El día en que mataron a Dylan Moreno, en la localidad bogotana de Bosa hubo conmoción. El pasado 21 de octubre, poco después de su octavo cumpleaños, el niño que amaba a Spiderman y a Shirley, la niñera que le ayudaba a hacer sus tareas, murió de un impacto de bala en la cabeza, producto de una retaliación dirigida en contra de su padre.No era la primera vez que se producía un incidente similar e incluso uno de los hermanos de Dylan había sido apodado “milagrito” por sobrevivir a otro atentado en contra de su progenitor. Pero en esta ocasión, el mayor de los tres hermanos no superó la agresión que sobrevino después de que su padre fuera a buscarlo al colegio Gran Colombiano en el que cursaba el primer grado. Dylan falleció prácticamente al instante y fue cubierto por una manta ensangrentada ante los ojos de varios de sus compañeros que vivían en la misma localidad.En contexto: La vida breve de Dylan, el pequeño de 8 años asesinado por sicarios en BosaEn las semanas siguientes, tanto vecinos del barrio El Jardín como padres y estudiantes de la institución educativa, realizaron grandes marchas para honrar la memoria de Dylan con la consigna de que los niños no tienen porque sufrir las consecuencias de las decisiones de sus padres.Enseguida se conoció que el papá de Dylan era un hombre agresivo, señalado de participar en tráfico de drogas y en varios homicidios en el sector de Bosa, y que acababa de purgar una pena en prisión.“Desde que su padre salió de la cárcel, Dylan Fabián había cambiado su actitud en clase. Era más disipado y tenía problemas de concentración”, explicó en esa ocasión su profesora Gloria Soto, quien alabó el juicio del pequeño y su facilidad para las matemáticas. Pero ya no se había sabido más acerca de la situación de la familia del difunto ni de la de su agresor quienes se mudaron de domicilio el mismo día de la tragedia.
Este jueves la Sijín de Bogotá realizó una doble redada en la que capturó tanto al presunto asesino de Dylan, identificado como Cristian García Vargas, como a Fabián, el padre del menor.Según los investigadores encargados del caso, el ataque fue un intento de Cristian Vargas para vengar la muerte de su hermano ocurrida unos meses antes, en la que presuntamente participó Fabián, tan pronto salió de prisión.Al parecer se habría tratado de un ajuste de cuentas relacionado con el microtráfico en el sector de Bosa San José.Le puede interesar: El asesinato absurdo de Juan Manuel Campo, biólogo de la NacionalJorge, el primero occiso, se habría quedado con dinero producto de un negocio ilegal realizado con el padre de Dylan y en respuesta este lo habría asesinado a sangre fría. El incidente desencadenó el conjunto de vendettas posteriores que terminaron con la vida del pequeño. Durante la audiencia en la que se dio a conocer el trabajo de campo adelantado por la policía y la fiscalía, se evidenciaron interceptaciones telefónicas del presunto homicida del pequeño Dylan en el que el hombre aceptó haber cometido el homicidio y haberse mudado del sector junto con su familia por temor a futuras retaliaciones.
Gracias a esta labor, los uniformados pudieron también ubicar a Cristian Vargas en la localidad 5 de Usme, donde se ocultaba con su mujer y uno de sus niños, y procedeieron a la captura del hombre que tenía antecedentes por tráfico y porte de armas de fuego. Sin embargo, nada de eso podrá resucitar a Dylan ni consolar a sus hermanos o a las persona que lo querían y que todavía hoy lloran su muerte.En respuesta a la pregunta de si se hubiera podido prevenir el incidente separando al pequeño de una familia emproblemada, un funcionario de la fiscalía de infancia, quien solicitó el anonimato, respondió que se habría podido emprender un programa de protección para el conjunto familiar, pero únicamente bajo solicitud de los afectados y a cambio de que entregaran información sobre los problemas que los aquejaban.“Hay dos reglas previas que se tienen que considerar en este tipo de situaciones, la protección de la unión familiar que es prioridad del Estado y la posibilidad de acogerse al programa de testigos”, explicó. Por su parte, el alcalde Enrique Peñalosa alabó el trabajo de la policía. "Tenemos noticias positivas para la seguridad de Bogotá y quiero felicitar a la Policía por la captura de los presuntos responsables de dos delitos atroces: el del niño Dylan Fabián Moreno", dijo.Mientras que el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, el general Hoover Pinilla, añadió que las investigaciones en curso podrían arrojar nuevas órdenes de captura en contras de otras personas involucradas en el homicidio del menor.
Juan Manuel Campo Kurmen, asesinado el pasado 16 de octubre.Al mismo tiempo, el alcalde y la policía anunciaron también el arresto de Jesús Alberto López Guerra, presunto autor del homicidio del biólogo Juan Manuel Campo Kurmen, que tuvo lugar el pasado 16 de octubre cerca de la estación de TransMilenio Avenida El Dorado. Ese crimen también conmocionó a la ciudadanía y en particular a los numerosos amigos y familiares del joven amante de la fotografía y de la ebanistería.