Una nueva emergencia causada por las lluvias tiene en alerta al departamento de Chocó. Las fuertes precipitaciones que cayeron en la tarde de este viernes en el municipio del Carmen de Atrato generaron un desprendimiento de una montaña. El material se cayó sobre una caravana de motociclistas que se movilizaba por el corredor.
El incidente ocurrió en el sector conocido como el 16, en el kilómetro 47 de la carretera que une a Quibdó con la capital de Antioquia. A raíz de la situación, cinco personas quedaron sepultadas por la tierra. Una vez los organismos de socorro llegaron al sitio, lograron recuperar con vida a dos usuarios que presentaron graves lesiones.
A pesar de la amenaza que había en la vereda a razón de que la parte superior de la colina estaba inestable por la saturación del agua, las labores de rescate continuaron hasta largas horas de la noche. El trabajo empezó a dar resultados desfavorables: encontraron el cuerpo sin vida de un adulto, cuya identidad no ha podido ser esclarecida.
La administración municipal dio a conocer que el cadáver sigue a un pie de la carretera y se espera que en la mañana de este sábado pueda ser trasladado al hospital local para adelantar las labores judiciales. A la par, en la zona afectada seguirán las actividades para dar con el paradero de las dos mujeres que fueron reportadas como desaparecidas.
“Los heridos fueron remitidos a la ciudad de Quibdó. Eso se está trabajando de manera articulada con la empresa contratista del Instituto Nacional de Vías. Hoy se hizo la gestión y bajó un grupo de socorristas mineros. También va en camino el cuerpo de bomberos voluntarios y la Defensa Civil de Quibdó”, señaló la Secretaría de Planeación.
Si bien el paso estuvo bloqueado por un largo período mientras se removía que el material vegetal, ayer se pudo restablecer el paso parcial de automotores por el kilómetro 47. Un agente de la concesión vial está conteniendo el tránsito por la zona mientras se trata de hallar a las dos víctimas que también se movilizaban en motocicleta.
Por otro lado, las fuertes precipitaciones también siguen activas en Antioquia. Esta semana, siete municipios reportaron emergencias producto de las lluvias que se descargaron sobre el departamento. Además, la cifra de víctimas mortales por eventos naturales escaló a cincuenta y dos, de acuerdo con el reporte de la Gobernación.
Una creciente súbita del río Apartadó le cobró la vida a un hombre de 45 años, identificado como Cristóbal Meza, que estaba cruzando por el afluente cuando el nivel del caudal tomó fuerza sorpresivamente. En consecuencia, el caudal lo arrastró varios metros por la vereda La Unión de este municipio del Urabá antioqueño.
En circunstancias diferentes, otras dos personas fallecieron en las aguas del río de Cisneros y en la represa de Guatapé, importante sitio turístico del oriente del departamento. Según el informe de los organismos de socorro, ambos cadáveres fueron hallados con signos de ahogamiento durante este fin de semana que incluyó un festivo.
En lo que va corrido de este año, otras 51 personas han muerto por eventos asociados a las lluvias. Los escenarios que han generado los incidentes son movimientos en masa, inundaciones, crecientes súbitas, caída de árboles, tormentas eléctricas y avenidas torrenciales. Entre las víctimas hay menores de edad y adultos mayores.
Tal como lo anticipó el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia y el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), desde el viernes 24 de julio, el agua no paró de desprenderse en esta región del país. En el suroeste, occidente, Valle de Aburrá y Bajo Cauca se registraron estragos.