En enero pasado, una avioneta con matrícula colombiana sobrevolaba territorio dominicano anunciando que estaba en una situación de riesgo y pidiendo pista para un aterrizaje de emergencia. Todo era una fachada. Realmente era una aeronave al servicio de una red internacional de narcotraficantes, cargada con 600 kilos de cocaína, que intentaba usar esa farsa para coronar la droga. Los narcos fueron descubiertos y la droga, incautada. Esta semana, en un operativo transnacional, la Policía capturó a siete supuestos miembros de esa organización que tenían circular roja de la Interpol. Tres de ellos, detenidos por la Dijín, eran pilotos que transportaban la cocaína desde Cartagena a la provincia de La Romana, en República Dominicana. Los investigadores creen que la red tenía nexos con funcionarios encargados del control del aeropuerto de La Romana, adonde llegaban las avionetas cargadas. En ese país, cuatro altos mandos militares capturados porque habrían permitido la llegada de la droga colombiana. Puede leer: Los pilotos de la mafia "En enero las autoridades dominicanas incautan una droga en el aeropuerto de La Romana y están involucrados dos coroneles, uno de la Fuerza Aérea y uno del Ejército de República Dominicana, un teniente y un agente de la Policía de ese país. En la investigación se sabe que hay un enlace con Colombia. Se solicita la retención de unas personas en nuestro país", explicó el general Jorge Luis Vargas, director de la Dijín. Los pilotos capturados eran requeridos por la Procuraduría Especializada de Antilavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo de República Dominicana, por el delito de delito de tráfico internacional de estupefacientes. Ahora aterrizarán en ese país centroamericano para responder por sus supuestas culpas.