Las unidades de contrainteligencia del Ejército Nacional descubrieron un presunto entramado delincuencial al interior de la institución. La investigación salpica a cinco militares activos y cuatro soldados en retiro, quienes deberán rendir cuentas ante las autoridades judiciales por las pruebas que los incriminan.
La hipótesis es que los funcionarios estarían vinculados con una supuesta red de tráfico de materiales de guerra en diferentes unidades de Colombia. Es decir, se les acusa de tomar armamento del Ejército y ponerlo a la venta, un fenómeno criminal del que, históricamente, se han aprovechado las organizaciones ilegales.
Se trata de dos suboficiales y dos soldados profesionales, más los cuatro retirados, que fueron detenidos en las últimas horas en Caquetá, La Guajira y Bogotá por el posible delito de concierto para delinquir. Ellos ya fueron puestos a disposición de las autoridades competentes con el fin de que avancen con la judicialización.
La advertencia del Ejército Nacional es que no tolerará ningún acto de corrupción en el que incurra cualquier miembro de la institución, así como todo episodio que está en contravía del orden constitucional, por lo que se mostró dispuesto a colaborar con el proceso de investigación que ahora pasa a los estrados judiciales.
“El Ejército Nacional seguirá facilitando todo el apoyo necesario a las autoridades competentes para dar inicio a las investigaciones a que haya lugar; así mismo, se dará apertura a las investigaciones disciplinarias y administrativas pertinentes en la institución”, se lee en un comunicado de prensa expedido este sábado, 2 de noviembre.
Paralelamente a este proceso, las autoridades también tienen la lupa puesta sobre presuntos hechos de corrupción que han protagonizado mandos militares en diferentes rincones de Colombia, donde se habrían facilitado las actividades criminales de las organizaciones ilegales que atormentan a los habitantes.