Ronald Flores Calderón fue capturado en las últimas horas por hombres del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación. Alias Chuky, como es conocido, es señalado de pertenecer al grupo delincuencial Los Pimpineros y de ser responsable de asaltar establecimientos comerciales en Buenaventura.
En la diligencia también fue capturado Luis Eduardo García Solís, alias Cabezón. Los dos hombres fueron imputados por el ente investigador por los delitos de hurto calificado en concurso homogéneo y sucesivo y concierto para delinquir; a ambos se les dictó medida de aseguramiento en establecimiento carcelario.
“Según la investigación de la Fiscalía, los imputados harían parte de este grupo delincuencial denunciado por comerciantes de San Andresito y sectores aledaños al barrio Nayita de Buenaventura; serían los responsables de asaltar, con armas de fuego y armas cortopunzantes, a empleados y clientes para despojarlos de dinero, joyas y teléfonos celulares, entre otras pertenencias”, aseveró la autoridad competente.
Labores de Policía Judicial permitieron individualizar a alias Chucky y alias Cabezón como dos de los presuntos miembros de la red delictiva, quienes también fueron reconocidos a través de un banco de fotografías.
La Fiscalía también dio a conocer que a alias Chucky se le imputó el delito de acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir, ya que en uno de los asaltos intimidó a una mujer a la que le habría tocado sus partes íntimas. “Durante las audiencias concentradas, los dos asegurados no aceptaron los cargos imputados”, dijo la autoridad.
Capturan a disidentes de las Farc
Un niño de apenas siete años de edad fue encontrado en poder de presuntos disidentes de las Farc, que fueron capturados en el caserío El Barranco, ubicado en la ribera del río Yurumanguí, zona rural de Buenaventura, Valle del Cauca. Las autoridades les cayeron sorpresivamente a los criminales y no les dieron tiempo de escaparse.
Uniformados del Ejército Nacional, la Armada y la Policía llegaron hasta esta localidad tras recibir información de que un grupo armado tenía a la población confinada. Al arribar al sitio, la fuerza pública fue atacada con disparos de fusil, atribuidos a un grupo de hombres de la estructura sexta de la disidencia Jaime Martínez de las Farc, a las órdenes de alias Pablito. Las autoridades lograron sortear esta situación y acorralaron a los criminales hasta darles captura. En esta operación no hubo heridos en ninguno de los frentes.
Alias Pablito sería el cabecilla de esta estructura, la cual delinque en los sectores de El Naya, Raposo y Yurumanguí. Este sujeto sería el encargado de coordinar la exportación de estupefacientes, una de las principales fuentes de financiación de estas estructuras ilegales, al exterior.
Así las cosas, siete disidentes de las Farc fueron detenidos por los uniformados, quienes les encontraron en su poder a seis menores de edad reclutados ilegalmente. Además, les hallaron ocho fusiles de asalto, tres escopetas, dos pistolas, siete granadas, dos artefactos explosivos improvisados, munición de diferentes calibres, material de intendencia como morrales de campaña y brazaletes.
Los niños fueron puestos a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para el restablecimiento de sus derechos, mientras que los disidentes capturados, al igual que el material incautado, quedaron en poder de la Fiscalía General de la Nación.
“Las disidencias de las Farc son responsables de causar confinamiento, miedo, zozobra y desplazamiento, entre las comunidades étnicas que habitan en la zona rural de Buenaventura debido al enfrentamiento que mantienen con integrantes de otros grupos criminales por el control de las rutas del narcotráfico y al reclutamiento forzado al que someten a los niños, niñas, jóvenes y adolescentes integrantes de consejos comunitarios y resguardos indígenas de la región”, aseguró la Armada.