia, la niña jamás estuvo aislada de su mamá. Ni siquiera fue como están diciendo, que fue vilmente asesinada por mí. Ese hecho no es cierto. Porque yo he probado…

SEMANA: ¿Usted qué hizo con el cuerpo?

C. P. G.: Estoy vía a Cartagena y me devuelvo en el automóvil HFP-056, un Kia blanco que se nombra en el proceso. Retorné a Mosquera, Cundinamarca. Le dije: ‘Lili, voy con el cuerpo para allá. A la finca ‘Las juntas de Archuri’.

SEMANA: O sea, ¿usted trasladó el cuerpo de la niña?

C. P. G.: A petición de la mamá.

Pinzón aceptó que fue él quien trasladó el cadáver de la joven Helena sin dar aviso a las autoridades competentes.

SEMANA: Pero cuando a uno le piden que traslade un cadáver y uno no lo hace…

C. P. G.: Era el vasallo de ella (de Liliana Laserna), el marido.

SEMANA: Puede ser el marido, pero una persona en sus facultades no acepta eso y lo que hace es llamar a la autoridad competente.

C. P. G.: Ese es el error. Ahí está el error.

Los detalles de cómo Camilo Pinzón transportó el cuerpo son macabros

SEMANA: Usted sube el cuerpo de la niña al carro, ¿cómo lo hace?

C. P. G.: No, es que en ningún momento la toqué.

SEMANA: ¿Quién la tocó y subió al carro?

C. P. G.: Mi hermana la subió al automóvil, al HFP 056.

SEMANA: ¿Y dónde la puso o la acostó?, ¿qué hizo?

C. P. G.: En la silla de atrás.

SEMANA: ¿Sentada o acostada?

C. P. G.: Acostadita, como se debe respetar el cuerpo.

SEMANA: ¿Es cierto que estaba en una bolsa?

C. P. G.: No señora. En un slepping negro con rojo.

Según el condenado, después de manejar su vehículo por un largo rato, llegó a la finca donde estaba la madre de Helena con el cuerpo sin vida.

SEMANA: ¿Tomó el cadáver y se fue manejando a la finca?

C. P. G.: Sí.

SEMANA. Y llegó allá, ¿y qué pasó con el cadáver y con la mamá?

C. P. G.: Acá viene el detalle. Mi hermana se queda en portería, donde Jorge Fonseca y Nubia Martínez. La señora Laserna está esperando afuera de la propiedad, del portón verde, que es la entrada del garaje. Los dos entramos en llanto y ella es consciente de que su hija está fallecida. Ella revisó. Toda la evidencia fotográfica de Helena está en el celular de la señora Liliana Laserna.

SEMANA: Usted cuenta que el que manipuló el cuerpo fue usted y que a la mamá la niña le llegó muerta.

C. P. G.: Sí, pero ella estaba informada desde el día 15 y se reportó ante la EPS. Documento que no ha sido tenido en cuenta en esta investigación, porque ella aparece reportada.

SEMANA: ¿Qué pasa con el cuerpo? La mamá llora.

C. P. G.: Claro, se supone que ella es la posición de garante. Es la mamá.

Lo que vino después fue sencillamente espantoso. A Helena Laserna la incineraron

SEMANA: Pero, ¿qué pasa? ¿Qué decisiones toman ahí?

C. P. G.: Ella toma una decisión por su parte religiosa. Como vivió en la India, en la sala hay una una figura del Shiba Nataraia y ella toma la decisión de incinerar el cuerpo de su hija.

SEMANA: ¿Y quién lo incineró? ¿Usted?

C. P. G.: No señora. Fue Liliana Laserna Jaramillo.

SEMANA: ¿Ella misma incineró el cuerpo de su hija? ¿Por qué?

C. P. G.: Porque ella tomó la determinación.

SEMANA: ¿A usted eso le pareció normal? ¿Qué hizo?

C. P. G.: Pues pensé que todo estaba bien.

SEMANA: ¿Cómo le va a parecer bien que una mamá tome supuestamente la decisión de quemar a su hija en lugar de avisar a las autoridades competentes?

C. P. G.: Ella lo hizo y lo admite. Cuando le entrego el cadáver, pensé que ella iba a tomar la determinación de avisar a las autoridades. Yo ni la desaparecí ni la maté. Sí, estoy aportando mis pruebas. Sí, estoy atrincherado.

SEMANA: Después de que incineran a la niña, ¿qué pasa con el cuerpo?

C. P. G.: Ella lo recoge, guarda los restos. Y botó la cajita que tenía con los restos de Juan Mario, su hermano.

La familia no se enteró hasta que estalló la denuncia. Lo cierto es que Helena Laserna, una joven con autismo y de solo 18 años, no tuvo quién la protegiera en los últimos días de su vida. Después de muerta, tampoco siquiera respetaron su cadáver. La justicia asegura que Camilo Pinzón es el responsable de su muerte y desaparición.

SEMANA: ¿Qué pasa después? ¿Cuándo es qué le dicen a la familia?

C. P. G.: Por una razón técnica. Hay una demanda penal contra la señora Laserna, por abuso de confianza, porque hubo peleas entre ellos por dinero. Esto es un show mediático, porque para ellos, una niña con discapacidad... qué diría la clase alta colombiana. Porque ella nunca fue visitada por ninguno de sus familiares. La única persona que se metió la mano al bolsillo para ayudar a su propia hija fue la señora Liliana Jaramillo de Laserna y el señor senador Juan Mario. El resto, nadie, ninguno de los demandantes. ¿Por qué? Porque entre ellos hay roces.