Las formas en las cuales se intenta camuflar la droga para evitar ser detectadas son cada vez más ingeniosas e incluso arriesgadas, tal como sucedió con dos mujeres que pretendían ingresar estupefacientes al Establecimiento Penitenciario de Mediana Seguridad y Carcelario del municipio de Anserma, localizado al occidente de Caldas, que es construido en material compacto en un 40 %; mientras que el 60 restante es en bahareque, ya que esta estructura de 1.016 metros cuadrados de área fue edificada hace más de un siglo; concretamente en junio de 1914.
Durante los controles de seguridad que eran adelantados por los funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), la atención se centró sobre dos mujeres de 23 y 30 años de edad que llegaron al penal para visitar a unos familiares. La inspección minuciosa practicada por personal femenino permitió determinar que ambas portaban estupefacientes introducidos en sus partes íntimas; una de ellas 100,7 gramos y la otra 186,6.
Luego de realizar a la sustancia hallada la Prueba de Identificación Preliminar Homologada (PIPH), se pudo establecer que se trataba de marihuana, por lo cual estas ciudadanas fueron puestas a disposición de la Fiscalía General de la Nación por el presunto delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
Un caso similar ocurrió en la capital caldense, donde un hombre de 20 años fue arrestado cuando escondía 20 gramos de marihuana en la pretina de su pantalón para ingresarla a la Estación de Policía Manizales.
De acuerdo con la investigación preliminar, este joven pretendía aprovechar la entrega de elementos de aseo y ropa a un familiar suyo para pasarle el alucinógeno, el cual podría ser comercializado al interior de este lugar de detención.
Las autoridades indican que el tráfico de sustancias alucinógenas al interior de los establecimientos penitenciarios y carcelarios en el país es uno de los principales objetivos en la lucha contra el delito dentro de las prisiones; ya que de este se deriva una espiral de violencia que incluso se traslada más allá de los muros y termina generando explotación, adicción y muerte.
Se pide la colaboración de la ciudadanía en la línea especializada contra la droga 167 para lograr acciones contundentes que permitan combatir este flagelo, que deja hasta ahora a 544 personas capturadas en Manizales durante el 2022.
Precisamente la Policía Metropolitana, mediante la acción adelantada por los uniformados adscritos al Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes, logró durante uno de los controles de prevención vial y solicitud de antecedentes la detención de dos ciudadanos oriundos de Manizales que se movilizaban en un vehículo particular.
Los hechos se registraron en la Autopista del Café, concretamente en el sector de la Estación Uribe que está ubicado en el kilómetro 2 de la antigua carretera entre Manizales y el municipio de Chinchiná, donde fueron capturadas en flagrancia dos personas identificadas como Laura, de 21 años, y Rafael, de 38.
Al desarrollar una inspección minuciosa en el interior del automotor, los policías hallaron cuatro cajas pequeñas que contenían 8 frascos cada una con un líquido transparente. Tras la realización de la Prueba de Identificación Preliminar Homologada (PIPH) se pudo determinar que se trataba de 4.000 mililitros de ketamina, que tienen un avalúo cercano a los 4 millones de pesos y sobre los cuales no tenían los permisos para el porte.
En el informe policial quedó registrado además que esta pareja les ofreció a los uniformados la suma de 5 millones para que los dejaran marchar y no se llevara a cabo ninguna acción contra ellos, por lo que fueron capturados y presentados ante la autoridad competente por los presuntos delitos de cohecho por dar u ofrecer, y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
La ketamina es una sustancia que tiene un uso en la medicina por sus características como sedante y analgésico; aunque en el ámbito delictivo es utilizada para la fabricación de drogas sintéticas, las cuales pueden ocasionar alucinaciones o síntomas como hipertensión, bradicardia y alteraciones de la memoria, entre otros.