La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) frenó, con la imposición de una medida preventiva, una construcción cerca al espejo de agua de la Laguna de Chisacá–Los Tunjos, ubicada en el área protegida del páramo de Sumapaz, en zona rural del sur de Bogotá.
Según la Corporación, fue una denuncia hecha por la comunidad la que alertó a la autoridad ambiental, que procedió a visitar el ecosistema y encontró que allí se adelantaba una obra para la construcción de una caseta a orillas de la represa natural, al parecer para realizar labores turísticas.
“Desde la Dirección Regional Bogotá–La Calera atendimos de manera inmediata la denuncia interpuesta y establecimos que la edificación se estaba construyendo con prefabricados en concreto, la cual se utilizaría, presuntamente, con fines turísticos”, explicó Sandra Riveros Barbosa, directora de la oficina regional Bogotá–La Calera de la CAR.
La funcionaria añadió que en los últimos meses han incrementado las denuncias de la comunidad local y líderes ambientales, alertando por continuas visitas a las diversas zonas del páramo de Sumapaz, debido a la venta de paquetes turísticos a lugares atractivos, entre ellos los bosques de frailejones y la laguna de Chisacá.
“Rechazamos contundentemente esta situación. Este ecosistema es de gran importancia para Bogotá y el país, es el páramo más grande del mundo y es un área cuyo principal uso es el de conservación, no tiene vocación turística”, dijo la directora regional.
“La laguna de Chisacá es el espejo de agua donde nace el río Tunjuelo, uno de los principales afluentes de la cuenca media del río Bogotá. Es un espacio de interés histórico y cultural por los usos ancestrales que le daban las comunidades indígenas asentadas en la sabana de Bogotá”, añadió.
Frente a esta situación, la CAR Cundinamarca hizo un nuevo llamado a los bogotanos y habitantes de La Sabana a no adquirir estos planes turísticos, abstenerse de participar de ellos y a denunciar ante la autoridad ambiental, Policía Nacional y Alcaldía local a los operadores que los ofrecen.
Por ahora, la entidad anunció que continuará con las actuaciones pertinentes contra los responsables de adelantar la construcción en este ecosistema natural, a quienes se les abrió un proceso sancionatorio, y cuya medida preventiva consistió en la suspensión inmediata de dichas actividades.
Medida contra una mina de carbón en Sutatausa
En los últimos días, en un operativo contra la minería de ilegal en el municipio de Sutatausa (Cundinamarca), la CAR a través de su Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental (UIGA) impuso medida preventiva consistente en la suspensión de actividades a una mina de explotación y extracción de carbón mineral que no contaba con permiso ambiental.
La operación se desarrolló en la vereda Peñas de Boquerón, predio El Manzano, donde la Corporación, en compañía del Ejército y la Policía, evidenció en situación de flagrancia la operación de maquinaria para la exploración y extracción de carbón mineral subterráneo.
“Durante la diligencia encontramos dentro de la bocamina a cinco operarios. Tras el hallazgo, Impusimos la medida preventiva de suspensión de actividades, ya que no contaba con licencia ambiental emitida por la Corporación”, dijo Clara Álvarez, líder de la UIGA de la CAR.
Entre la maquinaria identificada por los funcionarios de la CAR fueron hallados un malaquete, un tanque de presión metálico y dos compresores de tornillo, equipos que se utilizan para la extracción del carbón mineral, los cuales fueron decomisados por la entidad.
“También encontramos un motor, presuntamente de tractor, adecuado para permitir el acceso y salida, ya sea de mineral o elementos que son de uso de mantenimiento interno de la mina”, dijo Álvarez.
De acuerdo con la Corporación, la producción de carbón vegetal afecta los recursos suelo, aire, flora y agua, ya que en el proceso para su combustión se expanden diversos contaminantes como mercurio, plomo, dióxido de azufre y bióxido de carbono.