Un juez de Bogotá dejó en libertad a dos ladrones que fueron capturados por dos patrulleros de la Policía, argumentando que la captura fue ilegal.

Pero la sorpresa que se llevó la comunidad, fue que los sujetos, después de ser dejados en libertad, fueron nuevamente detenidos por las autoridades.

Inicialmente, el robo ocurrió en un asadero de pollos ubicado en la localidad de Engativá, cuando un agente de la Policía intentó retener a los criminales y controlar la situación, para mantener a salvo a las víctimas del hurto.

En diálogo con la Alcaldía, los patrulleros dijeron que la situación se salió de control, y que es injusto que la labor que llevan a cabo los uniformados no se vea reflejada por cuenta de la justicia.

“La central nos dice que hay cuatro ladrones, entre ellos una femenina y que están portando una pistola”, indicó uno de los uniformados.

Ellos llegaron al lugar para detener a los ladrones y cuando lo vieron, huyeron: “Le digo quieto, quieto; a lo que un muchacho se levanta y me encara con una pistola”, por lo que él decidió perseguirlo.

“Cuando veo que él va a coger la pistola, yo me lanzo, y cuando lo tengo esposado, la gente llegó a golpearlo, pero yo me le acosté encima para que no lo fueran a lesionar”, agregó.

Posteriormente, dijo que lo llevaron al hospital y más adelante a la Fiscalía, por lo que fueron cerca de 26 horas despiertos.

La Fiscalía no presentó las pruebas a tiempo, por lo que el sujeto quedó en libertad. “Yo entregue a los denunciantes, el arma de ellos y la mía, como pruebas”, defendió el uniformado.

Ladrones cometen nuevo asalto en exclusiva zona de Bogotá

Las principales ciudades del país siguen siendo objeto del crimen organizado. Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla se han visto afectadas por la reactivación del hampa, luego del confinamiento por la pandemia. Un nuevo hecho de delincuencia tocó a la capital. En un video de una cámara de seguridad se puede ver el momento en el que dos jóvenes, en la entrada del edificio donde viven son atracados por sujetos que se movilizaban en dos motocicletas.

En las imágenes se puede observar que los jóvenes caminan lentamente hacía la portería del edificio. Las dos víctimas se detienen a hablar unos momentos antes de ingresar. De manera paralela, se puede ver el momento en el que pasan dos motocicletas, haciéndoles inteligencia a sus blancos, inocentes de este habilidoso movimiento de los delincuentes, los jóvenes deciden extender su diálogo en la calle.

Luego de llevar varios minutos hablando en el andén, aparecen los motoladrones en escena. Son cuatro sujetos que esperaron el momento preciso para actuar. De la primera moto se baja el pato mientras el conductor se queda esperando atento para darse a la huida.

El pasajero fuertemente armado intimida a los jóvenes a quienes amenaza con asesinarlos si no les entrega los celulares y el dinero que tienen en sus bolsillos, en cuestión se segundos aparece la otra moto con los otros dos ladrones. Igual que sus cómplices, se baja de la moto fuertemente armado y encañona a sus víctimas. Con los jóvenes muertos de miedo logran adueñarse de sus pertenencias. Les hurtan celulares y dinero, completamente sincronizados los ladrones huyen del sitio sin dejar huella.

Presos del miedo, a los jóvenes los único que les queda por hacer, es seguir con la mirada a los delincuentes hasta que desaparecen. Uno de ellos afectados por la situación se agacha para reponerse del susto a causa del accionar del hampa.

Las propias autoridades han reconocido que luego de la reactivación de las actividades de los ciudadanos en medio de la pandemia por la covid-19 el crimen urbano se incrementó.

Ante la situación se han diseñado planes especiales de seguridad para las principales ciudades del país afectadas por la delincuencia. Entre esos planes está, por ejemplo, para el caso de Bogotá la disponibilidad de 1.500 policías dedicados a investigación judicial. Además, recientemente se anunció un componente adicional de 500 uniformados en la ciudad para apoyar otras labores de seguridad.

“A los nuevos 500 integrantes de nuestra Policía Metropolitana de Bogotá (MEBOG) muy bienvenidos a su ciudad, gracias por venir a servirla, por venir a cuidarla, por venir a reforzar el enorme trabajo conjunto y dedicado que el Gobierno nacional, la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Policía Nacional estamos haciendo para devolverle a Bogotá tranquilidad, para devolverle una ciudad con confianza, con esperanza en su futuro en su presente”, indicó la alcaldesa Claudia López, al momento de recibir a los uniformados para la ciudad.

Agregó la mandataria que “es importante mencionar que estos 500 uniformados prestarán sus servicios en los Comandos Operativos de Seguridad Ciudadana de la Policía Metropolitana de Bogotá (MEBOG), y su trabajo está focalizado en las zonas de mayor impacto criminal de Bogotá. “Gracias a este trabajo vamos a poder dar restados contundentes contra el crimen en nuestra ciudad, contra la delincuencia organizada que causa zozobra que se dedica a rentas criminales y negocios ilícitos”.