La Fiscalía General de la Nación anunció que en conjunto con el Ejército y la Policía se logró la captura de un presunto responsable del asesinato del patrullero Jesús David Murillo Santos, que se registró el pasado 11 de julio.

El homicidio se presentó en el barrio Obrero de Apartadó, perteneciente al Urabá antioqueño, lugar adonde llegaron hombres fuertemente armados y sin mediar palabra dispararon contra el uniformado hasta causarle su muerte.

En el momento del asesinato el patrullero se encontraba de civil y salía de su casa rumbo a la estación de Policía para iniciar con su jornada de trabajo. El uniformado fue atacado por cuatro hombres armados que pertenecerían al Clan del Golfo.

“Según la investigación, el capturado habría sido el encargado de ubicar y señalar a la víctima. Para esto habría recurrido a fotografías que se cree les entregó a los sicarios que se encargarían de ejecutar el crimen”, indicó Daniel Parada Bermúdez, director de la Fiscalía Seccional de Antioquia, que hasta el momento no ha revelado la identidad del detenido.

La crisis de seguridad en Antioquia no solo afecta a miembros de la Fuerza Pública, sino también a los civiles. En las últimas horas, organizaciones de derechos humanos denunciaron que las poblaciones campesinas están en medio de los enfrentamientos que sostienen los grupos delincuenciales en el municipio de Remedios.

En esa zona del departamento se están enfrentando hombres de la guerrilla del ELN y el Clan del Golfo por el control territorial, dado que la ubicación representa para ellos un eje clave por cuanto pueden extraer materiales minerales y producir cocaína. Además, entre las montañas resulta fácil movilizar las producciones ilegales.

En videos registrados por los propios sujetos armados se observan los fuertes enfrentamientos que sostienen durante varios minutos en la zona rural de esta población del nordeste de Antioquia. A ellos se les alcanza a ver uniformados con símbolos característicos de las organizaciones.

El comandante de Policía de ese departamento, coronel Daniel Mazo Cardona, explicó que “se viene trabajando con las comunidades para que nos den información que nos permita tener la certeza de la existencia de estos grupos en el sector y, a la vez, trabajar con nuestro Ejército para ir contrarrestando y protegiendo a nuestras comunidades”.

Con base en las estadísticas de esa institución hay una evidente escalada de violencia. En lo corrido de este año, 42 personas han perdido la vida violentamente a manos de ilegales y se han cometido seis acciones terroristas en contra de la fuerza pública y la población civil. En uno de los casos, un miembro de la Policía fue asesinado.

Por ejemplo, en los últimos días, las autoridades hallaron dos cadáveres de ciudadanos extranjeros en este municipio que fueron reportados como desaparecidos 17 días antes. Al parecer, los ecuatorianos fueron víctimas de un homicidio y luego fueron enterrados bajo tierra en circunstancias que están siendo investigadas por las autoridades.

“En este sector hace 15 días se presentó una confrontación entre el ELN y el Clan del Golfo. Por eso estamos en esta investigación buscando inicialmente si es real lo de la situación de los dos cuerpos enterrados y, segundo, ya se inicia la investigación de los motivos de por qué se pudo haber presentado este hecho”, afirmó el comandante.