Esta semana Anglo Gold Ashanti reactivó sus labores de exploración en el suroeste antioqueño después de que varios concejos municipales, entre ellos el de Jericó, prohibieron la minería en sus territorios. Las labores caldearon los ánimos de los campesinos, que desde hace más de un año se han mantenido en pie de protesta porque consideran que sus montañas tienen una vocación clara: la agricultura.En palabras de los campesinos, todo empezó el lunes 7 de mayo cuando cinco funcionarios de la empresa intentaron entrar a las veredas localizadas en el corregimiento de Palocabildo de Jericó con el acompañamiento de la Policía, donde los habitantes rechazaron su ingreso. “La policía, en forma agresiva, intimidó a los campesinos. Simultáneamente, por la parte baja de Jericó, cerca al río Cauca, en la Finca San Antonio, localizada en la Vereda Cauca, empiezan a ingresar camionetas de Anglo Gold Ashanti para hacer minería”.La comunidad alega que con la llegada de la empresa minera ha empezado una ruptura del tejido social. “Se ha dividido a nuestras comunidades. Es claro que la presencia de esta empresa en esta zona, causará grandes impactos negativos en lo económico, social, ambiental y de seguridad para quienes allí vivimos”.En contexto: Jericó el pueblo donde ronda el fantasma de un título mineroEl diputado Norman Correa Betancur, quien ha acompañado las protestas, se pronunció mediante un comunicado: “La multinacional AGA debe entender que no tiene licencia social en el suroeste, no es bienvenida y a pesar que su actividad presume legalidad, los ‘suroestanos’ queremos vivir del café, la agroindustria y el turismo. La Minería no es bienvenida. El Desarrollo de un territorio reside en sus habitantes, AGA es un forastero que viene a subvertir las formas de vida pueblerinas preponderantes en nuestro territorio”.Por su parte, desde Anglo Gold se contestó a los reclamos de los campesinos asegurando que todas sus exploraciones se realizan con el consentimiento de los dueños de los predios y que se informa de ellas a líderes comunitarios y autoridades municipales. “El proyecto Quebradona cuenta con los permisos de exploración y estudios necesarios por parte de la Agencia Nacional de Minería y de la Secretaría de Minas de Antioquia. Cuando ingresamos a predios privados a realizar nuestro trabajo, siempre contamos con la autorización por parte de los propietarios, quienes son debidamente informados de los estudios que realizamos”. Por otro lado, desmintieron la versión de los lugareños que dice que sus equipos son acompañados del Esmad.Le recomendamos: Por qué está tambaleando la minería en AntioquiaPara protestar contra la presencia de la minería en la región, los campesinos convocaron a una marcha por la “defensa del territorio de Támesis y Jericó” —aunque AGA no tiene presencia en Támesis—, donde el obispo de Jericó, monseñor Noel Antonio Londoño Buitrago, dijo: “Aquí estamos defendiendo futuro. Queremos saber que el pueblo y los niños tienen futuro y garantías y nos cuesta mucho ahora entender qué está pasando a tres meses de que el Gobierno Nacional entregue su mandato, cómo nos ponen en esta situación tan tremenda, si creo que hace falta mucha seriedad de parte del gobierno y mucha unidad y fuerza tenemos que tener nosotros, quienes sufriremos las consecuencias que pueden venir. Sí puede existir la minería pero no en zonas geológicamente inestables, no nos repitan el Chirijara ni un Hidroituango. Hasta no tener seguridades absolutas de lo geológico no podemos permitir absolutamente nada”.Aquí que recordar que el suroeste de Antioquia aporta el 60 por ciento de la producción del café de Antioquia y el 16 por ciento de la cosecha nacional, lo que representó ingresos para el departamento mayores a los 7 billones de pesos en 2016. Además, que el Tribunal de de Antioquia anuló los acuerdos contra la minería que se firmaron en algunos municipios, caso que ahora es revisado por el Consejo de Estado. Mientras esto se define, AGA continúa su exploración y los campesinos en pie de lucha.