A medida que pasan los meses, comienza a hacerse realidad la alerta que emitieron las autoridades sobre la presencia de mexicanos en el sur del país para el control de negocios de narcotráfico. Esta semana, el golpe lo dio la Policía Antinarcóticos, que con apoyo de la DEA y de las autoridades de México y Ecuador, capturaron a 16 mexicanos y un ecuatoriano que al parecer trabajaban para el cartel de Sinaloa. Estas personas se hacían pasar por turistas, algunos fueron vistos por el lejano municipio de El Charco (Nariño) recorriendo las calles, tomándose fotos y simulando tener interés en el paisaje ecológico de la zona. Pero de un momento a otro, el grupo de extranjeros se borró del panorama. En ese momento se activó la alerta de las agencias internacionales para poderlos ubicar. Dos cosas llamaron la atención de la Policía nacional y extranjera: por esos días fueron interceptados cuatro veleros muy cerca al puerto de Manzanillo, en México; al verse sorprendidos, los ocupantes de estas embarcaciones intentaron deshacerse de la carga arrojando varios costales en fibra al agua. Lo segundo es que fue detectado otro grupo de extranjeros que se movía rumbo a las costas de Ecuador, muy cerca de la provincia de Esmeraldas. En estos seguimientos, las autoridades tomaron la decisión de marcar una de las embarcaciones que estaban disponibles para alquiler. El grupo de narcos mordió el anzuelo y se llevó esa lancha. De manera, que horas más tarde fueron capturados 16 ciudadanos mexicanos y un ecuatoriano, después de pasar por los manglares en Nariño. Los narcos llevaban 1.300 kilos de clorhidrato de cocaína envueltos con cinta plástica y forrados con caucho látex para protegerlos de la humedad.La tesis de las autoridades, es que los grandes carteles mexicanos mandan a su gente para vigilar y hacer seguimiento de los envíos de droga porque desconfían de las organizaciones criminales colombianas. Sin embargo, a diferencia de otras oportunidades, en esta ocasión no había colombianos en la embarcación participando del transporte. SemisumergiblesEl mes pasado, la Fiscalía y la Armada incautaron en aguas del mar Pacífico a la altura de Tumaco dos toneladas de cocaína que eran transportadas en un sofisticado semisumergible de fabricación artesanal. 

El artefacto tenía la capacidad de movilizarse a grandes velocidades y fue detectado en el momento en que pasaba por el área del Parque Nacional Natural Sanquianga. Les tomó una hora de persecución a las autoridades poder acercarse e interceptar la embarcación. Encontraron en el interior 112 bultos que contenían cocaína, un cargamento que sumó 2.039 kilos y está avaluado en 68 millones de dólares.La droga era transportada por cuatro personas que quedaron detenidas. Al verificar las identidades de los detenidos, los investigadores encontraron que solo uno era colombiano. Los demás tripulantes eran uno de nacionalidad ecuatoriana y dos mexicanos.