Haciéndose pasar como trabajadores de una empresa de limpieza en el departamento de Cundinamarca, las autoridades capturaron a una banda de siete delincuentes que aprovechaban la fachada de las supuestas labores, para el mantenimiento de piscinas, y robaban las fincas.

El grupo de delincuentes tenía establecido un plan a seguir para cumplir con su cometido. A través de llamadas telefónicas o mensajes de texto, hacían comunicación con las víctimas y les ofrecían varios de los servicios que presuntamente llevaban a cabo para darles un mejor aspecto a las piscinas.

Entonces, luego de establecer el contrato para supuestamente ir a trabajar, el colectivo de malhechores aprovechaban que varias de las fincas se encontraban solas, de modo que proseguían a cometer el hurto de todos los elementos que fuesen valiosos, como electrodomésticos y dinero en efectivo.

Entre los hechos más recientes, se hizo el reporte que la banda criminal hizo de las suyas en fincas situadas en Girardot. El robo en esta parte del departamento fue de al menos unos 300 millones de pesos.

El grupo de delincuentes tenía establecido un plan a seguir para cumplir con su cometido. | Foto: Getty Images

La Policía de Cundinamarca se apoderó de la situación; incluso, la captura de los ladrones fue en flagrancia, justo en el momento en el que estaban cometiendo el delito.

Luego de esto, cada uno de los malhechores pasó al control de la Fiscalía General de la Nación para responder por los delitos de hurto calificado y agravado, concierto para delinquir y falsedad en documento público.

Así las cosas, en los datos preliminares sobre el modus operandi de la banda, la fuerza pública logró establecer que el grupo se encontraba organizado, haciéndose pasar como un establecimiento comercial en el que se vendían y ofrecían productos químicos para el cuidado y mantenimiento de piscinas.

Los delincuentes se hacían pasar como limpiadores de piscina para poder robar en las fincas de Cundinamarca. | Foto: Terry J Alcorn

De acuerdo con el comandante encargado de la Policía de Cundinamarca, bajo la fachada del mencionado establecimiento comercial, el colectivo de ladrones perfilaba las viviendas y no daba sospecha alguna a las víctimas.

Además, antes de cometer los delitos, “lograban conocer la capacidad económica y el nivel de seguridad de las casas que pretendían hurtar”.

Entonces, una vez que se hacía el contacto ofreciendo los supuestos servicios de limpieza, su agilidad para llevarse todo de las fincas era notoria.

La Fiscalía desarticuló una organización criminal que se apoderaba de fincas

Lo que parecía impensable se convirtió en una tragedia para decenas de familias en el departamento de Cundinamarca. Las organizaciones criminales se lanzaron sin pena ni disimulo a atacar a comerciantes y propietarios de inmuebles cerca de Bogotá. Los Palmeros se dedicaron a extorsionar y generar desplazamiento en dos municipios de Cundinamarca.

Una investigación de la Fiscalía logró identificar la dinámica criminal que dejó decenas de víctimas en Fusagasugá y Silvania, Cundinamarca. Los delincuentes hacían exigencias de dinero a los propietarios, bajo amenaza les pedían hasta mil millones de pesos que, de no entregar, abría paso a los actos criminales más perturbadores.

Los capturados fueron identificados como Vitelio Sotelo González, Silvano Varela Reyes, Fabio Bustos Santafé, Iván Arturo Mogollón y Carlos Rafael Reyes. La Fiscalía les imputó cargos por los delitos como concierto para delinquir agravado, extorsión agravada en grado de tentativa; amenazas, desplazamiento forzado, invasión de tierras o edificios fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.

Además, fueron recuperadas cuatro fincas que habrían sido ocupadas de manera ilegal por los integrantes de Los Palmares.

La Fiscalía desarticuló una organización criminal que se apoderaba de fincas en Cundinamarca. Operativo CTI. | Foto: Fiscalía