El embajador de Alemania en Colombia, Peter Ptassek, se despidió del país después de cumplir su labor diplomática desde su nombramiento en 2018. Durante su estancia en el territorio nacional acumuló muchos seguidores por haber sido un funcionario cercano a la gente, así como tener un rol activo en las redes sociales.
En las horas de la noche del sábado, el embajador de Alemania, Peter Ptassek, tomó un avión para retornar a Alemania después de que se cumpliera el tiempo de su labor diplomática en territorio colombiano. El funcionario alemán se despidió a su forma, dejando un corto, pero cariñoso mensaje en sus redes sociales, asegurando que extrañará el país y su gente.
“¡Y llegó el momento! Ese al que tanto le temí: ¡El de la despedida! ¿Se me nota? ¡Estoy nervioso! Colombia: gracias por haberme alojado por casi 4 años. Colombianos: Me harán falta”, contó en su cuenta de Twitter el embajador saliente.
Mientras tomaba el avión para volver a Berlín, el embajador publicó un trino en su cuenta de Twitter contando que había sido sujeto de uno de los más grandes milagros de quienes caminan en la montaña: ver cara a cara a un oso de anteojos.
Es conocido que poder presenciar a un oso de anteojos es muy algo muy difícil de lograr en las caminatas por los páramos. Hay quienes lo recorren por años sin tener esa suerte. Sin embargo, en su último viaje a este ecosistema en Colombia, que su gobierno protegió tanto, el diplomático alemán lo vio.
Todo esto le ocurrió al embajador Ptassek durante su último viaje al interior de Colombia, que realizó en el Parque Chingaza en Cundinamarca y parte del departamento del Meta. Gran parte del recorrido lo documentó el diplomático alemán en su cuenta de Twitter, donde compartió varias fotos del paisaje e hizo un llamado a cuidar estas zonas y no abandonar a las comunidades que las habitan.
Si bien fue su último viaje no fue el único, ya que hacía algunos meses había estado también en el Nevado del Tolima, cuyo recorrido inició, según él, porque de vez en cuando podía verlo desde su terraza en Bogotá, algo que no era muy común. Todos los días se asomaba en búsqueda del nevado, pero pocas veces lo vio, por lo que se animó a ir a visitarlo.
Estas fueron algunas de las fotos que compartió el embajador Ptassek en sus cuentas de redes sociales:
En dicho recorrido, Ptassek fue en compañía de su familia y contó en SEMANA que es uno de los recuerdos en materia personal que más atesorará de su experiencia en Colombia durante los cuatro años que actuó como embajador.
“Recientemente, fuimos al nevado del Tolima con mi esposa y mis hijos. Salimos de la finca en la que nos quedamos a las cuatro de la mañana, buscando el reflejo del nevado en el agua. Esperamos muchas horas y todo parecía indicar que no pasaría porque el cielo estaba nublado. De repente, se abrió el cielo y lo vimos: una belleza deslumbrante. Me emocioné muchísimo.”, dijo el saliente diplomático alemán.
En otro de sus recorridos por territorio colombiano, Ptassek manifestó su preocupación por la conservación de los nevados y en general del ecosistema. Por ejemplo, en abril, envió en su cuenta de Twitter un sentido “mensaje de despedida” al glaciar del Nevado de Santa Isabel, el cual perdió una gran parte de su glaciar debido al aumento de temperaturas en el planeta.
“Estamos en el Pelak Kasué, en otras palabras en el Nevado Santa Isabel, mejor dicho en lo poco que queda del glaciar. En este lugar el hielo del glaciar se transforma en agua, en un río, y nunca va a regresar”, aseguró el embajador Ptassek por medio de un video en su cuenta de Twitter.